Presentación del Informe «Sociedad Digital en España 2017», de la Fundación Telefónica
Por: Soraya Carvajal B.
“España está bien, vamos bien en el tema digital, pero podríamos estar mejor, especialmente en cuanto a la educación, porque es fundamental que las nuevas generaciones sepan moverse con competencias digitales, en Big Data, Cloud e inteligencia artificial”, afirmó César Alierta, presidente de la Fundación Telefónica, durante la presentación del informe ‘Sociedad Digital en España 2017’, que se realizó hoy en Madrid.
Alierta remarcó este aspecto al señalar que en España “hacen falta 2,5 millones de chicos y chicas de aquí a 2020 que estudien para ser expertos en digitalización y hacer frente a la gran demanda en el sector” y por eso resaltó que la educación debe ser una prioridad para los gobiernos, los cuales deben adaptarla a los tiempos y necesidades actuales, pues en su opinión, “en nuestro país se sigue enseñando lo que era válido en 1980y eso no puede ser. Los que mandan no son conscientes del problema de la falta de formación, y eso es preocupante”.
Esta afirmación cobra mayor relevancia al tener en cuenta que, según un estudio de LinkedIn, “de las 10 habilidades profesionales más demandadas en el año 2017 en esa red en España, 9 estában relacionadas con las competencias digitales”, afirmó José María Sanz-Magallón, director general de Fundación Telefónica.
Entre las habilidades profesionales señaladas están: Cloud computing y distributed computing, análisis estadístico y recopilación de datos, arquitectura web y desarrollo de infraestructura, software QA y user testing, diseño de interfaz de usuario, SEO/SEM, ingeniería y almacenamiento de datos, middleware y software de integración y software de integración de sistemas.
El Informe Sociedad Digital en España 2017 sostiene además, que la sociedad española ya es digital gracias a la cobertura y a los servicios de la banda ancha de acceso móvil; al liderazgo en el despliegue de la fibra óptica hasta el hogar, con más clientes que Alemania, Reino Unido, Francia e Italia juntos, consolidándose como la tercera red de acceso mediante fibra más extensa de los países de la OCDE; y a que el país tiene una generación que prácticamente es “mobile first ó mobile only”, pues el 50% de los jóvenes españoles consumen entre el 90% y el 100% de su tiempo en red en una pantalla móvil y el 86% ya utiliza un smartphone y lo usa como dispositivo de referencia.
Pero, paradójicamente, sólo el 31% de los españoles cuenta con competencias digitales avanzadas y tan sólo el 23% tiene habilidades digitales básicas. Es decir, prácticamente la mitad de la población no tiene las competencias digitales necesarias para afrontar adecuadamente la transformación digital.
Por todo esto, y teniendo en cuenta que las habilidades más demandadas en el futuro estarán relacionadas con las TIC y el análisis de datos, el Informe señala que la digitalización requiere la urgente adaptación de las enseñanzas y los conocimientos de los estudiantes a este nuevo paradigma.
En contraste, al poner el foco en los aspectos positivos encontramos que la digitalización está siendo una herramienta esencial para que la mejora educativa pueda producirse y sea capaz de llegar a todos los ámbitos, incluso a los más vulnerables.
En este sentido, Sanz-Magallón señaló que, según el Informe sdiE[1], en España el 68% de los internautas han utilizado internet como herramienta para mejorar su formación y está aumentando la visualización de vídeos de formación. Asimismo, 7 de cada 10 usuarios considera que ha mejorado su formación gracias a internet y casi el 80% de los adolescentes que accede a vídeos formativos lo hace para complementar su formación reglada.
Y es que, aunque los vídeos de aprendizaje que más interés siguen despertando están relacionados con aficiones, esta es una tendencia que va decayendo, mientras que la visualización de vídeos de formación reglada aumenta y en 2017 un 54,3% de los internautas accedieron a ellos, 10 puntos más que en 2016.
Este crecimiento se dio en un 30% entre los jóvenes de 14 a 19 años y en un 69.2% entre los usuarios de 25 a 34 años. El estudio estableció además que los hombres acceden más que las mujeres a vídeos relacionados con el trabajo y la formación reglada y que 8 de cada 10 usuarios recurre al vídeo con fines formativos, un proceso -el formativo- que se alarga cada vez más, pues el mercado de trabajo exige a los jóvenes seguir aprendiendo.
Eli Pariser durante la charla «Fake news, filtros burbuja y la batalla por la verdad», realizada en Madrid por la Fundación Telefónica y Aspen Institute.
Por: Soraya Carvajal B.
En 2010 Eli Pariser comenzó su investigación sobre los filtros burbuja gracias a su interés por conocer a gente distinta, que le supusiese un reto en cuanto a su forma de pensamiento. Así, tratando de mantener el intercambio de ideas con sus amigos conservadores y liberales, a través Facebook, pronto notó que la información y actualizaciones, referentes a los primeros, comenzaron a desaparecer de la línea cronológica de su muro en esa red social.
Esto dio origen a su libro Filtros burbuja: cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos, en el que Pariser constata que la información que vemos en internet, a través de webs, motores de búsqueda y redes sociales, está filtrada y editada porque estas plataformas observan nuestros patrones de comportamiento, los lugares desde dónde nos conectamos, los enlaces que abrimos, las noticias que consumimos con mayor frecuencia, nuestras búsquedas más habituales, entre muchos otros aspectos, para ofrecernos resultados personalizados, hechos a medida.
El problema de esta situación es que como usuarios no somos conscientes de qué se ha editado y, por tanto, de qué nos estamos perdiendo, además del evidente control sobre los resultados ofertados y sobre nuestras posibilidades de información. “Este es un proceso pasivo porque no sabemos con qué criterios los algoritmos, el código, arman la información, qué condiciones cumple la información que se nos permite ver, las historias que vamos a leer o qué información están dejando pasar, sólo nos muestran aquello que supuestamente o, desde su concepción, encaja con nosotros, pero no sabemos con qué base editan la información, ni qué están editando”.
Así, después de comprobar que con el paso de los años la conectividad, al igual que la atención hacia plataformas como Google y Facebook siguen creciendo, y que las noticias falsas son un fenómeno cada vez más relevante, Pariser considera que es tiempo de trabajar a nivel técnico para buscar soluciones entorno a la veracidad y diversidad informativa. Para el cofundador de Avaaz y Upworthy es necesario abrir mayores espacios en la red para consolidar y difundir la verdad, de manera que se hable de esas realidades existentes pero invisibles en los medios, “como de la clase media que ha desaparecido de las noticias americanas haciéndonos creer que no son importantes”.
Para este investigador y activista de internet es importante preguntarnos ¿cómo sería un mundo informativamente conducido por los medios sociales?, ¿en qué se convertiría nuestra sociedad? En su opinión, la Inteligencia Artificial va a amplificar las tendencias de personalización informativa, de creación de realidades parciales y por ello, las suposiciones y prejuicios son un reto, pues “se puede fingir que el algoritmo es justo, pero muchas veces lo que hace es fortalecer los prejuicios”
Los filtros burbuja hacen muy fácil ignorar los problemas y el sufrimiento de otros, son como unas gafas de realidad aumentada
Para Pariser algunas de las claves para combatir el fenómeno de los filtros burbuja pasan por:
La investigación y la introducción de otros contenidos en las plataformas digitales, de manera que muestren a los usuarios información que probablemente no quieran ver o con la que no están de acuerdo, pero que se alejen de una visión unívoca del mundo. Para ello, además de la voluntad de los grandes conglomerados digitales es importante que los consumidores sigamos presionando por la diversidad, porque los medios sociales tienen hoy en día un papel fundamental en el contraste de ideas,
Preguntarnos ¿cómo utilizar las plataformas digitales para construir redes, visiones y contactos trasversales?, pues es importante ver, conocer las visiones de otros, de aquellos distintos a nosotros y a nuestros entornos, cuestionar suposiciones y reducir estereotipos.
Buscar espacios donde podamos encontrar conversaciones respetuosas, transversales y con ideas diferentes. Para Pariser un buen ejemplo son los foros de deporte, espacios no políticos donde, pese a no ser muy respetuosos, la gente tiene una identidad compartida por ser seguidor de un mismo equipo, pero a su vez, puede entrar en contacto con personas muy diferentes y de ideas contrarias.
La prensa debe reconstruir la confianza con la ciudadanía, esa confianza que se ha perdido por moverse en esa línea borrosa entre publicidad e información. Para Pariser esto sólo se puede lograr partiendo del interés genuino de los medios por las necesidades de la gente.
Filtros burbuja distorsionan la percepción de la realidad
Para este autor es claro que los filtros burbuja limitan nuestra percepción de la realidad porque el algoritmo aumenta la posibilidad de que sólo veamos la información que nos puede interesar, así, cuanto más interés tengamos en política, más posibilidades hay de que sólo veamos anuncios e información de este tipo.
“Creo que los filtros burbuja hacen muy fácil ignorar los problemas y el sufrimiento de otros, son como unas gafas de realidad aumentada, donde se puede pintar un mundo en el que, por ejemplo, no hay personas sin hogar, aunque esto no hace que esa realidad deje de existir”
Pariser también considera que los algoritmos pueden influir porque, cuanto más familiarizados estamos con un concepto, más cómodos nos sentimos con él, y en su opinión, en términos cognitivos estamos impulsados hacía la sencillez, hacía respuestas que reafirmen lo que pensamos, que reafirmen que estamos en el camino correcto, mientras que “aprender exige que yo esté expuesto a ideas contrarias, a retos, a reevaluar nuestro pensamiento, lo que es un proceso fundamental para entender el mundo y tener nuevas ideas”.
Por eso, para deshacernos de las áreas difusas y de la información falsa Pariser considera que, cada vez más, deberíamos construir y dar valor a la verdad, que cuando las historias hayan pasado por un filtro se hagan visibles y que se creen historias reales, que sean competitivas y atractivas a nivel informativo.
En este sentido, Pariser comparte la idea de que internet ha cambiado la relación con los medios de comunicación, pues la creencia de que los medios tenían la verdad absoluta ha colapsado, pero a la quiebra de “la verdad” se une el hecho de que la gente no tiene tiempo de contrastar todo, ver de dónde viene la información, dónde está la verdad y entonces opta por decir, no me importa. “Creo que el filtro burbuja pergeña deseos de simpleza, pertenencia y sencillez en cuanto a la información y las decisiones algorítmicas los refuerzan”.
Para Pariser es claro que la premisa de que, si tienes el poder de comunicar tienes que seguir un proceso determinado, ha sido desplazada porque ahora se pueden distribuir mucha información e historias a través de internet sin cumplir las normas o patrones de comportamiento del periodismo. Por eso defiende la construcción de sistemas y plataformas que incentiven a personas que están haciendo buenas búsquedas y editando bien la información, pues en su parecer, es una forma de apoyar la ética de los nuevos guardianes de la información.
La curiosidad es la mejor arma que tenemos contra la polarización
Pariser admite que, pese a la resistencia inicial para abordar el debate acerca de la información parcial, actualmente hay cierto interés de las grandes compañías por el tema y el reconocimiento de que algo hay que cambiar. Además, los ingenieros se están dando cuenta de que su trabajo en matemáticas tiene connotaciones y consecuencias éticas y políticas y la gente se está organizando para pedir que las empresas tomen esta situación más seriamente.
Este activista, sin embargo, desestima la censura en las redes sociales como estrategia eficaz para controlar las noticias falsas, pues considera que la gente encontraría otros canales para expresarse y, aunque no cree pertinente que las comunidades desaparezcan porque la democracia implica contacto, intercambio y divergencia, sí cree que se deben observar unos estándares de conducta en las plataformas, “hay que buscar un equilibrio muy cuidadoso, tenemos que crear la idea de lo que es aceptable y lo que no”.
De cara a abrirnos a perspectivas informativas diferentes, Pariser desaconseja el agregar a personas con una visión opuesta en Twitter o Facebook, “porque generalmente es una experiencia desagradable que tiende a polarizar más a la gente”. Como alternativa propone recurrir a personas-fuente, es decir, aquellas fuentes fiables, con una concepción abierta hacia otros puntos de vista, que con un lenguaje razonable nos ayuden en la comprensión de las culturas transversales y a cruzar ideologías. Además, hace un llamado a adoptar una conciencia fortalecida y en lugar de prepararnos para una lucha, tratar de entender por qué alguien puede pensar de esa manera particular, “creo que la curiosidad es la mejor arma que tenemos contra la polarización”.
Finalmente, en una época de desinformación, polarización y “antagonismo tribal”, Pariser cree que aún hay espacio para evolucionar y construir convivencia. “La historia de la civilización es la historia de la humanidad buscando y construyendo tecnología para resolver problemas, hacer proyectos, incluso juegos. A pesar de las grandes diferencias en las formas de pensar, la colaboración, la participación, la construcción conjunta es posible incluso en línea, en los nuevos medios, no es una tarea pequeña, pero tampoco creo que sea imposible”.
De izquierda a derecha: Bastian Manintvel, Florence Broderick, Antonio San José, Ángel Fernández Recuero y José María Álvarez Monzoncillo.
Por: Soraya Carvajal B.
¿Se interesan los Millennials por la política?, ¿Cómo se informan?, ¿Qué relación tienen con los medios de comunicación?, ¿cómo se adaptarán los Millennials a la empresa?, ¿Qué tipo de aspiraciones tienen?, ¿Quieren cambiar en mundo o sólo recorrerlo?, estas y muchas preguntas más surgieron en el debate “Millennials vs Baby boomers, brechas digitales e información”, realizado por la Fundación Telefónica.
El evento parte de la premisa de que los Millennials, es decir, aquellos nacidos después de 1980 y hasta 1998 son la generación llamada a asumir el liderazgo del mundo y por tanto la generación deseada por las empresas, por sus posibilidades de consumo. Mientras que los Baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964, cuando tras la Segunda Guerra Mundial aumentaron las tasas de natalidad, y que durante décadas han mantenido el liderazgo económico y social, van dando paso a las generaciones más jóvenes.
Pero más allá del rango de edad, ¿qué se entiende por Millenial? Para Florence Broderick, strategic marketing manager en la unidad de Big Data de Telefónica, el espíritu Millennial se caracteriza por el deseo de viajar, por estar conectados permanentemente, por la vocación de emprendimiento, por estar obsesionados por la flexibilidad y el cambio, “pero especialmente por ser híper-impacientes”.
Bastian Manintvel, presidente ejecutivo de 2btube, hijo de Baby boomers holandeses “para quienes lo más importante era reconstruir el país y el mundo después de la segunda guerra mundial y cuyo principio básico era trabajar”; reconoce que gracias al trabajo de sus padres ha tenido muchas posibilidades de elegir y en su opinión los Millennials viven ciertas paradojas como que tienen más opciones, más acceso a la información, pero menos trabajo, menos posibilidades económicas y ciertas limitaciones en cuanto a seguridad, por el terrorismo. “Yo les veo inquietos, pero con falta de reconocimiento, porque pese a tener miles de amigos y seguidores en las redes sociales, no entienden cómo no pueden conseguir un trabajo, cómo no pueden avanzar en su vida laboral”.
A su vez, Ángel Fernández Recuero, cofundador de Jot Down Magazine fue crítico con la definición habitual sobre esta generación pues en su opinión el concepto Millennial está más relacionado con el uso de la tecnología, con la experiencia digital, con la inquietud por conocer cosas, que por el momento en que se nace, “no creo que tenga que ver con un tema generacional, sino con cuándo te ha llegado la oportunidad o la necesidad de utilizar la tecnología”.
Fuente: Pew Research Center
Por su parte, José María Álvarez Monzoncillo, catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos y coordinador del Informe Millennials, afirmó que no se puede diferenciar a dos generaciones por un año de nacimiento y que las generaciones no son homogéneas, sino que hay brechas culturales, educativas, sociales, económicas, de género y también digitales que marcan las diferencias. “Unos nacen con la televisión, otros con internet, hay muchas similitudes por ejemplo entre los Baby boomers y los hippies, y entre los Millennials e internet, mientras que con relación a la propiedad privada e intelectual hay muchas diferencias. Cada generación tiene una iconografía, unos símbolos, unos ídolos, una forma de vestir; los Millennials, por ejemplo, han roto con los mitos del pop, es una cultura remix que le da vuelta a todo”.
Quienes investigan acerca de la generación Millennial señalan que entre sus características distintivas están la inmediatez, el deseo de consumo y gratificación instantánea y por tanto la impaciencia. Este aspecto, según Broderick, incide para que ésta sea “una generación bastante deprimida porque después de estudiar una carrera universitaria, creyendo que vamos a tener un trabajo buenísimo, vamos a comprar una casa, etc., llegamos y vemos que no es posible comprar una casa con 30 años como hicieron nuestros padres, y estamos muy lejos de esos logros”. Frente a este panorama, Broderickconsidera que los Millennials se inclinan hacia las experiencias, hacia lacultura “Wanderlust”, aquella caracterizada por el deseo, la pasión por viajar, explorar el mundo, tener nuevos aprendizajes, conocer nuevas culturas, estilos de vida y comportamientos.
Por eso, la strategic marketing manager en la unidad de Big Data de Telefónica, señala que las empresas/organizaciones tienen el reto de enseñar a los Millennials a desarrollar la paciencia y “una de las maneras puede ser a través de las rotaciones, porque los Millennials queremos hacer y aprender de todo, por eso es muy difícil que seamos especialistas”
A su vez, el catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos considera que vivimos en una sociedad mucho más acelerada, más rápida, donde tendemos a quererlo todo inmediatamente, donde todo hay que hacerlo muy rápido, donde hay que consumir muy rápido y la tecnología incide en esa inmediatez. “Los Millennials son una generación más inquieta, se tiende a creer que como Millennial eres hiperactivo o autista, posiblemente en las generaciones anteriores también teníamos estas enfermedades, pero no había diagnóstico”.
Fernández Recuero, sin embargo, considera que la generación de los Baby boomers presenta mayores índices de depresión que los jóvenes actuales y, en su opinión, la inmediatez es una cuestión de recursos, pues a lo largo de la historia los privilegiados, aquellos que han tenido todos los medios necesarios han podido acceder con inmediatez a sus deseos, “lo que pasa es que ahora tenemos acceso a muchas cosas gracias a la tecnología”. Para el cofundador de Jot Down Magazine los Millennials viven el efecto Peter Pan, porque no han pasado por los roles vividos por los Baby boomers, que tuvieron hijos y responsabilidades más tempano, y por tanto sus posibilidades de ocio y de vivir la cultura son otras.
Entorno laboral
Para Manintvel, quien dirige una compañía de gestión de contenidos digitales, los jóvenes de hoy trabajan igual que las generaciones anteriores, “son muy emprendedores y saben crear algo de la nada”. Este empresario cree además que la principal característica del público Millennial de contenidos digitales es la lealtad, “son seguidores muy fieles a esos contenidos, pero en el momento en que se aburren se van”.
Florence Broderick señaló también que los tres factores claves para el talento joven dentro del ámbito corporativo son: La experiencia internacional, que implica la posibilidad de viajar con el trabajo o de trabajar en equipos o entornos internacionales. El Liderazgo no vertical, con la consiguiente cultura empresarial moderna y flexible, y finalmente, contar con unos beneficios acordes a sus intereses.
Entre la generación Millennial tiene mucho auge la “economía colaborativa”, basada en la cooperación, la participación, el intercambio y la ayuda mutua para generar bienes o servicios, sin que necesariamente prime el beneficio económico.
En este contexto se enmarca el Contenido Generado por el Usuario (User Generated Content-UGC) y publicado en internet, especialmente en redes sociales y plataformas como YouTube, lo que implica una democratización en el acceso a la producción digital y en el acceso al mercado por vías menos convencionales. Pero este tipo de economía también enfrenta dificultades cuando aparecen empresas interesadas en monetizar esos contenidos producidos gratuitamente, pues los creadores corren el riesgo de terminar trabajando, sin ninguna remuneración para alguien que sí busca un beneficio económico.
Álvarez Monzoncillo, investigador de la generación Millennial, señaló además que es importante tener en cuenta que el mundo de la tecnología también está lleno de grandes intereses, de multinacionales y casi que, de monopolios, y advirtió sobre el riesgo de caer en la cíber-utopía. “Sí, hay más capacidad de empoderamiento, de organizar la protesta social con el uso de las tecnologías, porque el smartphone es un arma poderosa, pero también hay que pensar qué habría hecho Martin Luther King con un smartphone o cómo habría caído La Bastilla si hubiese habido redes sociales”.
El catedrático de Comunicación Audiovisual aseguró además que los Millennials están llamados a cambiar en mundo en tanto son jóvenes y deberán tomar el timón de la ruta, pero que la verdadera cuestión es si se puede hablar de tercera o cuarta revolución industrial “y los Millennials van a estar ahí porque son la gente joven y ser joven es un valor, pero también es un problema”.
Fernández Recuero, sin embargo, fue más crítico al señalar que quienes están haciendo los cambios no son los Millennials, quienes, en su opinión, “a veces acaban por defender una causa que no conocen, debido a la falta de reflexión, entonces tienen que venir Bauman o Chomsky a explicar lo que está pasando”.
Datos, privacidad y responsabilidad
En el debate hubo un claro consenso en torno a que la cantidad, el volumen de datos y de información disponibles actualmente no lleva forzosamente a estar mejor informado y que el acceso a las tecnologías digitales implica cierta pérdida de intimidad o incluso exposición, debido a los datos que se dejan en el camino.
“La era de la abundancia de la información también tiene problemas y por eso no hay que generalizar, en España también tenemos Millennials ninis y el uso que hacen de la red es distinto que el de aquellos que la pueden utilizar para formarse, mejorar, competir…internet bajo la apariencia de que está todo, tiene usos completamente distintos”, indicó Álvarez Monzoncillo.
Frente a la polémica entono a la privacidad, a la huella digital que dejan nuestras conexiones, nuestros datos, para que las empresas o el Estado nos conozcan mejor, Ángel Fernández afirmó que paralelo a la híper-información se debe desarrollar la habilidad de la discriminación. “El que quiera informarse mejor deberá aprender a filtrar, analizar y acercarse a los sitios que le ofrezcan mejor información, pero hay un problema de cognición y es que los seres humanos tienen a rodearse de cosas que les son cómodas y que les dan razón en lo que ya se piensa, por eso aquí los profesores, los maestros, tienen un papel que jugar guiando para que la gente use la híper-información en su beneficio”.
Así mismo, el cofundador de Jot Down Magazine fue enfático al afirmar que “evidentemente yo prefiero vivir en esta sociedad donde mis datos pueden ser encontrados, a vivir hace 35 años en una sociedad donde no había libertades” y desde su punto de vista esto implica asumir la responsabilidad como usuario, superar la comodidad o el hedonismo y el hecho de pensar que es el Estado quien tiene que protegernos en todo momento.
Finalmente, en un mundo global y conectado permanentemente, donde crece el consumo de información a través de las redes sociales, donde el auge del emprendimiento es la respuesta a la escasez de oportunidades en el mundo corporativo; donde en ocasiones el talento se impone a los estudios formales; donde muchos se sienten frustrados o impotentes ante una clase política que no los representa o ante el avance del cambio climático, el mundo Millennial vive un punto de inflexión, aún con muchas más preguntas que respuestas.
Augusta Ada King, Condesa de Lovelace – destacada matemática, escritora, icono de la igualdad de género en la tecnología y titular de un nombre fantástico – El 13 de octubre se celebran sus logros pioneros en ciencia y tecnología.
Ada Lovelace tiende a ser designada como la primera programadora de computadoras del mundo. En 1843, tradujo un texto del matemático italiano Luigi Menabrea sobre la máquina analítica del matemático británico Charles Babbage. En su traducción Lovelace adjuntó una serie de notas que explican el funcionamiento del incipiente computador de Babbage. Estos aportes terminaron teniendo el doble de la longitud del texto en sí, y en una sección describen un algoritmo que la máquina analítica podría usar para calcular los números de Bernoulli.
Aunque la máquina nunca se construyó, ni el código se probó, la secuencia de operaciones descrita es citada a menudo como la primera específicamente diseñada para su uso con un ordenador. Las notas de Lovelace mostraron además, conciencia conceptual sobre el potencial de la máquina analítica.
«La máquina analítica no tiene pretensiones de originar nada. Puede hacer lo que sea que nosotros sepamos ordenarle realizar…Pero es probable que ejerza una influencia indirecta y recíproca en la ciencia misma”.
Lovelace describió conceptos como el bucle y la subrutina y se definía a sí misma como analista y metafísica.
Esta científica escribió un completo plan describiendo el algoritmo necesario que permite calcular los valores de los números de Bernoulli utilizando dos bucles, demostrando las capacidades de bifurcación de la máquina analítica. Asimismo describió cómo realizar operaciones trigonométricas que hacían uso de variables también en la máquina analítica de Babbage y definió el uso de tarjetas perforadas para programarla.
Lovelace como símbolo
Mientras que la historia personal de Lovelace es fascinante, en la última década se ha convertido en un símbolo para un asunto más amplio.
Ada Lovelace Day fue fundado en 2009 por el consultor de software social Suw Charman-Anderson, buscando arrojar luz sobre esta pionera tecnóloga victoriana y como una forma de llamar la atención sobre las contribuciones de las mujeres a ciencia y la tecnología, a lo largo de la historia.
Para celebrar el día, BBC Radio 4 difundió la lectura de las cartas de Lovelace, mientras que mujeres de todo el mundo compartieron sus experiencias acerca de trabajar en temas que van desde la microscopía electrónica a la arqueología en Twitter mediante el hashtag #AdaLovelaceDay.
En áreas donde las mujeres tienden a estar insuficientemente representadas, Ada Lovelace Day es una ocasión importante para luchar contra los prejuicios y preconceptos inconscientes (y tal vez conscientes) acerca de las personas que trabajan en universidades y laboratorios. ¿Porque es esto importante? Porque, como Stewart Mitchell señala, el sexismo cotidiano que se vive desde escuelas hasta empresas consolidadas y altamente reconocidas, está empujando a las mujeres lejos de carreras en tecnología.
De izq a derecha: Lucía Álvarez, Rosa María Sainz, Francisco Manzanero, Rafael Luque, Mónica Martínez Walter, Elena Pisonero y David del Val. Fuente: Fundación Telefónica
Por: Soraya Carvajal B.
¿Sabe usted por qué son importantes los datos que generan los ciudadanos cuando hacen una compra con tarjeta o una transacción bancaria, consultan al médico, realizan una llamada telefónica, navegan por internet, usan un videojuego, etc.?, ¿Qué hacen las compañías que trabajan con estos datos?, ¿Cuáles son los usos?.
En la segunda sesión de “Vivir en un mar de datos” se abordó la relación entre el Big Data y la visión y proyectos que las compañías de este sector vienen desarrollando en España, a fin de aportar nuevas soluciones y negocios, facilitar el crecimiento de las empresas, así como establecer nuevas relaciones y alianzas.
En el evento Lucía Álvarez, Responsable de Analítica de Negocio de IBM para España, Israel, Grecia y Portugal, señaló que teniendo en cuenta que los datos son la nueva materia prima, para su compañía es relevante entender cómo extraer el valor de la información que se está generando, saber cómo utilizarla, cómo transformarla y sacar partido de ella para convertirla en una ventaja competitiva, en una transformación de las líneas de negocio.
Álvarez aseguró que cada día se genera una inmensa cantidad de datos en los más variados sectores. Así, cada segundo se producen en el mundo 10 mil pagos con tarjeta; cada año se publican 700 mil artículos médicos y las mismas empresas generan mucha información a través de todas sus interacciones, por eso, para esta directiva, el reto está en ser capaz de captar el dato en el momento en que se produce, pues la información tiene una temporalidad que es necesario saber aprovechar.
“El Big Data permite a las empresas conocer bien a sus clientes para ofrecerles un servicio más personalizado, predecir sus comportamientos futuros, analizar patrones y detectar comportamientos fraudulentos”, afirmó.
Para Álvarez las empresas que están invirtiendo en el valor de los datos tienen un incremento en la satisfacción de los clientes, lo que genera un retorno, pues “los estudios señalan que las empresas que surgen alrededor del dato tienen 3 veces más posibilidades de éxito que las que no lo hacen y que por cada dólar invertido en datos y analítica las empresas recuperan 13 dólares”.
Actualmente los trabajos de analítica más demandados en su compañía son aquellos dirigidos a detectar el fraude, al igual que la demanda de soluciones que permitan integrar los distintos servicios de la ciudad, soluciones en el área de la sanidad o servicios de ventanilla única, entre otros.
A su vez, Francisco Manzanero, Director General de HP Software para España y Portugal, afirmó que cada día se genera una ingente cantidad de datos que incluyen el data machine, los contenidos multimedia, información estructurada, información de telemetría, tráfico, etc., y el reto está en ser capaz de capturar toda la información para tomar las mejores decisiones, entender a los clientes y darles el mejor servicio acorde a sus necesidades.
“Big Data es conocer mejor a nuestros clientes y vivir la realidad, el día a día de sus necesidades (…) por eso vamos a necesitar soluciones que capturen todo tipo de información: estructurada, clásica, información humana, etc. Tenemos que adaptar nuestros productos y servicios en tiempo real”.
Este dirigente aseguró que sus principales clientes en Big Data son “las empresas de la nueva tecnología que han entendido la importancia de la monetización del dato”, pero que el abanico de posibilidades es tan amplio que también trabajan en producir soluciones para los sectores del petróleo, atención sanitaria, administración central, prevención del crimen e incluso interpol.
Para Manzanero es claro que el “Big data lo está cambiando todo y gracias a ello el sector IT está en los consejos de empresa”.
Big data
¿Oportunidad de negocio o burbuja?
¿El Big Data es un negocio o puede ser una burbuja?, esa fue la retadora pregunta de Mónica Martínez Walter, Presidenta del grupo tecnológico internacional GMV, para quien aunque este sector tenga una importante resonancia mediática se debe tener en cuenta que “no siempre el Big Data es la solución”, sino que, por el contrario, puede ser un gran problema si los datos son erróneos, heterogéneos o no tienen calidad.
La Presidenta de GMV aseguró que el Big Data requiere herramientas, personal cualificado, infraestructura y tener claro el modelo de negocio. Para esta directiva además, uno de los principales problemas que actualmente afrontan las compañías del sector es la escasez de personal especializado pues, en su concepto, estos profesionales deben ser una mezcla entre informático, matemático, estadístico, tener olfato para los negocios y saber comunicar eficazmente los resultados.
“El valor real de los datos proviene de entender el valor de los negocios, hacer preguntas prácticas y apoyar la toma de decisiones (…) Hace falta el talento para discernir dónde están las oportunidades, tener una cantidad de datos por delante y plantear una pregunta práctica que vaya a tener consecuencias para el negocio, que vaya a ser fundamental”.
Martínez Walter indicó que, dado que internet no es un entorno seguro, su compañía está trabajando en ayudar a sus clientes a protegerse de los diferentes ataques que surgen en la red, detectar vulnerabilidades y levantar las alarmas en tiempo real. “Trabajamos la prevención del fraude con tarjetas bancarias, análisis de vigilancia digital, gestión de datos clínicos, agricultura de precisión, entre otros”.
Finalmente esta dirigente afirmó que teniendo en cuenta que el Estado no es sólo un cliente, sino también un propietario de datos, que son de todos, debería hacer esta información accesible, generando así oportunidades de negocio.
A su vez, la Presidenta de Hispasat, Elena Pisonero, afirmó que, en términos generales, el Big Data consiste en captar información para tomar decisiones de forma más eficiente y eficaz. Esta directiva considera que hoy en día “los datos son oro molido”, si se saben utilizar con las preguntas adecuadas. Por eso, piensa que es fundamental crear equipos diversos y polivalentes para generar las mejores soluciones.
Según Pisonero aunque los avances tecnológicos siempre producen miedo y aunque habrá casos de éxito y miles de casos de fracaso, la revolución del Big Data es un proceso imparable, pues la tecnología, además de dar soporte aporta una nueva dimensión estratégica. Por ello, aseguró que las corporaciones tendrán más capacidad de innovar, ampliarán el sistema de pensamiento, sus redes, etc.
Y teniendo en cuenta que actualmente los satélites son agentes fundamentales para transmitir todo tipo de información, la presidenta de Hispasat precisó que los principales usuarios de su compañía son los sectores militar y de defensa; de transporte y carga y finalmente la administración civil, en ese orden.
David del Val, Consejero Delegado de Telefónica en I+D, afirmó que el Big Data es un concepto que lleva ya bastantes años, que se define por el volumen, la variedad y la velocidad de los datos, que genera valor y ayuda a predecir el futuro.
Del Val aseguró que a diario en su compañía trabajan con una gran cantidad de datos de los clientes, referidos a las llamadas que hacen, sus conexiones a las diferentes antenas, los lugares por dónde se desplazan, etc., y esa información la utilizan en el ámbito interno para hacer la planificación de sus redes, definir dónde instalan las antenas, entre otros aspectos.
En el ámbito externo, según del Val ya vienen dando pasos hacia internet de las cosas, para que todo objeto que tenga un microprocesador pueda conectarse a internet.
Para Del Val, en Big Data cada vez será más normal que se combinen diferentes fuentes de información y los datos más variopintos, y con internet de las cosas van a empezar a surgir muchos más datos y aplicaciones que combinarán toda esta información.
Pero, a pesar del prospero panorama, este directivo de I+D señaló que el reto más desafiante se refiere a la velocidad en la emisión de los datos, pues cada vez es más necesario que los datos lleguen rápidamente, que se envíen en tiempo real a los lugares donde serán analizados y eso se complica porque a medida que avanza la velocidad en la emisión de datos, los sensores deberán contar con baterías mucho más duraderas, para que el modelo de negocio sea sostenible, pues no es viable estar cambiando la batería cada tres meses. “Al aumentar la velocidad de emisión se necesitarán baterías de 10 años de duración, pero actualmente que las baterías duren más sólo se consigue haciendo que emitan a muy baja velocidad”.
Código Ético
Respecto al debate sobre la legalidad y ética de la recolección y manejo de los datos todos los representantes empresariales coincidieron en señalar que entre los ciudadanos prima el temor y la desconfianza sobre la cesión y el uso que se pueda hacer de sus datos, y generalmente tienen la sensación de que dan mucho a cambio de los servicios que reciben.
Así mismo, señalaron que el sector del Big Data debe ordenarse, pues falta un marco legislativo que establezca los límites de la privacidad o un código ético que impulse acciones como por ejemplo, trabajar con datos anonimizados (sin nombres).
Sin embargo, para todos es claro que los datos son una fuente de dinero, que el Big Data es una industria creciente y que deben redoblar sus inversiones para proteger los datos y evitar las fugas de información, porque el consenso general es que éste es un proceso imparable y “no se le pueden poner puertas al campo”.
Luis Fernández Sanz, Doctor en Informática, profesor e investigador de la Universidad de Alcalá de Henares, especializado en Calidad e Ingeniería del Software, al igual que en los factores humanos de las profesiones IT. Es vicepresidente de ATI , fue vicepresidente de CEPIS (2011-2013) y ha estado vinculado a la promoción del punto de contacto nacional de ECWT, iniciativa líder en Europa para garantizar la dimensión de género en la Agenda Digital, buscando vías y medios para la integración de una masa crítica de mujeres en el acceso, diseño, investigación, innovación, producción y el uso de las TIC en el período 2011-2020.
¿Existe una cultura masculinizada de las carreras tecnológicas y de ingenierías (en aulas, entorno social, medios de comunicación, etc.) que puede incidir desanimando a las chicas de escoger carreras tecnológicas o de ingenierías?
L.F.S: Según mi experiencia y en el caso referido al estudio que realizamos, las alumnas de mi universidad que eligieron la carrera de Informática manifestaron no encontrar una cultura masculinizada en las aulas. Sin embargo, en el ámbito exterior, en la sociedad en general se atribuye que la persona que estudia y que trabaja en informática coincide con una idea masculina.
Aunque en la universidad, en las carreras tecnológicas hay más chicos que chicas, al igual que más hombres entre el profesorado, las estudiantes manifestaron que no era una presión que las desanimara. Pero en la adolescencia cuando las chicas deciden el tipo de carrera a elegir siguen una especie de patrones marcados por la imagen general, por lo que considera la sociedad, así que cuando más “hard” es la carrera, cuanto más aspectos exclusivamente técnicos aborda, hay menos estudiantes mujeres; por ejemplo en ingeniería de computadores, donde hay mucha electrónica, hay una cantidad de chicas más reducida.
Pero en la ingeniería informática u otras disciplinas no tan estrictamente súper técnicas, como el grado en sistemas de información, donde un 30 o 40% de los componentes de la carrera están relacionados con administración de empresas y el área comercial, la cantidad de chicas es superior, triplica a la del grado en ingeniería de computadores. Sí, es cierto que si las carreras son demasiado técnicas o tecnológicas y no tienen un componente social, las chicas prefieren no cursarlas.
¿Qué se puede hacer desde el ámbito familiar para despertar el interés de niñas y adolescentes por las profesiones tecnológicas y de ingeniería?
L.F.S: La Unión Europea hace una campaña cada 2 años para la promoción de las habilidades digitales que apunta a la etapa de las vocaciones, en la educación primaria y secundaria, y también trata de dar más información para que los padres sepan en qué consiste o qué puede ser un profesional de las tecnologías y que no tengan una imagen extraña, que no coincide con la realidad acerca de los mismos. La UE, el Consejo Europeo de Sociedades Profesionales Informáticas- CEPIS, la Asociación de Técnicos de Informática- ATI y las universidades están estimulando a las jóvenes a participar en distintas iniciativas. En este sentido, hay un premio europeo llamado Digital Girls que está abierto hasta octubre para que participe cualquier chica de los países europeos según la edad. Estas actividades tratan de generar interés, al igual que combatir imágenes distorsionadas acerca de estas profesiones.
¿La dificultad en la conciliación de la vida familiar y laboral incide en la baja participación de las mujeres en las profesiones tecnológicas y de ingenierías?
L.F.S: Actualmente es difícil encontrar una profesión donde no se esté pidiendo más trabajo y horas extras a los trabajadores. Ahora mismo la mayoría de las compañías piden más de lo que deberían hacer los profesionales, pero también conocemos lo que ocurre en el ámbito de la medicina, por ejemplo, cuyas facultades están llenas de mujeres y donde los turnos, en ocasiones demoledores, son parte del aprendizaje y en este caso eso no echa atrás a las chicas, porque hay una vocación, un interés, ellas saben que hay dificultades pero las van a asumir y van a cursar la carrera. Hay un estudio europeo que dijo que a las mujeres esto no les preocupa, pero sí valoran la flexibilidad de horarios, por lo tanto si cuentan con ello se apañan.
El gran problema de la informática y las tecnologías es que las empresas no han trabajado bien y cuando llega el momento de finalización de los proyectos se trabaja con urgencia, al final. Paradójicamente, la informática es uno de los sectores donde es más fácil tener una gran cantidad de teletrabajo y lo que debe interesar es la dirección por objetivos, que los profesionales cumplan los objetivos, así las mujeres podrán organizarse y tener tiempo para los diferentes aspectos de sus vidas.
¿Por qué es importante que más mujeres opten o se vinculen a las carreras tecnológicas y de ingeniería?
L.F.S: Porque la demanda de profesionales de Tecnologías de la Información e ingenierías crece y va a seguir creciendo, y si el 50% de la población dice que estas áreas no le interesan, va a ser un freno económico y social para los países. Además, en estas carreras hay unas posibilidades de empleabilidad mucho mayores que en otras y si las mujeres, por estereotipos, no están participando, van a perderse ese yacimiento de empleo.
Además, se ha comprobado que, a efectos de proporcionar mejores soluciones a los clientes, es importante que haya mayores puntos de vista, la diversidad es necesaria porque así se pueden ofrecer respuestas más amplias e incluyentes. Adicionalmente, tiene que haber una cierta variedad, una masa crítica y todo tipo de recursos humanos. Los entornos multidisciplinares e internacionales darán mejores resultados.
¿Faltan referentes femeninos en las carreras tecnológicas y de ingenierías?
L.F.S: En los primeros años de la informática hubo muchas mujeres trabajando, el lenguaje Cobol, por ejemplo, es una contribución de una mujer, Grace Hopper, almirante de la Armada de los Estados Unidos.
Los referentes, son importantes, en efecto, pueden tener su influencia y ha habido iniciativas en este sentido, pero también se ha presentado como referentes a empresarias que no tienen formación ni trayectoria técnica y que no son las personas adecuadas para resolver este tema. A las personas que tenemos que poner como ejemplo son a las ingenieras, licenciadas en ámbitos técnicos que están tomando decisiones y realizando labores de control a niveles muy elevados, dirigiendo diseños. También hay que señalar que ha habido intrusismo en la organización de modelos y hoy podemos encontrar a directoras generales de empresas tecnológicas que nunca tuvieron una formación en estas ramas.
A nivel europeo CEPIS ha presentado una lista de mujeres con perfiles técnicos que han tenido éxito en distintos ámbitos y desde ATI y con la ayuda de Cionet, empresa que están creando una red de networking de CIOs y directores TIC se está dando a conocer a destacadas mujeres del sector técnico y tecnológico, creemos que esto es mucho más efectivo y es donde los medios deberían incidir.
¿Y respecto a las políticas orientadas a romper la brecha de género en los sectores de las ingenierías y las TIC?
L.F.S: Lamentablemente en España no ha habido demasiada concienciación sobre la necesidad de tomar acciones efectivas en este aspecto, incluso desde las administraciones públicas, pues los análisis son muy cerrados, no se ha tratado de crear sinergias o un ambiente colaborativo con las asociaciones. Es muy probable que en pocos años, en nuestra sociedad, el 90% de los empleos requieran habilidades digitales y además hay una tendencia creciente a una desconexión entre oferta y demanda de personal cualificado, y estamos hablamos de cientos de miles de puestos de trabajo, que no serán fáciles de resolver con inmigración tecnológica, por ejemplo. Por eso creo que hay que tomárselo más en serio por parte de todos y obviamente desde los ámbitos administrativos y no considerar la baja inserción de las mujeres en las profesiones TIC solamente desde el ámbito de género, porque esto tiene que ver con los ámbitos productivo, social y económico del país. Se necesita colaboración y trabajo conjunto en forma seria y decidida.
Ante la pregunta de si es importante y necesario que las mujeres se incorporen a carreras científico tecnológicas, el consenso de los expertos indica que sí, porque las mujeres están sub-representadas en todo el sector STEM y especialmente en los cargos de toma de decisiones.
Así mismo, las mujeres son la mitad de la población y su talento es necesario para resolver los desafíos y problemas científicos y sociales. Además es necesario tener diversidad en todos los sectores y es importante contar con la creatividad, deseo de desarrollar innovaciones altruistas o la preferencia por trabajar en grupos que demuestran muchas mujeres en las áreas científico tecnológicas.
Otro factor destacado es que las disciplinas del área STEM están en expansión y pese a la baja natalidad, la crisis económica y al decreciente número de estudiantes de estas carreras en Europa, donde el número de títulos de grado prácticamente se ha estancado desde 2006, se estima que, aunque lentamente, la economía de la región se reactivará, demandando a nuevos trabajadores altamente cualificados en tecnologías de la información y/o con habilidades digitales.
De la misma manera, un estudio de la Comisión Europea afirma que la incorporación de las mujeres en puestos de trabajo digitales impulsaría el PIB anual de la región en 9.000 millones de euros y que un cambio de política en este área es necesario debido a la alarmante baja de mujeres graduadas en TIC, porque actualmente sólo 29 de cada 1.000 mujeres de postgrado tiene un grado previo relacionado con tecnologías y computación, y solamente 4 trabajarán en las TIC directamente.
Iniciativas
Para cambiar actitudes, combatir los prejuicios y la asignación de roles e incorporar la perspectiva de género en las disciplinas tecnológicas han surgido diferentes iniciativas académicas, gremiales, de organizaciones sociales y gubernamentales.
En el ámbito internacional iniciativas como Women’s Technology Program, del MIT; Girls who Code, She++ de la Universidad de Stanford, Girls in ICT o Engineer Girl están encaminadas a despertar el interés de las niñas, adolescentes y estudiantes universitarias por las ingenierías y la tecnología, para que conozcan estos sectores y sus posibilidades, pues en Estados Unidos el sector de las ingenierías y la tecnología ha sido calificado como estratégico para el desarrollo futuro, por parte del gobierno.
A nivel local el Programa Valentina, iniciativa liderada por la Universidad Politécnica de Valencia que con su nombre homenajea a Valentina Tereshkova, primera mujer astronauta, trata de combatir la desigualdad entre hombres y mujeres en las carreras técnicas desarrollando actividades y talleres en institutos de secundaria y haciendo más visibles a las mujeres ingenieras.
Así mismo, Girl’s Day , Agile Girls o el Premio Ada Byron buscan acercar a alumnas de enseñanza secundaria al mundo de la ingeniería y la tecnología; crear comunidad de programadoras e informáticas; y fomentar la igualdad de mujeres y hombres aumentando la presencia femenina en las vocaciones tecnológicas e incidiendo en el reconocimiento de las profesionales del sector, respectivamente.
Hoy está completamente aceptado que las ingenierías y las tecnologías de la información serán decisivas en el futuro de cualquier país. En este sentido, el Institute for the Future ha señalado que la fuerza de trabajo futura se verá influenciada por la difusión de los sistemas y dispositivos inteligentes, los progresos en sistemas informáticos, tales como los dispositivos sensores, y la potencia de procesamiento; las nuevas tecnologías multimedia, la constante evolución de los medios de comunicación social y un mundo totalmente interconectado.
En consonancia con ello, el reporte Women Active in the ICT Sector, señala que en la Unión Europea los esfuerzos deben centrarse en mejorar la imagen de la industria digital; empoderar a las mujeres del sector, ofreciéndoles trayectorias más claras; mejorar el acceso a los programas de capitales semilla y de riesgo para las mujeres empresarias y mejorar las condiciones de trabajo en el sector, pues es claro que las mujeres son claves para fomentar una economía competitiva que dé respuesta a los retos de la sociedad, basándose en el conocimiento y apostando por la inclusión y la sostenibilidad.
¿Puede mencionar a alguna de las mujeres que han jugado un papel decisivo en las ingenierías, las tecnologías de la información o la computación, participando en la creación de los fundamentos de la conmutación, las tecnologías inalámbricas, las conexiones a internet o algunos de los lenguajes de programación, entre otros?
Hay numerosos ejemplos de profesionales de ciencias de la computación, ingeniería electrónica, informática, de telecomunicaciones, telemática, etc., que han y están haciendo aportes decisivos en las disciplinas científico tecnológicas, aunque en la mayoría de los casos son poco conocidas, más allá de sus entornos de trabajo o comunidades científicas.
Entre la amplia lista cabe mencionar a Ada Lovelace, considerada la creadora del primer programa de ordenador; las seis programadoras del proyecto ENIAC (ordenador electrónico digital con fines generales a gran escala) creado para resolver los problemas de balística del ejército de Estados Unidos y que estuvo muy relacionado con el proyecto Colossus, que se utilizó para descifrar el código alemán durante la Segunda Guerra Mundial; Grace Murray Hopper, pionera en el mundo de la informática e inventora del lenguaje COBOL; Radia Perlman, creadora del protocolo Spanning Tree (SPA), que permite a los aparatos de interconexión activar o desactivar automáticamente los enlaces de conexión y gracias al cual se pudo desarrollar Internet o Deborah Estrin, pionera en el desarrollo de sistemas móviles e inalámbricos para recoger y analizar datos en tiempo real sobre el mundo físico y la gente, por sólo mencionar algunas.
En el ámbito español algunas de las ingenieras destacadas son Nuria Oliver Ramírez, Ingeniera de Telecomunicaciones, con doctorado en el MIT, ha trabajado en diferentes empresas a nivel mundial y recibió el Premio Nacional de Ingenieros de Telecomunicaciones en 1994; María Teresa González Aguado, primera Doctora en Ingeniería de Minas en España y profesora universitaria, ha investigado sobre cemento, minas y cartografía geológica; Amparo Moraleda Martínez, ingeniera industrial con una destacada trayectoria en IBM donde ocupó el cargo de adjunta de la presidencia mundial de la compañía; posteriormente presidenta de IBM Iberia, directiva de Iberdrola y de SSIE Iluminación Eficiente; Teresa Riera, doctora en Informática, quien ha investigado en lógica no clásica, razonamiento aproximado y sus aplicaciones a la inteligencia artificial y Magda Salarich, ingeniera industrial, que ha desempeñado importantes cargos en Citroën y ha recibido distintos premios por sus logros, entre ellos el premio Women Together de la Unesco.
Actualmente es claro que las ciencias, las ingenierías y la tecnología son áreas claves para el desarrollo económico y social, la innovación y la competitividad de cualquier país. Sin embargo año tras año en todo el mundo decrecen las vocaciones científico tecnológicas entre los jóvenes, situación especialmente visible en el caso de las mujeres, donde cada vez son menos las que deciden realizar una carrera en el área STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés).
El informe de My College Options encontró que para el año 2012-2013 las estudiantes estadounidenses expresaron menor interés por las carreras de las disciplinas STEM, un 14,5%, en comparación con el 39,6% de los varones, aunque paradójicamente las chicas presentaron un interés considerable en las asignaturas de ciencias, siendo biología, la segunda disciplina más popular tema para estudiar, al atraer al 24,7% de las niñas, en comparación con sólo el 6,3% de los estudiantes hombres. El informe registró además que la biología marina y las matemáticas también despertaron mayor interés entre las chicas que en los chicos.
Situación similar sucede en España donde en la última década ha disminuido notablemente el ingreso de estudiantes en las carreras TIC, pues como señala el estudio La falta de ingenieros TIC; situación actual y perspectivas, de Everys, en 2010 se matricularon un 44% menos de estudiantes en carreras universitarias TIC y un 35% menos en los ciclos de grado superior de informática que en 2001. Y se calcula que en el año 2019 habrá un 40% menos de nuevos titulados en carreras y ciclos formativos de grado superior de tecnologías de la Información en el país.
Paralelo a esto, la brecha de género entre los estudiantes y profesionales de ingenierías y tecnologías sigue aumentando, aunque, por otra parte, crezca el número de mujeres consumidoras de gadgets o usuarias de dispositivos tecnológicos.
Así, según el avance estadístico Datos Básicos del Sistema Universitario Español, del Ministerio de Educación, aunque en el curso 2012-2013 el 54,3% de los estudiantes universitarios en España fueron mujeres, el 73,9% de los alumnos en las ramas de ingeniería y arquitectura fueron hombres y sólo el 26.1% mujeres, evidenciando además una caída pues, en el curso 2005-2006 en España las mujeres matriculadas en ciencias tecnológicas representaba el 27,6%. Cabe mencionar que esta tendencia se invierte en Educación Infantil o en las carreras de Ciencias de la Salud donde las mujeres fueron el 70,1% de los estudiantes.
En esta misma línea, el estudio Factores influyentes en la elección de estudios científicos, tecnológicos y matemáticos, señala que en los últimos años la disminución en las matriculaciones de las carreras TIC en Cataluña ha alcanzado el 46% y la caída en el número de estudiantes de nuevo ingreso en el bachillerato en Ciencias y Tecnología se situó en un 19% para el período 2001-02 a 2009-10, mientras que a nivel nacional este porcentaje alcanzó el 12%.
Así mismo, el documento del MEN para el curso 2012-2013 afirma que “seguramente como efecto ligado a la crisis, se ha reducido considerablemente la demanda de titulaciones del ámbito de ingeniería, industria y construcción y se ha producido un incremento importante en la demanda de enseñanzas de salud y servicios sociales (…) Por último, una vez más, cabe destacar la pérdida de vocaciones (demanda) en el ámbito de ciencias, así como una ligera reducción en la oferta y en la matrícula. Las titulaciones de esta rama están en caída a pesar de tener muy buenos resultados en el ámbito de la investigación, de los sexenios de los profesores y de la inserción laboral en el medio plazo”.
Por otra parte, el capítulo de educación del Anuario Estadístico de España 2014, del INE indica que para el curso 2011-2012 en todas las ramas del conocimiento, en las universidades españolas (públicas y privadas), se matricularon más mujeres que hombres, a excepción del área de ingenierías y arquitectura, donde de los 332.247 estudiantes matriculados, 245.010 fueron hombres y 87.237 mujeres. También, en el curso mencionado egresaron más mujeres que hombres en todas las áreas, a excepción de las Ingenierías y Arquitectura, donde de los 46.734 estudiantes egresados, 33.785 fueron hombres y 12.949 fueron mujeres.
Razones de la desmotivación
Entre los diferentes factores que inciden para que las adolescentes ni siquiera se planteen la posibilidad de cursar estudios científico tecnológicos y que esas carreras en su mayoría estén copadas por hombres, están las ideas preconcebidas acerca de estas disciplinas, que tienen poco que ver con la realidad; los estereotipos que señalan que las tecnologías son sólo aptas para hombres y están encasilladas como profesiones exigentes, difíciles, con altos volúmenes de trabajo y horarios agotadores.
Pero también intervienen los prejuicios y roles de género que dicta la sociedad desde la infancia y que, por ejemplo, insisten en asignar juguetes diferenciados por sexo, reservando así los kits de herramientas o mecánica, vehículos de construcción, legos o circuitos de coches, a los chicos, reforzando a la vez sus capacidades de iniciativa, acción, decisión o asertividad y reservando las muñecas, princesas, bebés, accesorios de cuidados, set de vestidos o de maquillaje a las chicas, transmitiéndoles así que ellas son aptas para los cuidados, la comprensión y la entrega, para comprobarlo basta con ver las webs de tiendas de juguetes infantiles.
Otra variable que incide en esta situación es la falta de políticas educativas que promuevan la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, de manera que desde los primeros cursos escolares se promueva la elección de carrera en función de los intereses y no del sexo, dejando de reforzar entre las chicas la femineidad y los valores asociados de protección, cuidado, o atención a los dependientes y al hogar, y la masculinidad entre los chicos, asociada a la producción, la toma de decisiones y la acción.
Las imágenes y estereotipos predominantes y difundidos por los medios de comunicación, donde las mujeres científicas o ingenieras prácticamente están ausentes, siendo excepción las protagonistas del sector de la salud y donde generalmente las profesiones científicas y tecnológicas son desempeñadas por hombres brillantes pero extraños y/o con pocas habilidades sociales (geeks, frikis, solitarios), también juegan un papel en el momento de la elección profesional.
Otra de las razones a tener en cuenta es que aún existen pocos referentes o modelos femeninos de científicas, ingenierías o tecnólogas ampliamente conocidas y por eso, cuando se trata de mencionar a alguna, la mayoría aún señala a María Curie.
Pero además, en España la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa- LOMCE, establece que la tecnología deja de ser obligatoria a partir de tercero de la ESO, delegando los conocimientos y habilidades en este sector a la formación profesional y no al bachillerato, decisión duramente cuestionada por el profesorado de esta rama.
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Educación 2.0 Retos educativos en las sociedades híper-conectadas
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La implantación de las tecnologías de la información y el conocimiento en el ámbito de la educación brinda extraordinarias oportunidades al ampliar el abanico de posibilidades, recursos y realidades de aprendizaje. Pero también plantea nuevos retos que se deben gestionar adecuadamente por parte de los distintos agentes que conforman los sistemas educativos, si se quieren convertir dichas oportunidades en fructíferas realidades.
La correcta apropiación e integración de estas tecnologías a la rutina educativa, la exigencia de adaptación a este contexto o la necesidad de hacer un uso conveniente de los recursos disponibles, son solo algunos de los desafíos a los que se enfrentan docentes, alumnos e instituciones en este entorno educativo, cimentado en las sociedades híper-conectadas.
Este documento analiza la pluralidad de situaciones que se presentan en el sistema educativo, desde distintos proyectos internacionales, con el nexo común de encarar los desafíos que se presentan cuando se integran las herramientas digitales en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en un contexto globalizado. Texto completo
Adentrarse en el mundo de los jóvenes “trendsetters” , es decir, aquellos que proponen e instauran tendencias innovadoras en el desarrollo social y cultural, haciendo uso de diferentes conocimientos, capacidades y tecnologías y generando a la vez nuevas necesidades de aprendizaje, conexiones sociales, productos culturales, estilos de vida y de trabajo, es el objetivo de la investigación “Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales. Prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música” realizada por una veintena de investigadores asentados los dos lados del Atlántico y coordinada por los antropólogos sociales Néstor García Canclini, Francisco Cruces y Maritza Urteaga Castro Pozo.
Este estudio comparativo, presenta una radiografía de esos jóvenes que están innovando en los campos editorial, musical, literario, artístico, entre otros en Madrid y Ciudad de México. Jóvenes que están desarrollando estrategias creativas y redes culturales dentro de las lógicas de interactividad entre el arte, la educación y el aprendizaje continuo, así como dentro de las dinámicas sociales de producción y difusión cultural, que se encuentran en proceso de transformación y reconstrucción.
La investigación, cuyo libro -editado por Ariel y Fundación Telefónica- fue presentado en Madrid, es un punto de encuentro de “insatisfacciones” entre dos trabajos que venían desarrollándose previamente, pues mientras el equipo de investigadores de Madrid trabajaba sobre prácticas emergentes en esta ciudad, el equipo de Ciudad de México estaba abordando la noción de trendsetters, al igual que la creatividad en nuevas formas de inserción social en redes. A partir de ahí los investigadores fueron encontrando semejanzas y diferencias, mientras perfilaban y reconfiguraban el objeto de estudio.
Presentación del libro «Jovenes, culturas urbanas y redes digitales». De izda. a dcha: José de la Peña; director de Educación y Conocimiento en Red de Fundación Telefónica; Néstor García Canclini, investigador, antropólogo social y coordinador del libro; Carles Freixa, catedrático de la Universidad de Lérida y Francisco Cruces, antropólogo, investigador y coordinador la investigación.Néstor García Canclini señaló que el estudio arrojó varios descubrimientos, entre ellos, que los jóvenes conciben y dan más importancia al proyecto que a una carrera como tal, pues han interiorizado que hay que ir trabajando por proyectos, probablemente porque hoy viven en condiciones de precariedad laboral, hasta el punto de que “la precariedad es un componente constitutivo de la experiencia juvenil”.
A su vez, Francisco Cruces Villalobos señaló que este estudio, en el que los investigadores convivieron durante dos años con los jóvenes, analizó las prácticas culturales y actividades de poetas, community managers, blogueros, editores, coolhunters, peluqueros, Vjs, entre muchos otros creadores y se comprobó que los jóvenes cuentan con referentes diversos y trasnacionales (como Lady Gaga o Mark Zuckerberg); que no trabajan en un solo campo, sino que trasiegan y experimentan en diferentes disciplinas, crean nuevas profesiones, están interconectados y siempre mediados por lo digital.
“Nos interesaba documentar in situ la creación cultural con los mismos jóvenes, no sólo documentar la obra, sino el proceso de creación, su lógica cotidiana, entender sus prácticas en la creación, conocer sus espacios de encuentro e intercambio y el proceso de producción colectiva del conocimiento“, afirmó Cruces. Para ello se emplearon distintas metodologías de abordaje, desde el cuestionario interactivo, hasta la investigación acción participante.
La investigación plantea además que aunque hace 15 o 20 años se hablaba de tribus, ligadas al concepto de territorialidad, pues los jóvenes se reunían en un espacio específico de la ciudad, ahora se habla más de “tendencias” (internacionales, transfronterizas) que atraviesan distintas disciplinas y donde los jóvenes cuentan con otros modos de apropiación más flexibles, inestables, donde lo digital lo atraviesa todo, al igual que el deseo de experimentar muchas actividades.
Carles Feixa, catedrático de la Universidad de Lérida y uno de los primeros lectores de la obra, asegura que el libro plantea que la cultura juvenil puede ser una forma de trabajo, una forma de ganarse la vida, por necesidad o por virtud, porque los jóvenes están excluidos del mercado laboral y viven en situación de desempleo y precariedad laboral. Y, afirma Feixa, en medio de este panorama la investigación evidencia que los jóvenes estudian, trabajan, emprenden, crean empresa, hacen otras cosas y también inventan su propia biografía.
García Canclini aclaró que el estudio abordó los procesos creativos de cierto tipo de jóvenes, en su mayoría de clases medias o medias-altas, que trabajan por proyectos y cuentan con el respaldo familiar, profesional o institucional que les posibilita desarrollar sus iniciativas o acceder a ciertos circuitos artísticos. Sin embargo, el investigador señaló que la falta de oportunidades y el malestar generado por la misma, interconecta a muchos sectores, más allá de las diferencias socioeconómicas, ello explicaría el amplio respaldo que han tenido movimientos como “Yo soy 132” en México o el 15M (indignados) en España.
Sin embargo, el investigador manifestó que esa creatividad desarrollada en pequeños grupos no cambia el sistema porque para incidir en el mismo se necesitan formas de organización más fuertes, más amplias, que crezcan y establezcan más alianzas.
“En la relación de los jóvenes con lo establecido no hay una sola tendencia, hay quienes descreen de la sociedad y quienes creen que se puede trabajar, pero en todos prima la tendencia a trabajar en sus proyectos. También hay la idea de que los bienes culturales deben estar disponibles para todos y que lo digital es importante porque por ahí circula todo, hay nuevos y múltiples escenarios”, indica García Canclini.
En este sentido, Cruces Villalobos anotó además que el estudio pone de manifiesto que la creatividad no pertenece a nadie, sino que es una condición que se genera colectivamente, en la interacción, destacando además que muchos de los nuevos capitales simbólicos y creativos de los jóvenes estudiados vienen de los viejos capitales culturales que se han reconvertido, procedentes de sus padres o de su entorno, pues por ejemplo, algunos de los creadores son hijos de libreros, anticuarios, etc…
Para Francisco Cruces es evidente además que a los jóvenes creadores les importa mucho la calidad de su trabajo, que tenga sentido y que sea honesto, pero también anota que es claro que el mercado se alimenta de los jóvenes y aunque algunos tienen reconocimiento, muchos otros son parasitados por ese sistema que los transforma en un producto o en un consumo.
Finalmente Cruces y García Canclini coincidieron en señalar que una de las principales aportaciones del estudio, y del libro, es asumir que la inteligencia y la creación se hacen en equipo, ello explica el valor y la ambigüedad de un texto que en muchos aspectos plantea más preguntas que respuestas y deja abierto el tema de investigación.