Ángela Fonseca Galvis durante su exposición en el seminario sobre Colombia.
Por: Soraya Carvajal B.
La profesora e investigadora Ángela Fonseca Galvis reseñó los principales avances sociales vividos en Colombia en los últimos años, un país que pese al conflicto armado registra indicadores favorables en ciertas áreas, pero donde aún falta una fuerte apuesta para derrotar la desigualdad.
Fonseca señaló que actualmente más del 97% de la población colombiana tiene cobertura del régimen de salud, ha mejorado los resultados en vacunación y disminuido la mortalidad infantil. El número de niños con educación preescolar aumentó en un 72% en los últimos años, la pobreza cayó del 49,7% en 2002 al 30.6% en cifras de 2013, la clase media aumentó al 27.2% en 2012 y según el coeficiente GINI la desigualdad pasó del 0.57 en 2002 al 0.54 en 2012, aunque el país sigue siendo uno de los más desiguales del mundo.
Autora: Angela Fonseca
Entre los factores que inciden en la evolución de la pobreza y la desigualdad en Colombia, la investigadora señaló que las transferencias (recursos que la Nación gira a las regiones) han contribuido a la reducción de la pobreza, pero el sistema de impuestos no es progresivo, falta educación de mayor calidad para todos y la cobertura pensional es escasa.
Fonseca explicó que los factores que restan eficiencia al sistema de seguridad social colombiano son la baja cobertura, la alta informalidad laboral y la evasión contributiva. Además la población de las zonas rurales tiene menor acceso a este tipo de programas y aunque la cobertura en salud ha crecido, los resultados en cuanto a calidad no son suficientes.
Sobre el sistema de pensiones la académica dijo que sólo el 30% de los trabajadores colombianos están afiliados al sistema de pensiones que cubre a un 60% de la población activa de altos ingresos y sólo al 20% de la población activa de bajos ingresos. Fonseca destacó que actualmente cerca del 80% de los afiliados al sistema de pensiones percibe entre 1 y 2 salarios mínimos mensuales y que éste sistema no es redistributivo ni progresivo, porque mucha gente de clase baja nunca logra pensionarse pues la inestabilidad laboral y los períodos de carencia se lo impiden. “Esto se traduce en que los menos favorecidos terminen entonces subsidiando a las clases altas (…) Además, la informalidad en el empleo se acerca al 50% de los trabajadores”.
Autora: Angela Fonseca
Fonseca afirmó también que, aunque el país ha tenido avances en cuanto a crecimiento e inversión, el gasto social -cercano al 15% del PIB- aún es muy bajo. Además, Colombia aún padece la mala calidad de sus instituciones, muchas de ellas marcadas por la debilidad y las prácticas corruptas, y el estado está muy centralizado.
“Colombia tiene cerca del 38% de población vulnerable, es uno de los países más desiguales de la región y del mundo, donde el quintil más rico de población sigue poseyendo casi el 60% de la economía (…) Los programas de transferencia social como “Familias en acción” o los dirigidos a los adultos mayores han ayudado a mitigar la pobreza, pero en el país hay mucha fragmentación y superposición de programas, la cobertura neta en educación no ha mejorado significativamente en la última década y el desempleo, especialmente entre los jóvenes de 14 a 28 años, es muy alto”.
Al avistar el posible final de un conflicto armado que ha dejado casi 6 millones de desplazados internos desde los años 80, la investigadora afirmó que el potencial acuerdo de paz del Gobierno, con las FARC y el ELN, significará un aumento del PIB, la desconcentración de la propiedad, un menor gasto en defensa y la posibilidad de un mayor gasto social.
Finalmente Fonseca señaló que entre los retos del post-conflicto estarían la recuperación socioeconómica de la población desplazada, pues el 63% está en situación de pobreza y el 33% de pobreza extrema; la reinserción de los excombatientes a la sociedad y al mercado laboral; la reparación para las víctimas, fortalecer el estado y aumentar su presencia en todo el territorio y fortalecer las instituciones.
En el seminario sobre Colombia César Ferrari, profesor e investigador de la Pontificia Universidad Javeriana, hizo un completo análisis sobre la estructura productiva del país y su panorama en materia de ahorro, inversión y competitividad.
En su exposición Ferrari señaló que Colombia tiene un ingreso per cápita promedio reducido (aproximadamente 8,000 dólares) que representa una quinta parte del ingreso promedio en el mundo desarrollado. Además, el índice de concentración del ingreso es muy elevado pues, según el índice GINI, el 10% más rico de la población colombiana acumula el 41,9% del total del ingreso, mientras que el 10% más pobre acumula sólo el 1.1% del ingreso.
Para Ferrari la apuesta por la producción de commodities, que generan muy poco empleo, la falta de rentabilidad de los sectores transables (agricultura, manufactura, turismo interno) y el hecho de que el país ocupe el décimo puesto entre aquellos con la peor distribución de ingreso en el mundo, explican en buena medida el grave conflicto social del país, que sumado a los conflictos agrarios y medioambientales (por agua y minería ilegal) entorpecen el crecimiento y la equidad.
“Actualmente Colombia tiene el 10% de la población desocupada y el 35% sub-ocupada, de manera que la economía colombiana solo genera empleo, con un sueldo razonablemente decente para el 55% de la población”, afirmó Ferrari.
El académico señaló también que la caída de los precios internacionales de las materias primas, que actualmente afecta a la economía y la fuerte desindustrialización que vivió el país, donde el sector manufacturero bajó del 20.6% en 1990 al 13% del PIB en 2014, explican también la fragilidad de la misma. “Mientras China exporta el 94% de sus mercaderías en manufacturas, de las que un tercio corresponden a alta tecnología, sólo el 0.5% del total de las exportaciones colombianas son Tics”. El país vive entonces un proceso de re-primarización económica, aumento del sector servicios y desbalance comercial, porque las importaciones han crecido más que las exportaciones.
Autor: César Ferrari
Ferrari afirmó además que la economía colombiana vivió una revaloración cambiaria porque las divisas procedentes de la venta de materias primas, privatización de grandes empresas públicas y endeudamiento del sector privado en el exterior, incidieron en el auge del mercado inmobiliario y en la bolsa de valores.
“Sin embargo, las tasas de interés crediticias, elevadas por la ineficiencia de los mercados de crédito y los precios de competencia monopolística en sectores como las comunicaciones -de los más caros del mundo- generan problemas de competitividad en el país, aunque esta situación está cambiando últimamente gracias a una regulación mayor”.
Ferrari dijo también que aunque en los últimos años el crecimiento de la economía colombiana ha sido aceptable, este crecimiento siempre ha sido inestable, volátil, debido a las fluctuaciones de los precios internacionales. Por eso, la caída en los ingresos por la exportación de materias primas, la menor recaudación de ingresos fiscales, la devaluación cambiaria, que se traslada a los precios domésticos y afecta la inflación, han incidido en la desaceleración de la economía, intensificado el desequilibrio fiscal en el país.
Como aspectos valorables Ferrari reseñó que el país tiene enormes posibilidades de desarrollo en sectores como el agrícola (39% de área agrícola) y que actualmente la industria manufacturera comienza a crecer. Sin embargo, en su opinión, Colombia aún tiene que resolver el gran escollo de la competitividad, porque ser productivo y rentable y para ello es necesario crear una nueva política monetaria, fiscal y regulatoria, desarrollar infraestructuras, crear economías de escala, aumentar las tasas de inversión y ahorro, penetrar en mercados internacionales, entre otros aspectos.
Colombia es un país donde en los últimos años se han dado avances importantes en materia de inversión, pero también, es una nación con grandes problemas estructurales que bloquean el desarrollo y bienestar para sus cerca de 48 millones de habitantes, esta fue la principal conclusión del seminario sobre Colombia celebrado en el marco de la Cátedra de América Latina, en la Pontificia Universidad de Comillas, en Madrid.
En el evento, Gonzalo Hernández, Director del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana, señaló que entre las razones que están limitando el desarrollo económico del país están la dependencia del contexto externo y las fallas de coordinación. Este académico asegura que la economía colombiana, al igual que todas las latinoamericanas, ha estado expuesta a variables externas -como los términos de intercambio-, que determinan y condicionan los precios del petróleo, carbón, café y níquel, productos que representan el 60% de las exportaciones del país.
Hernández afirma además que otro factor a tener en cuenta es que Colombia no tiene poder de negociación en los mercados internacionales y su economía, basada en buena medida en la exportación materias primas (commodities), se está viendo afectada por la caída del precio internacional del petróleo, amenazando su tasa de crecimiento.
Y es que, el que el país no se viera afectado en mayor medida por la crisis financiera mundial y los ingresos obtenidos gracias al auge en los precios internacionales de las materias primas fueron claves para que en la última década en Colombia disminuyera la tasa de pobreza del 49% al 25%, aumentara la clase media y se redujera la pobreza extrema de un 73% al 27%.
Autor: Gonzalo Hernández
Sin embargo, el investigador asegura que en el país siguen existiendo muchas asimetrías que dificultan un desarrollo generalizado y que explican que, por ejemplo, las zonas que registran mayores niveles de pobreza estén localizadas en la Costa Pacífica y en la zona Caribe, muy lejos de la capital del país, que tiene los mejores registros. De igual manera, Colombia no ha cerrado la brecha respecto a los niveles de ingreso de la población y ha avanzado poco en materia de redistribución del ingreso y la riqueza, muestra de ello es que el 20% de la población más rica del país concentra el 58,3% del ingreso total y la concentración económica ha ido acompañada de la concentración del poder político.
Hernández indicó también que las principales debilidades de la economía colombiana obedecen a problemas en instituciones, innovación e infraestructura y afirmó además que una política monetaria conservadora (y por tanto la tasa de cambio) ha condicionado la economía, haciendo que hoy el país tenga buenas reservas, pero, paradójicamente, se siga endeudando y hoy la de deuda pública colombiana alcance el 38% del PIB.
“Ante la crisis de las materias primas, actualmente el PIB colombiano está creciendo impulsado por el sector servicios que, aunque genera empleos, no tiene mayor relevancia en materia de productividad. Además el sector de las manufacturas sólo representa el 13% del PIB colombiano, mientras que, en el ámbito internacional el 60% del comercio mundial corresponde a bienes intermedios”, aseguró Hernández.
Por todo ello este investigador es enfático en señalar que el país necesita un cambio estructural, que contribuya a incrementos de la productividad en cada sector de la economía, que haga una apuesta fuerte por la industria, que posibilite encontrar un balance entre la absorción laboral y la productividad e implemente políticas monetarias y fiscales eficaces.
Recientemente se constituyó en Madrid la Asociación Europea de Víctimas del Conflicto Armado Colombiano, Asevicom, organización que pretende aglutinar al mayor número de afectados por el conflicto residentes en España y conseguir la atención y reparaciones pertinentes por parte del Estado colombiano.
Ulpiano Rodríguez, Presidente de Asevicom, asegura que en España hay entre 80 y 90 personas que llegaron desplazadas por el conflicto interno colombiano y que el principal impulso para organizarse ha sido el abandono estatal que sienten las víctimas, pues aunque en varias ocasiones han sido entrevistadas por funcionarios de la Unidad de Víctimas y de la Defensoría del Pueblo de Colombia, hasta el momento no han recibido ningún tipo de compensación.
“Las personas que integramos la asociación estamos reconocidas como víctimas, figuramos en los listados del Registro Único de Víctimas (RUV) y estamos trabajando para que las ayudas y compensaciones a las que tenemos derecho, pronto se hagan efectivas. Además, estamos difundiendo la información para que la gente que salió desplazada de Colombia, habiendo puesto su situación en conocimiento de las autoridades nacionales, sepa que tiene plazo para inscribirse en los consulados de nuestro país hasta junio de 2015, a fin de que se les reconozca su condición de víctimas”, afirmó Rodríguez.
Ulpiano Rodríguez, Presidente de Asevicom
El representante de la Asociación señaló también que actualmente la situación de las víctimas residentes en el exterior es más visible porque la grave crisis económica que atraviesa España les ha dejado en una situación de mayor vulnerabilidad. “La mayoría de quienes vinimos desplazados a España estamos pasando por una situación bastante difícil, marcada por el desempleo y la falta de recursos, personalmente yo llevo 2 años en el paro y ya se nos han acabado las prestaciones sociales o ayudas en este país”.
Pero, aunque la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448 de 2011), establece distintas medidas de atención, asistencia y reparación para las personas reconocidas como víctimas del conflicto interno colombiano, Rodríguez afirma que, hasta ahora, ninguna de las personas residentes en España ha recibido la indemnización y tampoco han tenido la atención psicológica o psiquiátrica que establece la norma.
“Desde Asevicom estamos luchando y sumando esfuerzos para que se nos reconozcan lo más pronto posible esas ayudas para poder sobrevivir, porque estamos bastante mal”, puntualizó.
Y ante el posible cuestionamiento de quienes podrían calificarlos como “oportunistas” por reclamar compensaciones estatales, pese a llevar varios años viviendo en el exterior, Rodríguez es contundente en señalar que “cada uno maneja el miedo como puede, de acuerdo a sus circunstancias, pero hay que tener en cuenta que emigrar, salir del país, dejar toda tu vida y en muchos casos a tu familia no es fácil. Además, al venir a otro país hemos enfrentado problemas, hemos sufrido humillaciones y cuando hemos trabajado también hemos aportado al progreso de nuestro país, pues hemos enviado remesas a nuestros familiares, y no hay que olvidar que las remesas son un importante factor de financiación en Colombia”.
¿Qué dice la Ley de Victimas?
La complejidad de las circunstancias a las que se enfrentan las víctimas del conflicto armado dificulta el planteamiento y adopción de cualquier política que pretenda establecer mecanismos de atención y reparación, tanto por la suficiencia como por la efectividad en su definición e implementación.
En el caso del conflicto colombiano, paradigmático por su antigüedad y por las múltiples causas del mismo, las medidas adoptadas por el gobierno remiten a la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que pretendedar cobertura integral y con carácter diferencial a quienes, individual o colectivamente, hayan sufrido daños por el conflicto armado, y que se articula en el marco de la política de Justicia Transicional, es decir, del conjunto de medidas judiciales y políticas destinadas a la reparación de las víctimas de violaciones masivas de derechos humanos.
De esta iniciativa legislativa destaca el alcance en cuanto a asistencia y reparación, pues entiende que el tratamiento de las consecuencias del conflicto exceden los aspectos estrictamente económicos; razón por la cual la eficiencia y eficacia de las medidas irían más allá de las indemnizaciones administrativas, que constituirían solo uno de los elementos del conjunto de mecanismos a incluir en el proceso de reparación.
Fuente: Plan Nacional de Atención y Reparación Integral de Víctimas
Así, el procedimiento de reparación administrativa no se agota con la asignación de una indemnización económica, sino que se extiende a medidas orientadas a la restitución de tierras, al restablecimiento de las víctimas en el ejercicio de derechos, atención psicosocial y establecimiento de garantías de no repetición, de manera que las violaciones a los Derechos Humanos no vuelvan a suceder, entre otros alcances. De la misma manera, la norma recalca el carácterdiferencial de género, minorías, infancia y discapacidad que permitirían calificar la situación de beneficiarios de las medidas.
Respecto a la reparación administrativa, la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras establece un procedimiento especial por medio del cual se evitaría: (i) que víctimas con derechos se queden por fuera del proceso de indemnización, y (ii) que personas sin derecho sean incluidas en el sistema injustamente. Para la implementación de la iniciativa la norma crea el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, SNARIV, que comprometido con criterios de descentralización, mediante 32 instituciones del orden nacional y otras instancias de orden territorial, tiene alcance departamental, distrital y municipal.
La Ley también establece una serie de elementos con base en los cuales define la condición de víctima, aspecto determinante a la hora de valorar las situaciones que permitan la calificación de los sujetos de derecho. No obstante, la acreditación de los daños sufridos atiende al principio de buena fe, con fundamento en el cual se libera a las víctimas de la carga probatoria de su condición, dando peso a la declaración y presumiendo la veracidad de la misma.
De esta manera, las herramientas del sistema se hallan integradas en la Red Nacional de Información para la Atención y Reparación a las Víctimas; el Registro Único de Víctimas (RUV), requisito para el acceso a las medidas de asistencia y reparación; el Registro de Tierras Despojadas; y el Plan Nacional para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, en el que se establecen los mecanismos necesarios para la implementación del conjunto de medidas.
En lo que se refiere a la situación de víctimas residentes en el extranjero, las garantías de no repetición contenidas en el literal j. del Artículo 149 la Ley 1448 de 2011 establecen que el Estado Colombiano adoptará la «j) Difusión de la información sobre los derechos de las víctimas radicadas en el exterior»; a la vez que en el Artículo 204 indica que «El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, y de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 30, garantizará que las víctimas de que trata la presente ley que se encuentren fuera del país sean informadas y orientadas adecuadamente acerca de sus derechos, medidas y recursos».
Finalmente, cabe mencionar que muchas de las medidas del proceso de acompañamiento y reparación integral a las víctimas se materializan específicamente en Colombia, pues son desarrolladas por el sistema institucional, en el marco de las competencias circunscritas al territorio nacional, lo que supondría, posiblemente, un difícil encaje con las reivindicaciones de las víctimas residentes en el exterior. De esta manera, estas posibles limitaciones plantean nuevos esfuerzos en la búsqueda de mecanismos que contribuyan al logro de la eficiencia y eficacia en materia de reparación.
Recientemente fue puesta en marcha la Red C-Red de Conocimiento, una comunidad virtual que reúne a científicos, investigadores y profesionales colombianos residentes en distintos lugares del mundo, y que busca confirmar una “incubadora de diásporas del saber”.
Este proyecto organiza sus actividades a través de dos líneas de acción:
1. La investigación sobre la migración y movilidad de personas altamente calificadas
2. El desarrollo de dispositivos de reconexión de esta diáspora con su lugar de origen.
Los objetivos de la Red C son:
1. Generar escenarios (físicos y virtuales) de comunicación y acción entre colombianos cualificados dentro y fuera de Colombia.
2. Promover la circulación de información y conocimiento entre la diáspora colombiana de personas calificadas y diversos actores del Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación colombiano.
3. Facilitar y apoyar la realización de proyectos en áreas de ciencia tecnología e innovación que resulten de interés estratégico para Colombia.
Desmontar los estereotipos negativos y promocionar la diversidad cultural, geográfica y paisajística del país, al igual que sus posibilidades como destino de viajes de naturaleza y negocios, son los propósitos del “Mes de Colombia”, actividad que se viene realizando en la National Geographic Store en Madrid. El evento, organizado por Proexport Colombia, el Fondo de Promoción Turística de Colombia y NatGeo, tendrá distintas actividades entre las que destacan:
Colombia en 24 cuadros por segundo, 6 de junio
El Paisaje Cultural Cafetero Patrimonio de la Humanidad, 8 de junio.
Viajes y viajeros: Colombia secreta, 11 de junio.
Ecoturismo humanitario, 12 de junio.
Viajes y viajeros: Orinoquía y Amazonía colombianas 13 de junio.
Tortugas marinas en las costas y mares colombianos, 14 de junio
Guillermo Gómez, durante su presentación «Selva y surfing de categoría mundial en el Chocó Colombiano».