Las mujeres se sienten impostoras en las disciplinas que valoran la «brillantez»

Unsplash. Christina @ wocintechchat.com

Artículo original publicado en Inglés en Science

Por: Mennatalla Ibrahim / Traducción: Soraya Carvajal B.

Las académicas que creen que la «brillantez» es un requisito para triunfar en su campo son más propensas a dudar de sus capacidades. Es un problema que afecta de forma desproporcionada a las mujeres, especialmente a las de grupos raciales y étnicos poco representados, según un nuevo estudio.

La investigación es la continuación de un hallazgo anterior según el cual en los campos que valoran más la brillantez que el trabajo duro, como las matemáticas y la física, se gradúan menos mujeres con un doctorado. Pero concluyeron que esta creencia en sí misma puede «desalentar la participación entre los miembros de los grupos que actualmente están estereotipados como no poseedores de este tipo de brillantez».

El nuevo estudio amplía ese trabajo examinando si las académicas en campos orientados a la «brillantez» sienten que no pertenecen a ese entorno. A partir de una encuesta realizada a casi 5.000 estudiantes STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) y estudiantes de posgrado en humanidades, postdoctorales, residentes de medicina y miembros del profesorado de nueve universidades estadounidenses, los investigadores encontraron que las mujeres de campos que valoran la brillantez eran más propensas a decir que se sentían como un fraude que sus compañeros hombres. Estos sentimientos fueron más prevalentes entre las mujeres de grupos raciales y étnicos sub-representados que entre las mujeres blancas y asiáticas. Los estudiantes de posgrado y los postdoctorales también afirmaron dudar de sus capacidades más que los miembros del profesorado, especialmente en los campos que valoran la brillantez. (Los encuestados no binarios no se incluyeron en el estudio debido al pequeño tamaño de la muestra).

Los resultados del estudio indican que el problema está profundamente arraigado en el entorno cultural en el que se desenvuelven los académicos, tanto dentro como fuera de la academia, dice Sarah-Jane Leslie, profesora de filosofía de la Universidad de Princeton y coautora de la investigación, que se publicó la semana pasada en el Journal of Educational Psychology. «Es mucho más difícil encontrar ejemplos en la cultura popular de mujeres, sobre todo de color, que, como un Sherlock Holmes o un Dr. House, tengan ese tipo de brillantez innata especial», afirma. «Incluso cuando se muestran mujeres consumadas, como una Hermione Granger, su intelecto suele basarse en el trabajo duro, la dedicación y las largas horas en la biblioteca, en contraposición a una especie de intelecto salvaje, innato y no enseñado».

Rachel Ivie, investigadora principal del Instituto Americano de Física, está de acuerdo y añade que el enfoque del estudio en las interacciones entre los múltiples aspectos de la propia identidad -en este caso, el género, la raza y la etnia- es especialmente importante. «Si queremos entender cómo campos como la física pueden retener a los mejores talentos, tenemos que entender cómo el entorno de la física está afectando a las personas de manera diferente en función de sus estatus interseccionales», dice.

Leslie y sus colegas, entre los que se encuentra Melis Muradoglu, autora principal de este estudio, esperan que los resultados impulsen a los académicos a pedir a las instituciones que se responsabilicen de su cultura laboral. «Muchas de las recomendaciones sobre cómo gestionar el síndrome del impostor/a se centran en lo que el individuo puede hacer, por ejemplo, ‘acepta tu propio éxito’ o quizás ‘exprésale a un mentor o colega cómo te sientes'», dice Muradoglu, candidata a doctora en psicología por la Universidad de Nueva York. El consejo es «bienintencionado y a veces útil, pero la responsabilidad debería recaer en el lugar de trabajo para crear entornos acogedores».

También puede ser el momento de alejarse de términos como «brillantez» y «síndrome del impostor», dice Ebony McGee, profesora asociada de diversidad y educación STEM en la Universidad de Vanderbilt que no participó en este estudio. «La gente siempre quiere decir que todo el mundo tiene el síndrome del impostor y que es normal, pero no es normal cuando te sitúan como un impostor. A menudo, así es como te perciben -no como te percibes a ti mismo- y lo interiorizas».

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¿Se mueve la sociedad en la dirección correcta con la tecnología que se apodera del mundo?

Artículo original en inglés-Forbes

Por: Andrea LoubierTraducido por: Soraya Carvajal

A lo largo de los últimos siglos, la sociedad ha sido testigo de los avances tecnológicos que han hecho que la vida cotidiana sea más fácil, más cómoda y, en definitiva, más interesante. En el siglo XXI, sin embargo, la tecnología ha dado un verdadero salto cualitativo: la realidad aumentada, el blockchain, la inteligencia artificial y la impresión 3D son solo algunos ejemplos de los inventos más recientes.

Aunque estamos acostumbrados a los avances de todo tipo, ¿el desarrollo de la tecnología es realmente bueno para la sociedad?

Algunas áreas en las que la tecnología ha cambiado nuestras vidas

Los avances tecnológicos ya han llegado a todos los ámbitos de la vida, y su impacto es especialmente notable en estos segmentos:

Estilo de vida. Desde trabajar de forma remota hasta pedir comida a domicilio o reservar una habitación de hotel en línea, la mayoría de las personas cuentan ahora con Internet como una parte insustituible de sus vidas. Los avances tecnológicos han reconfigurado por completo la rutina diaria del ser humano moderno.

La salud. La telesalud, la atención sanitaria en línea, las imágenes médicas en 3D y los dispositivos inteligentes para llevar puestos que registran la frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno en la sangre son sólo algunos ejemplos de los avances tecnológicos introducidos en la atención sanitaria en las últimas décadas.

Privacidad. En el mundo digital, la privacidad es más importante que nunca. Mientras aumentan los índices de ciberdelincuencia, que además es una innovación tecnológica reciente, avances como la criptografía y los programas antivirus dan un golpe de efecto, salvando la privacidad de los usuarios en línea.

La actitud de los jóvenes. Una gran parte de la generación moderna no puede literalmente imaginar su vida sin la tecnología: utilizan dispositivos inteligentes en casa y en la escuela, buscan en Google todo lo que quieren saber, llevan relojes inteligentes, hacen videollamadas y tienen robots y coches autodirigidos.

Los negocios. Innovaciones como la computación en la nube, el Big Data, la ciencia de los datos y la Inteligencia Artificial/Machine Learning han transformado por completo el panorama empresarial moderno. La pandemia de Covid-19 aceleró las transformaciones digitales, impulsando a la mayoría de las empresas a cambiar al modo remoto.

El comportamiento humano. Con la adopción masiva de dispositivos móviles inteligentes, las personas virtualizaron la mayoría de sus tareas cotidianas. Hay una aplicación móvil dedicada a todo: reservar un viaje, hacer un seguimiento de los hábitos alimenticios y de sueño, o incluso comprobar el aspecto que tendrá uno cuando envejezca.

¿Cómo ha afectado la tecnología a las personas?

Es indiscutible que, gracias a la tecnología, tenemos la oportunidad de vivir una vida que nuestros predecesores ni siquiera podían soñar. Pero, ¿todos los avances tecnológicos aportan algo bueno a nuestras vidas? O, tal vez, el impacto de las innovaciones tecnológicas es bastante ambiguo.

Impacto positivo de la tecnología

En un momento en que todos los ámbitos de la actividad humana se digitalizan rápidamente, es fácil insensibilizarse ante la importancia de las innovaciones y los avances para el progreso general de la sociedad. Pero la tecnología nos ayuda inmensamente, por ejemplo:

Ahora que los procesos agrícolas están mecanizados y automatizados, los agricultores pueden cultivar y recoger más cosechas.

Con los avances en el transporte, las personas pueden recorrer largas distancias con rapidez y comodidad, por aire, tierra o agua.

La comunicación, enriquecida con canales en línea, videollamadas y tecnologías 5G, ha alcanzado nuevas cotas, conectando a personas de todos los rincones del planeta.

La radio, la televisión y los medios electrónicos son medios indispensables de noticias e información para la gente de cualquier país del mundo.

Recientemente, la educación se ha vuelto más accesible para todas las personas, independientemente de su ubicación geográfica, gracias a los modernos avances tecnológicos, como las aulas en línea, los planes de estudio electrónicos y los sistemas digitales de gestión del aprendizaje, entre otros.

Cómo sacar el máximo partido a la tecnología

Para que los avances tecnológicos modernos le den poder, y no le angustien, todo el mundo debería utilizarlos cuando y donde sea necesario.

Por ejemplo, puede utilizar las apps de productividad y seguimiento del tiempo disponibles para teléfonos inteligentes o PC cuando sienta una falta de concentración o de autodisciplina. Del mismo modo, si le preocupa su salud y su estilo de vida, puede elegir entre una amplia gama de dispositivos portátiles y aplicaciones de fitness.

La mayoría de las herramientas digitales pueden descargarse gratuitamente, lo que facilita aún más su uso.

Impacto negativo de la tecnología

En el lado negativo, algunos desarrollos tecnológicos resultan ser una maldición más que una bendición. He aquí algunos ejemplos:

Se ha demostrado que el uso excesivo de gadgets, la falta de comunicación offline y el abuso de las redes sociales causan efectos negativos en la salud mental.

En la comunicación online, las personas suelen estar atadas para expresar señales no verbales, lo que da lugar a malentendidos y ofensas.

Las relaciones de quienes pasan más tiempo comunicándose en línea, en comparación con las que se mantienen fuera de ella, pueden volverse tensas y más frágiles con el tiempo.

Los más jóvenes, más propensos a las adicciones al mundo digital, a veces pierden las habilidades y el deseo de comunicarse con sus compañeros cara a cara, en el mundo real.

Los adictos a los videojuegos no suelen salir de casa durante semanas y llevan un estilo de vida sedentario, que acaba arruinando su salud.

Los adolescentes pasan demasiado tiempo desplazándose por los feeds de Instagram y TikTok, lo que les acarrea graves problemas de salud mental, ya que tienden a compararse con las imágenes perfectas de otros que ven en Internet.

Cómo reducir los efectos negativos de la tecnología

El uso excesivo de la tecnología puede ser más perjudicial que beneficioso, y debemos tenerlo en cuenta antes de precipitarnos a digitalizar nuestras vidas.

Es importante controlar el uso de la tecnología en todos los aspectos de la rutina diaria y, mientras no sea demasiado tarde, limitar el tiempo que se pasa delante de la pantalla del móvil.

Además, es una buena idea utilizar aplicaciones «todo en uno» para gestionar un conjunto de tareas (por ejemplo, tener todas las cuentas de correo electrónico y mensajería integradas en un solo lugar) en lugar de cambiar entre una docena de pequeñas aplicaciones para cada actividad.

Como alternativa frente a jugar a un videojuego o navegar por las redes sociales, busca un libro en papel que te interese y pasa tiempo al aire libre con regularidad. En lugar de ver otro episodio de Netflix frente al televisor, habla con tu familia o dedícate a la jardinería.

Pasar más tiempo al aire libre, sin dispositivos electrónicos, favorece el equilibrio vida-trabajo y, en general, es bueno para un estilo de vida saludable.

Los avances tecnológicos de hoy en día

Aunque sea difícil predecir qué avances traerá la tecnología, algunas innovaciones ya están cambiando nuestras creencias sobre el mundo que nos rodea.

Por ejemplo, la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV). Algo que la gente habría considerado mágico hace apenas unas décadas está ganando popularidad en los negocios, los juegos y la creación de equipos.

Se prevé que los dispositivos portátiles y la informática basada en gestos, otra innovación reciente, sustituyan pronto a las pantallas habituales de los ordenadores y los teléfonos.

Los robots, otra palabra de moda en el mundo empresarial actual, ya han sustituido a los humanos en algunos lugares de trabajo: los brazos robóticos trabajan en las cadenas de montaje o de embalaje. Los coches voladores pronto solucionarán el problema del espacio limitado en tierra y los largos atascos.

Incluso se prevé que los habitantes de la Tierra utilicen las innovaciones tecnológicas para colonizar otros planetas en un futuro próximo. ¡El cielo ya no será el límite!

Conclusión

La tecnología mejora todos los aspectos de la vida humana, haciéndola más fácil y diversa. Aunque los avances tecnológicos se ven generalmente como un cambio positivo, algunas personas los perciben de forma negativa.

El exceso de uso de aplicaciones digitales y dispositivos inteligentes y la exagerada dependencia de las herramientas en línea pueden tener a veces efectos trágicos. Sin embargo, si los avances tecnológicos se utilizan con prudencia, no aportan más que cosas buenas a la sociedad.

Está claro que la tecnología por sí misma no es ni buena ni mala. Lo que importa es la forma y el grado en que la utilizamos.

 

Inteligencia artificial, presente en nuestras vidas

IA 6

Por: Soraya Carvajal B

Si usted realiza compras en las grandes plataformas electrónicas que rastrean sus adquisiciones previas y le sugieren opciones nuevas acorde con sus “preferencias”; si utiliza asistentes de voz desde su móvil para hacer consultas, convertir voz a texto o ejecutar instrucciones; si realiza traducciones en línea, en tiempo real; si utiliza filtros en su correo electrónico; si es usuario de programas de reconocimiento facial; si es asiduo a los videojuegos o si utiliza Google o motores de búsqueda similares, sepa entonces que usted está en contacto cada día con la Inteligencia Artificial (IA). La IA es una realidad cotidiana, está presente en múltiples aspectos de nuestras vidas y no, no es ciencia ficción.

La Inteligencia artificial (IA o Artificial Intelligence, en inglés) es el campo de las ciencias de la computación que se centra en la creación de programas y mecanismos que pueden mostrar comportamientos considerados inteligentes. Así, la IA es la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente sistemas informáticos. Estos procesos incluyen el aprendizaje (la adquisición de información y reglas para el uso de la información), el razonamiento (para llegar a conclusiones aproximadas o definitivas) y la autocorrección.

La IA nace en una reunión celebrada en 1956 en Dartmouth (Estados Unidos) en la que participó un grupo de científicos que serían los principales investigadores del área. En este evento J. McCarthy, M. Minsky, N. Rochester y C. E. Shannon redactaron una propuesta en la que aparece por primera vez el término «inteligencia artificial», cuya definición se adjudica a John McCarthy.

Principales temas de la IA

Aunque existen diferentes definiciones acerca de la IA, esta rama de la computación viene trabajando fuertemente en diferentes temas, entre los que destacan:

La planificación automática (Automated Planning)

La planificación es el procedimiento automático diseñado para encontrar un plan que resuelva un problema concreto. Esta disciplina de la IA aborda el diseño de un curso de acción que tendrá por misión satisfacer cierto objetivo, generalmente a través de la ejecución de un robot u otros agentes artificiales capaces de actuar en un entorno.

Representación del conocimiento

La representación del conocimiento y el razonamiento es un área de la inteligencia artificial que tiene como objetivo fundamental representar el conocimiento de una manera que facilite la inferencia. Es decir, sacar conclusiones a partir de dicho conocimiento para poder resolver los problemas. Sus aplicaciones en la medicina, por ejemplo, ayudan a elaborar diagnósticos.

Aprendizaje automático (Machine Learning)

Es una rama de la inteligencia artificial, que permite programar sistemas para tomar decisiones automáticas a partir de grandes cantidades de datos, entrenándolos con miles de ejemplos para identificar patrones y que puedan actuar de forma anticipada posteriormente. Su objetivo es desarrollar técnicas que permitan que las máquinas aprendan, incluso sin ser programadas de manera explícita, dado que los programas informáticos pueden aprender y cambiar cuando se exponen a nuevos datos y/o de sus mismos errores.

Entre los ejemplos de aplicación del aprendizaje automático están: los motores de búsqueda, los programas de detección de fraude en el uso de las tarjetas de crédito, análisis del mercado de valores, la clasificación de secuencias del ADN, la detección de contenidos inadecuados en redes sociales como Twitter, Facebook o Instagram usando algoritmos, la personalización del feed de noticias para cada usuario por parte de Facebook, o la recomendación de nuevos productos y películas por parte de Amazon y Netflix.

Procesamiento del Lenguaje Natural, PLN (Natural Language Processing)

Es un campo de las ciencias que integra la computación, la inteligencia artificial y la lingüística y estudia interacciones entre las máquinas y el lenguaje humano. Como rama de conocimiento de la Inteligencia Artificial se centra en conseguir que una máquina comprenda lo que una persona expresa mediante el uso de su lengua natural de expresión (su idioma).

El PLN busca diseñar mecanismos para comunicarse que sean eficaces computacionalmente, es decir, que se puedan realizar por medio de programas que ejecuten o simulen la comunicación. De esta manera, los modelos que se están aplicando se centran no solo en la comprensión del lenguaje en sí, sino en aspectos generales cognitivos de los humanos, así como en la organización de su memoria.  Aunque las lenguas se expresan en forma oral, escrita o mediante símbolos, El PLN está más avanzado en el tratamiento de textos escritos.

Aprendizaje profundo (Deep learning)

Es una rama de investigación de la inteligencia artificial que imita el trabajo del cerebro humano a la hora de procesar datos y crear patrones. El Deep Learning representa un mayor acercamiento a la arquitectura y al modo de funcionamiento del sistema nervioso humano, con el añadido de que las máquinas aprenden a mayor velocidad y pueden analizar y procesar enormes cantidades de datos, detectando incluso características ocultas en los mismos.

Robótica

Área de la ingeniería que se centra en el diseño y fabricación de máquinas automáticas programables (robots) con el fin de realizar tareas repetitivas (como ensamblaje de aparatos, automóviles, etc.), pero también se están desarrollando robots aptos para tareas complejas y de alta especialización, con mayor autonomía y capacidad para tomar decisiones. Hoy los robots están presentes en numerosos y diversos sectores como la industria, logística, salud, exploración espacial, sector militar, entre otros y también se está utilizando el aprendizaje automático para construir robots que interactúen en entornos sociales.

Visión artificial

Hace referencia a los métodos usados para capturar, procesar y analizar imágenes del mundo real, patrones, señales, caracteres, objetos, escenas, etc., con la finalidad de producir información que pueda ser entendida por una máquina.

Red C, asociación entorno al conocimiento

Recientemente fue puesta en marcha la Red C-Red de Conocimiento, una comunidad virtual que reúne a científicos, investigadores y profesionales colombianos residentes en distintos lugares del mundo, y que busca confirmar una “incubadora de diásporas del saber”.

Esta iniciativa, promovida por Cidesal-Mical y desarrollada en el marco de un proyecto inter institucional entre el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), de Francia; la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Ministerio de Relaciones Internacionales de Colombia, a través de su programa Colombia Nos Une, responde al “propósito de remediar el éxodo de competencias en Latinoamérica, a través de la asociación sistemática y organizada de la diáspora calificada”.

Este proyecto organiza sus actividades a través de dos líneas de acción:

1. La investigación sobre la migración y movilidad de personas altamente calificadas

2.  El desarrollo de dispositivos de reconexión de esta diáspora con su lugar de origen.

Los objetivos de la Red C son:

1. Generar escenarios (físicos y virtuales) de comunicación  y acción entre colombianos cualificados dentro y fuera de Colombia.

2. Promover la circulación de información y conocimiento entre la diáspora colombiana de personas calificadas  y diversos actores del Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación colombiano.

3. Facilitar y apoyar la realización de proyectos en áreas de ciencia tecnología e innovación que resulten de interés estratégico para Colombia.

Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales

Por:  Soraya Carvajal B.

Adentrarse en el mundo de los jóvenes “trendsetters” , es decir, aquellos que proponen e instauran tendencias innovadoras en el desarrollo social y cultural, haciendo uso de diferentes conocimientos, capacidades y tecnologías y generando a la vez nuevas necesidades de aprendizaje, conexiones sociales, productos culturales, estilos de vida y de trabajo, es el objetivo de la investigación  “Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales. Prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música” realizada por una veintena de investigadores asentados los dos lados del Atlántico y coordinada por los antropólogos sociales Néstor García Canclini, Francisco Cruces y Maritza Urteaga Castro Pozo.

Este estudio comparativo, presenta una radiografía de esos jóvenes que están innovando en los campos editorial, musical, literario, artístico, entre otros en Madrid y Ciudad de México. Jóvenes que están desarrollando estrategias creativas y redes culturales dentro de las lógicas de interactividad entre el arte, la educación y el aprendizaje continuo, así como dentro de las dinámicas sociales de producción y difusión cultural, que se encuentran en proceso de transformación y reconstrucción.

La investigación, cuyo libro -editado por Ariel y Fundación Telefónica- fue presentado en Madrid, es un punto de encuentro de “insatisfacciones” entre dos trabajos que venían desarrollándose previamente, pues mientras el equipo de investigadores de Madrid trabajaba sobre prácticas emergentes en esta ciudad, el equipo de Ciudad de México estaba abordando la noción de trendsetters, al igual que la creatividad en nuevas formas de inserción social en redes. A partir de ahí los investigadores fueron encontrando semejanzas y diferencias, mientras perfilaban y reconfiguraban el objeto de estudio.

Presentación del libro «Jovenes, culturas urbanas y redes digitales». De izda. a dcha: José de la Peña; director de Educación y Conocimiento en Red de Fundación Telefónica; Néstor García Canclini, investigador, antropólogo social y coordinador del libro; Carles Freixa, catedrático de la Universidad de Lérida y Francisco Cruces, antropólogo, investigador y coordinador la investigación.
Néstor García Canclini señaló que el estudio  arrojó varios descubrimientos, entre ellos, que los jóvenes conciben y dan más importancia al proyecto que a una carrera como tal, pues han interiorizado que hay que ir trabajando por proyectos,  probablemente porque hoy viven en condiciones de precariedad laboral, hasta el punto de que “la precariedad es un componente constitutivo de la experiencia juvenil”.

A su vez, Francisco Cruces Villalobos señaló que este estudio, en el que los investigadores convivieron durante dos años con los jóvenes, analizó las prácticas culturales y actividades de poetas, community managers, blogueros, editores, coolhunters, peluqueros, Vjs, entre muchos otros  creadores y se comprobó  que los jóvenes cuentan con referentes diversos y trasnacionales (como Lady Gaga o Mark Zuckerberg);  que no trabajan en un solo campo, sino que trasiegan y experimentan en diferentes disciplinas, crean nuevas profesiones, están interconectados y siempre mediados por lo digital.

“Nos interesaba documentar in situ la creación cultural con los mismos jóvenes, no sólo documentar la obra, sino el proceso de creación, su lógica cotidiana, entender sus prácticas en la creación, conocer sus espacios de encuentro e intercambio  y el proceso de producción colectiva del conocimiento“, afirmó Cruces. Para ello se emplearon distintas metodologías de abordaje, desde el cuestionario interactivo, hasta la investigación acción participante.

La investigación plantea además que aunque hace 15 o 20 años se hablaba de tribus, ligadas al concepto de territorialidad, pues los jóvenes se reunían en un espacio específico de la ciudad, ahora se habla más de “tendencias” (internacionales, transfronterizas) que atraviesan distintas disciplinas y donde los jóvenes cuentan con otros modos de apropiación más flexibles, inestables, donde lo digital lo atraviesa todo, al igual que el deseo de experimentar muchas actividades.

Carles Feixa, catedrático de la Universidad de Lérida y uno de los primeros lectores de la obra, asegura que el libro plantea que la cultura juvenil puede ser una forma de trabajo, una forma de ganarse la vida, por necesidad o por virtud, porque los jóvenes están excluidos del mercado laboral y viven en situación de desempleo y precariedad laboral. Y, afirma Feixa, en medio de este panorama la investigación evidencia que los jóvenes estudian, trabajan, emprenden, crean empresa, hacen otras cosas y también inventan su propia biografía.

García Canclini aclaró que el estudio abordó los procesos creativos de cierto tipo de jóvenes, en su mayoría de clases medias o medias-altas, que trabajan por proyectos y cuentan con el respaldo familiar, profesional o institucional que les posibilita desarrollar sus iniciativas o acceder a ciertos circuitos artísticos. Sin embargo, el investigador señaló que la falta de oportunidades y el malestar generado por la misma, interconecta a muchos sectores, más allá de las diferencias socioeconómicas, ello explicaría el amplio respaldo que han tenido movimientos como “Yo soy 132” en México  o el 15M (indignados) en España.

Sin embargo, el investigador manifestó que esa creatividad desarrollada en pequeños grupos no cambia el sistema porque para incidir en el mismo se necesitan formas de organización más fuertes, más amplias, que crezcan y establezcan más alianzas.

“En la relación de los jóvenes con lo establecido no hay una sola tendencia, hay quienes descreen de la sociedad y quienes creen que se puede trabajar, pero en todos prima la tendencia a trabajar en sus proyectos. También hay la idea de que los bienes culturales deben estar disponibles para todos y que  lo digital es importante porque por ahí circula todo, hay nuevos y múltiples escenarios”, indica García Canclini.

En este sentido, Cruces Villalobos anotó además que el estudio pone de manifiesto que la creatividad no pertenece a nadie, sino que es una condición que se genera colectivamente, en la interacción, destacando además que muchos de los nuevos capitales simbólicos y creativos de los jóvenes estudiados vienen de los viejos capitales culturales que se han reconvertido,  procedentes de sus padres o de su entorno, pues por ejemplo, algunos de los creadores son hijos de libreros, anticuarios, etc…

Para Francisco Cruces es evidente además que a los jóvenes creadores les importa mucho la calidad de su trabajo, que tenga sentido y que sea honesto, pero también anota que es claro que el mercado se alimenta de los jóvenes y aunque algunos tienen reconocimiento, muchos otros son parasitados por ese sistema que los transforma en un producto o en un consumo.

Finalmente Cruces y García Canclini coincidieron en señalar que una de las principales aportaciones del estudio, y del libro, es asumir que  la inteligencia y la creación se hacen en equipo, ello explica el valor y la ambigüedad de un texto que en muchos aspectos plantea más preguntas que respuestas y deja abierto el tema de investigación.

Descargue aquí el documento.

Vea aquí el video de la charla de presentación del libro «Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales».

Mujeres y TIC, proceso en construcción

Por: Soraya Carvajal B.

¿Por qué aunque las mujeres son mayoría entre el alumnado universitario español, con muy buenos resultados académicos, en las ingenierías, informática y en algunas ciencias experimentales las estudiantes no son ni el 30% del alumnado? , ¿Por qué aunque día a día las adolescentes están más ‘enganchadas’ a internet y a las redes sociales, producen menos contenidos digitales que los chicos, realizan menos tareas informáticas complejas y tienen un menor uso de internet a través del móvil?,  ¿por qué cuanto más intensiva  y avanzada es la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación-TIC, mayor es la brecha entre mujeres y hombres?, ¿Por qué entre los integrantes de la Real Academia de Ciencias Exactas de España, solamente un 2% son mujeres?

Intentar responder a estos interrogantes implica remontarse en la historia, la antropología y la  sociología, al igual que analizar el papel que juegan las políticas públicas, los estereotipos sociales, la concepción de lo que se considera tecnología, la estructura de poder y de toma de decisiones en las comunidades científicas, la influencia del sistema educativo en las elecciones de las mujeres, entre otros aspectos.

E intentando fijar algunas claves María Álvarez Lires, doctora en Química, catedrática de Física y Química de Enseñanza secundaria y profesora asociada de Didáctica de las Ciencias de la Universidad de Vigo, señaló durante su intervención en la jornada “Más Mujeres en las TIC”, organizada por el Instituto de la Mujer, que tradicionalmente se han entendido la ciencia y la tecnología como algo alejado del universo femenino, desconociendo los valiosos aportes que las mujeres han hecho a lo largo de la historia, desde destacadas científicas como Mary Somerville, Marie Curie o Constance Tipper, una de las primeras ingenieras que recibió amplios reconocimientos, hasta las mujeres del común que desde sus saberes ancestrales han incidido en la transformación de la sociedad, contribuyendo por ejemplo a la industrial textil,  con el hilado, el blanqueo y tinte de los tejidos;  a las tecnologías alimentarias con la producción de conservas y al área de la salud con el cuidado y la esterilización de las heridas.

Esta catedrática indicó que otro elemento destacado es la falta de modelos, de referentes femeninos  visibles en los sectores de las ciencia y la tecnología. “Es importante que haya mujeres que sean modelo en estas áreas, como también es importante revalorizar la experiencia previa de las alumnas en el ámbito tecnológico para elevar su autoestima y favorecer la elección (de carrera). En el caso de las mujeres en la ciencia hay que partir de las potencialidades, no sólo de las carencias, para evitar caer en el paradigma de la debilidad”.

Álvarez Lires considera además que la incorporación de las mujeres a las ingenierías y tecnologías es necesaria por razones de equidad, pues la ausencia de las mujeres, que conforman el 50% de la población y del talento, puede tener graves consecuencias para conseguir el desarrollo sostenible “y porque quienes desempeñen profesiones técnico-científicas tendrán una enorme responsabilidad en la formulación de políticas científicas, públicas y en últimas en la suerte de la humanidad”.

Por su parte, Lourdes Muñoz Santamaría, Ingeniera Técnica Informática y Presidenta de Dones en Xarxa, afirmó que es importante que haya mujeres que sean modelos en los sectores de la ciencia y la tecnología, “porque sin referencias no hay manera de generar liderazgo, reconocimientos, además hay que tener en cuenta que la presencia de las mujeres en la Sociedad del Conocimiento aporta la ‘realidad completa’, la diversidad, por esto es importante visibilizar la presencia de las mujeres en el sector, promover la paridad, aportar conocimientos, promover el emprendimiento de las mujeres en las TIC y entender que internet es el nuevo espacio público”.

Según estudios del Observatorio e-igualdad, hoy en España hay una brecha cercana a 10 puntos en el acceso a internet entre mujeres y hombres, y la brecha se hace mayor cuando se trata de aplicaciones y usos avanzados de la tecnología.

Esta Brecha Digital de Género- BDG- hace referencia a la desigualdad de recursos, acceso y poder en el mundo de la Sociedad de la Información y se entrecruza con otras variables decisivas como edad, nivel educativo, situación económica y social, reforzando estereotipos y prácticas sociales que obstaculizan la plena incorporación de las mujeres a la SI.

El Observatorio e-igualdad ha caracterizado la BDG en tres tipos:

Primera brecha digital de género. Determinada por el acceso o no a la tecnología. Hoy en España la BDG en el acceso a las TIC persiste y respecto a internet el nivel de acceso de las mujeres es un 9,2 % menos que el de los hombres.

Segunda brecha. Determinada por la intensidad y el tipo de usos de las TIC. En España hay una menor intensidad de la incorporación femenina a las TIC: Las mujeres se conectan un 10% menos frecuentemente que los hombres y conforme las tareas son más técnicas o más complejas, la BDG aumenta.

Tercera brecha digital de género. Relativa a los usos TIC más avanzados. En aplicaciones avanzadas (móviles con conexión a Internet) las mujeres los utilizan 50% menos que los hombres y en usos avanzados (TV, radio y teléfono por Internet) la diferencia es de un 25%.

Milagros Sainz Ibáñez, Doctora en Psicología Social e investigadora postdoctoral que trabaja analizando los condicionantes psicosociales que explican la menor propensión de las mujeres a elegir carreras tecnológicas, señala el papel que juegan los roles y arquetipos en la elección profesional, pues los estereotipos usualmente muestran a quienes trabajan en las tecnologías y la informáticas como personas con pocas habilidades sociales, raras, aburridas, vinculadas a la máquina y al exceso de trabajo, desestimulando incluso desde el ámbito familiar la elección de las chicas hacia este tipo de profesiones.

Sainz Ibáñez indica además que otros factores que inciden en la elección profesional de los y las adolescentes son las expectativas de competencia, señalando que las chicas suelen sentirse menos competentes en las TIC. Otros elementos que influyen en la decisión son el valor percibido, ligado al logro; las motivaciones académicas y las atribuciones, encontrando que generalmente se atribuye el éxito de las chicas al esfuerzo y el de los chicos a su capacidad.

En sus diferentes estudios esta investigadora también ha encontrado que frecuentemente las asignaturas de las Tecnologías de la Información y la Comunicación ocupan un papel secundario en el currículo de las instituciones de educación secundaria y las TIC se usan como un complemento de otras actividades.

Por su parte, Ana María Peña Solís, Ingeniera Industrial y Directora General del Grupo Caymasa y de la empresa Addendia, afirmó que generalmente se ve el sector TIC como altamente competitivo, exigiendo en muchas ocasiones un 100% de dedicación al trabajo, lo que ocasiona que buena parte de las mujeres abandonen el sector por encontrarlo incompatible con sus vidas o intereses personales. “Además en este sector en España se siguen premiando y valorando actitudes que son lastres como el ‘presentismo’, en lugar de primar el reconocimiento al mérito, la productividad y el llevar una vida completa”.

Esta percepción se confirma también en el Libro Blanco: Situación de las Mujeres en la Ciencia Española, estudio publicado recientemente por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que intenta arrojar luz sobre la situación actual de las mujeres en la carrera científica y que señala que pese a las altas tasas de graduación femenina en la Educación superior en España, sigue siendo mayor las tasas de abandono de las mujeres en los programas de doctorado y la presencia de las mujeres en el mundo científico,  especialmente en los estadios más altos sigue siendo escasa.

El estudio apunta además que el impacto de la vida familiar en la actividad laboral sigue penalizando especialmente a las investigadoras, pues la maternidad impone dificultades añadidas en la progresión de las mujeres en la ciencia (al igual que en otras profesiones), mientras que para los hombres la familia ejerce un efecto más bien positivo y de apoyo.

Así mismo, los reconocimientos y premios a las mujeres científicas son aún reducidos, especialmente en aquellos que reconocen el trabajo de toda una vida, pues hay pocas mujeres con trayectorias de más de 30 años en el mundo de las ciencias y adicionalmente en España reconocimientos como los Premios Nacionales de Investigación y la postulación a las Reales Academias se realizan por cooptación, es decir, mediante el voto de quienes integran estos organismos.

Por todo esto y con el ánimo de seguir avanzando en la construcción de una Sociedad de la Información y del Conocimiento incluyente, María Ángeles Sallé Alonso, Presidenta de la Fundación Directa y de Enred, destaca  la necesidad de trabajar en diferentes frentes que incluyan la alfabetización digital, la producción de contenidos digitales que propendan por la igualdad, la promoción de nuevas formas de ejercicio activo de la ciudadanía y la democracia, tanto a nivel local como global, atendiendo a las desigualdades de género, la diversidad de identidades sociales y las necesidades de integración de los diferentes colectivos.

De la misma manera, Margarita Padilla, Ingeniera Técnica en Informática e integrante de Dabne Tecnologías de la Información, asegura que las mujeres deben entender que las tecnologías no son difíciles pero sí son complejas y que una tecnología amiga, tiene que caber en el bolso y tiene que servir para dar placer y para la creatividad. “Las mujeres debemos estar en los lugares virtuales donde se cuece el conocimiento y las relaciones, donde surgen nuevas profesiones y hay oportunidades para la producción de contenidos”.

El Libro Blanco urge sobre la necesidad de desarrollar la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, a fin de promover la incorporación de las mujeres a los ámbitos de la ciencia y la innovación, promover la composición paritaria de todas las comisiones evaluadoras en la carrera científica y de todos los comités creados a su amparo, incorporar el género como una categoría de análisis transversal en la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación, al igual que promover los estudios de género, todas tareas pendientes y necesarias para lograr el objetivo planteado en Europa de que en 2030 la mitad de los científicos y responsables de la política científica, en todos los campos y niveles sean mujeres.

Finalmente, a las mujeres nos queda el reto de participar activamente en la construcción de la Sociedad de la Información, entendiendo que en ella transitan las interacciones sociales, la actividad productiva, la creación cultural, las dinámicas políticas y en general la construcción de ciudadanía y democracia.

Y usted ¿Cómo participa en la Sociedad de Información?, ¿Cómo está educando a sus hijos, hermanos, sobrinos en relación a las TIC?, ¿Cree que es necesaria la paridad y el enfoque de género en las áreas de ciencia y tecnología?