Wolfgang Streeck, sociólogo y Director emérito del Instituto Max Planck para Estudios Sociales
Por: Soraya Carvajal B.
“La austeridad no está funcionando. La austeridad no lleva a la competitividad ni a la prosperidad, por el contrario, está debilitando la economía europea”, afirma con decisión Wolfgang Streeck, reconocido sociólogo y Director Emérito del Instituto Max Planck para los Estudios Sociales, quien recientemente participó en el seminario “Dilemas de Europa: las políticas de austeridad y la construcción de la democracia europea”, organizado en Madrid por el Museo Reina Sofía.
Streeck, señala que la política monetaria de la Unión Europea implica un régimen común impuesto a las economías nacionales, donde cada vez es más evidente que tratar de cambiar desde afuera, imponiendo reglas, no funciona. Por eso asegura que “es necesario restaurar cierta clase de flexibilidad en el sistema europeo, alguna clase de dignidad (….) pues incluso las enormes transferencias no han reducido las enormes disparidades entre las regiones ricas y pobres de los distintos países”
Para este destacado académico, Europa vive la dicotomía entre capitalismo y estructuras sociales, entre solidaridad y control, por eso la pregunta clave es ¿cuánto control están dispuestos a aceptar los países del sur respecto a los del norte?
Streeck afirma también que otros de los debates vigentes, pendientes de resolver, se centran en ¿cómo manejar las diferencias nacionales en el marco europeo?, ¿cómo manejar la dicotomía entre diversidad y unidad en un contexto de respeto? o ¿cómo dar prioridad a la cooperación en lugar de la coerción?
“Ante la pregunta de si la austeridad está funcionando, la respuesta pragmática es que esta no es una buena idea, no está funcionando, es una situación insana. Teniendo en cuenta las realidades de los distintos países, creo que necesitamos otra herramienta adicional frente a la política de unidad monetaria europea, una herramienta más flexible, por eso una solución monetaria y un tipo de cambio fluctuante puede ser la respuesta”.
Streeck sostiene que el actual sistema monetario europeo, en el que el euro funciona como el patrón oro, está asfixiando la economía, especialmente de los países del sur. Por eso propone un sistema alternativo en el que el euro podría continuar siendo la moneda común, pero donde coexistan otras monedas nacionales, relacionadas con el euro mediante diferentes tasas de cambio, las cuales podrían fluctuar un 15% al alza o a la baja respecto a la tasa fija. Para Streeck, este patrón debería ser apoyado por el Banco Central Europeo, que daría crédito a los bancos centrales nacionales a fin de proteger el tipo de cambio y teniendo en cuenta que el acceso al crédito es crucial para las economías.
Streeck durante su exposición en el Museo Reina Sofía
Respecto a las voces que señalan que la economía alemana es el camino a seguir, Streeck tiene una perspectiva crítica, pues asegura que su país depende mucho de las exportaciones a los mercados extranjeros y esa es una situación nociva. “Alemania exporta entre el 70 y 80% de su producción, esto hace al país realmente vulnerable, pues depende de las exportaciones al resto del mundo y aunque en este momento los alemanes piensen ‘nosotros somos los ganadores’, la preocupación principal es cómo proteger la producción alemana, porque todo depende del sector exportador: los empleos, el consumo local, etc.”
Frente a la negociación de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión -TTIP (acuerdo de libre comercio e inversión entre Estados Unidos y la Unión Europea), Streeck señaló que en Alemania también es percibido como un proceso que mezcla dominio, estado de derecho, democracia, recelos y secretismo, que, en su opinión, parece estar en línea con la pérdida de empoderamiento de los estados frente a los intereses privados.
Finalmente el académico señaló que es imposible resolver los problemas europeos sin pensar en el contexto global y reafirmó que desde su perspectiva el capitalismo, entendido como ese sistema de maximización de los beneficios y del progreso colectivo sin límites, seguirá en deterioro por largo tiempo, hasta que un nuevo sistema se instale.
“El ciudadano debe preguntarse ¿a quién beneficia aquello que nos están contando los medios?”, esa es la recomendación que da la veterana periodista internacional y ex corresponsal de TVE, Rosa María Calaf, al público asistente a la charla “Información ¿periodismo o espectáculo?”, en la que la reconocida profesional reflexionó sobre la necesidad de contar con un periodismo plural, independiente y riguroso, “que esté al servicio de la sociedad”, pero también sobre la necesidad de que los ciudadanos asuman su compromiso y sentido crítico frente a los medios de comunicación, pasando de ser consumidores dóciles a ciudadanos responsables.
Rosa María Calaf
Para Calaf es claro que hoy, la gente tiene mayor acceso a la información que nunca antes, tanto que ésta llega a convertirse en una verdadera “avalancha informativa”, aunque no necesariamente se trate de información de calidad.
“¿Los medios de comunicación en las democracias occidentales son libres?, ¿están al servicio de la mayoría?, ¿al servicio del ciudadano?, ¿reflejan la realidad o la maquillan a conveniencia de los intereses?, ¿o incluso llegan a inventarla?. Bueno, pues la respuesta es no. Los medios tienen una serie de restricciones e intereses”, opinó esta periodista.
En este sentido, Calaf considera que actualmente hay una clara decisión de marcar una agenda, “de establecer de qué hablamos y de qué no hablamos, pues, se habla de algunos conflictos, que interesan por determinadas circunstancias y no de otros; se habla de algunos conflictos durante algunos días y después desaparecen de las pantallas o los diarios, Por ejemplo en el Congo hay una estrategia de violaciones masivas de mujeres, o niños trabajando en las minas y de eso no se habla porque no interesa”.
Calaf afirma que la información es clave para tomar decisiones y afirma que “desde el albor de los tiempos el no dejar saber es una forma de controlar, porque si no sabemos no podemos actuar, o, tomaremos decisiones equivocadas sin querer”.
Para la periodista es claro que actualmente prima el criterio de “contar aquello que está acorde con los intereses de unos grupos mayoritarios”. Por eso asegura sin ambages que “los medios de comunicación hoy se han alineado con el pensamiento único que busca construir un tipo de sociedad de consumidores, de sumisos que siguen unas pautas que son las que le convienen a ciertos sectores, no de ciudadanos que piensan, de ciudadanos libres que deciden teniendo los conocimientos necesarios para tomar decisiones adecuadas, que no vayan en contra de sus propios intereses”.
Esta destacada comunicadora asegura que “hoy en día, la política está supeditada a la economía y desde la política, en vez de controlar a los mercados, se les protege (…) y los medios de comunicación al alinearse con esa idea no buscan la excelencia informativa, sino hacer sinónimo de éxito el dinero, la posesión de cosas y bienes, cuando lo verdaderamente importante es la persona; pero se quita a la persona del centro de interés, poniendo en su lugar a los bienes materiales”.
Sobre la transformación de los principios y objetivos de los medios de comunicación, Rosa María Calaf afirmó que “en un principio, los periódicos, “la gran prensa” tenían los nombres de sus ciudades en la cabecera, porque había una voluntad de servicio a la comunidad, evidentemente eran un negocio que buscaba tener beneficios para reinvertir e ir mejorando sus operaciones, pero no estaban centrados en enriquecerse a costa del producto que estaban vendiendo (…) La prensa y los periodistas tenían esa vocación de servicio, pero todo eso se pervirtió en el momento en que empezó a entrar el gran capital a los medios de comunicación y éstos se convirtieron una empresa más de grandes grupos que tienen de todo, fábricas de neveras, cadenas de hoteles, fábricas de armas, etc., y la operación de prensa pasó a ser una operación más, que tiene como objetivos la cuenta de resultados, se pasa entonces a otro estadio en el que se tiene una intención clara de manejar el flujo informativo”.
Calaf también advirtió sobre el papel que la tecnología está cumpliendo respecto a los procesos informativos, señalando que “si bien, la tecnología es una herramienta muy poderosa de conocimiento, de acercamiento a los demás, de libertad, de creación de espacio de discusión, que no tiene límites, también tiene la potencialidad del desconocimiento, la mentira y la falsedad, tiene la capacidad de instalar el rumor”, por eso desde su perspectiva es fundamental tener en cuenta que “la tecnología hay que ponerla al servicio de los contenidos y no los contenidos al servicio de la tecnología, porque si no, corremos el riesgo de, como se ha dicho, morir por el mal uso de la tecnología”.
Rosa María Calaf afirma que no puede jubilarse del periodismo porque, para ella, sería como jubilarse de la vida.
En este sentido, la comunicadora afirmó que “Twitter, por ejemplo, es una herramienta fantástica, pero querer hacer creer que porque uno lee los tweets está bien informado, no es verdad. La información es algo mucho más complejo, tiene que estar contextualizada, confirmada, contrastada, saber de dónde procede, saber quien la manda, por qué y para qué (…) La tecnología consigue hacernos creer que estamos informados, cuando estamos es entretenidos o a lo mejor, “info-toxicados”, además en la red se juntan la acumulación de información con la rapidez y cada vez hay menos tiempo para pensar y reaccionar”
Esa rapidez es para Calaf uno de los peligros que acecha al periodismo pues en su opinión “en el periodismo ahora se valora más la rapidez, la inmediatez, que en el rigor, o sea que todo vale, se cuelga cualquier cosa, así no se haya podido comprobar completamente y eso es terrible y se agrava por la difusión rapidísima que tiene cualquier cosa a través de la tecnología”.
La periodista señaló además que “hay un informe del Instituto Pew que habla de la excelencia en el periodismo y por ejemplo dice que nunca ha habido tantos corresponsales en el Estado de Washington, sin embargo nunca ha habido tan pocas exclusivas y trabajos de investigación. Entonces cabe preguntarse: ¿esos corresponsales tienen los medios, el tiempo, la información y la exigencia del medio para que verdaderamente puedan trabajar y profundizar para contar las cosas con rigurosidad? Pues realmente no, porque actualmente prima buscar el impacto sobre lo que realmente importa”.
Por eso, ante la creciente información sobre corrupción que está surgiendo en España, “con tan pocas sanciones sociales”, Calaf hace un llamado para que los medios también hablen de la “crisis de valores” que subyace en estos comportamientos.
Ruedas de prensa sin preguntas
Respecto a la tendencia creciente entre algunas figuras del actual gobierno español, de realizar ruedas de prensa a través de una pantalla de plasma y sin preguntas, Calaf opina que “es terrible, es completamente intolerable, pero eso también tiene mucho qué ver con el nivel de la calidad democrática de los países, en los países que tienen la democracia más asentada, que tienen una tradición democrática más antigua, es más difícil que ocurran ese tipo de situaciones.
Para Calaf esta modalidad de ruedas de prensa “indican una falta del respeto por el ciudadano, porque el periodista es el intermediario entre unos y otros, el político se debe al ciudadano y por tanto tiene que contestar a las preguntas de éste y el ciudadano hace sus preguntas a través del periodista, por tanto, no contestar preguntas en las ruedas de prensa, o ni siquiera estar en presencia física para que puedan dejar en evidencia que te están preguntando y tú no has contestado, es dejar a los periodistas en un papel de simple comparsa y por supuesto tomar a la ciudadanía por tonta, pues se deja en claro que ésta no tiene derecho a explicación alguna”.
Calaf reiteró que por situaciones como éstas, cada vez es más necesaria una prensa fuerte, independiente y plural, que no falsee ni manipule la información, “pero infortunadamente cada vez más, los medios de comunicación se están dedicando a repetir los comunicados de prensa de las empresas y, muestra de ello, es que en este momento hay más periodistas trabajando en gabinetes de instituciones, partidos y empresas, “creando información”, que periodistas buscando información…son datos objetivos que indican que algo va mal en la salud del periodismo”.
Discursos y grupos de presión
Para esta veterana periodista es claro que cada día los discursos dominantes y los grupos de presión ganan más terreno. “Evidentemente hay una serie de “expertos” que quieren hacernos creer una serie de cosas, por ejemplo que “no hay alimentos suficientes en el mundo para alimentar a toda la humanidad”, cuando eso es mentira, lo que hay es una mala gestión de los recursos y muchos intereses, porque el que suba el precio de los cereales no tiene nada qué ver con las cosechas, tiene que ver con la especulación en la Bolsa de Alimentos de Chicago, por parte grupos que prefieren que ciertos alimentos suban de precio, sin importar que haya personas que mueran de hambre y eso nadie lo cuenta”.
Calaf puntualizó además que “el periodismo tiene que hacer visible lo que es invisible, y siempre ha habido fuerzas muy poderosas que no quieren que eso sea así, durante mucho tiempo fueron las influencias políticas, ahora hay un compromiso económico muy fuerte y evidentemente el control sobre lo que se cuenta o no se cuenta es muy superior”.
Finalmente para esta comunicadora afirmó que la salud de la información depende de los diferentes grupos e instancias sociales. “Los ciudadanos tenemos responsabilidad por no ser lo suficientemente activos y tener sentido crítico, pero también tenemos responsabilidad los periodistas que resistimos menos de lo que deberíamos resistir a esa ocupación de los medios de comunicación por toda esa serie de intereses, y tienen más responsabilidad las empresas periodísticas que son las que deberían trazar el objetivo, qué vamos a hacer y qué queremos conseguir y aún tienen mucha más responsabilidad los poderes públicos que son los que deben velar por el bien del ciudadano, por el interés público”.
De izq a derecha: Sarah Lambert, Directora Adjunta de la Representación de la Comisión Europea en España; José Angel Moreno Izquierdo, Presidente Economistas Sin Fronteras; José Antonio Martín Pallín, Magistrado Emérito del Tribunal Supremo, Ex Presidente de la Asociación pro Derechos Humanos de España; Helena Ancos, Coordinadora Area de RSC, ICEI-UCM; Pablo Herreros, Periodista y bloguero y María José Caballero, Directora de Campañas de Greenpeace.Por: Soraya Carvajal B.
¿Qué papel debe cumplir la Responsabilidad Social Corporativa/Empresarial, RSC-RSE, en la sociedad actual, especialmente en un contexto de crisis?, ¿La RSC está cumpliendo su objetivo en función del bien común o se queda en simple mercantilismo?, ¿La RSC está contribuyendo al desarrollo sostenible o es principalmente una estrategia de marketing?, ¿Por qué buena parte de la RSC se apega a mediciones y deja por fuera el sentido común?, estas y otras preguntas se debatieron en el foro “Activismo RSC” organizado recientemente por el Instituto Complutense de Estudios Internacionales, ICEI.
El evento, realizado en la sede de la Representación de la Comisión Europea en España, reunió a estudiosos y expertos en RSC, representantes de organizaciones sociales, académicos, periodistas y ciudadanos del común, entre otros, quienes debatieron entorno al desarrollo sostenible y la promoción de prácticas socialmente responsables.
RSC y sociedad civil
José Ángel Moreno Izquierdo, Presidente de Economistas sin Fronteras, aseguró que la RSC es simplemente un asunto de justicia y que su objetivo final es construir una sociedad más sostenible y mejor. Señaló además que la RSC es tan importante que no se puede dejar sólo en manos de las empresas y no puede ser voluntaria, pues “son exigibles unos mínimos de RSC en materia de derechos humanos, respeto ambiental, relaciones laborales, integridad, respeto a los derechos de las partes interesadas, transparencia informativa, verificación rigurosa, entre otros”.
Para Moreno Izquierdo la RSC depende en buena medida de las exigencias de la sociedad civil, pues la presión social (demandas, exigencias, solicitudes, etc.) es uno de los factores que lleva a las empresas a interesarse por la RSC. Por eso, afirmó que las organizaciones sociales son esenciales para la RSC y que la potenciación del tejido ciudadano y del movimiento asociativo, libre de las intervenciones gubernamentales, debería ser un propósito serio por parte del Estado.
Reconociendo también que la RSC puede ser “perfectamente rentable para las empresas”, el Presidente de Economistas sin Fronteras, afirmó que “es la sociedad quien debe imponer a las empresas, y a todos, los valores sociales dominantes” e indicó que es necesario establecer mecanismos eficaces y severos de regularización, supervisión y penalización en el ámbito de la RSC.
Ciudadanía y defensa de los derechos constitucionales en un contexto de crisis
De izq a derecha: José Antonio Martín Pallín y Helena Ancos.
“Bernard Madoff en dos años se fue a la cárcel, aquí hubiésemos tardado dos siglos y en todo caso, seguramente el proceso habría prescrito” José Antonio Martín Pallín
“Yo creo que es un crimen contra la humanidad que alguien decida llevar a un país a la bancarrota”, José Antonio Martín Pallín
Por su parte, José Antonio Martín Pallín, Magistrado Emérito del Tribunal Supremo, Premio Nacional de Derechos Humanos y Ex Presidente de la Asociación pro Derechos Humanos en España, señaló que hay que tener en cuenta que “la Ley es la elaboración de una democracia pluralista donde deben primar los valores y no el texto”.
Por eso, ante una situación de crisis generalizada, como la que atraviesa España, Martín Pallín aseguró que la justicia debe recurrir a otros aspectos que hoy son fundamentales para la defensa de los derechos humanos de los ciudadanos. Así, respecto al sonado caso de las hipotecas y los desahucios por impago que hoy afectan a miles de personas en España, el magistrado recordó que desde hace tiempo existen directivas europeas de protección de los consumidores, “pero muchos jueces por pereza o nacionalismo no aplican el derecho europeo”.
Martín Pallín también fue enfático en afirmar que los derechos económicos, sociales y culturales que España aceptó y firmó al ingresar en la Unión Europea, entre los que están la sanidad, la educación y la vivienda digna, “también son derechos fundamentales y humanos y hay que cumplirlos”.
Por eso reclamó “menos leyes, más conciencia y más capacidad y agilidad de los jueces para que sepan dar respuesta a la realidad social”.
Periodismo y activismo 2.0: el poder de las personas
El periodista y bloguero Pablo Herreros (famoso por el caso La Noria y la demanda de Mediaset-Telecinco), destacó el papel que las nuevas tecnologías están cumpliendo en el activismo social y señaló que “plataformas como change.org están permitiendo que internet sea ese pegamento que le permita al ciudadano pasar de la pataleta en la barra de un bar a la acción”.
Herreros aseguró que esta forma de activismo enfrenta dificultades como las demandas, coacciones o el estar en situación de debilidad legal y financiera, pero afirmó que, desde su experiencia, pudo comprobar que la ciudadanía entendió que la demanda no era contra él particularmente, sino contra el conjunto de la sociedad y por eso se movilizó en su favor.
El periodista aseguró que en España “necesitamos la RSC y a las empresas, más en un país donde los políticos son corruptos o cómplices”.
Hacer campañas para cambiar el mundo
María José Caballero, Directora de campañas de Green Peace, expuso el trabajo que realizan desde esta organización denunciando y buscando cambiar los comportamientos de las empresas que pueden tener impactos humanos.
Indicó que las campañas de esta organización parten de un objetivo muy concreto, cuentan con una planificación cuidadosa y proponen respuestas llamativas y que buena parte del éxito de las mismas se explica por usar mensajes cortos y claros, ser imprevisibles, reinventarse y utilizar el poder de las redes sociales.
Caballero aseguró también que las empresas multinacionales son muy vulnerables al ataque a su marca y que aunque las campañas de Green Peace se focalicen en ellas, también implican a todas aquellas empresas que hacen parte de su línea de producción.
Para la integrante de Greenpeace es claro que “los nuevos retos requieren nuevos liderazgos y las empresas y ONGs deben trabajar juntas”. Por eso, y contrario a la imagen generalizada, señaló que Greenpeace no sólo hace campañas de confrontación, sino que también propone soluciones y hace negociaciones con empresas, pues buscan ser motor de cambio, pero siendo conscientes “del riesgo del greenwatching y el que quieran utilizar a la organización”.
Finalmente en el debate se plantearon propuestas e ideas entorno a lo que aún falta y los caminos a seguir, como la necesidad de establecer principios de justicia universal en temas de RSC, de manera que haya justicia y reparación transnacional; la necesidad de seguir luchando por la transparencia y disminuir la influencia de las empresas; la necesidad de establecer mecanismos estrictos de regulación y la necesidad de identificar liderazgos sociales y articularlos.
¿ Por qué es importante la regulación y RSC?. Ejemplos en el ámbito ambiental
“Dicen que la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan”
Camille Sée (Político y abogado francés. 1847-1919)
Hacer un repaso histórico por la España de inicios de los años 60 y comprobar los grandes cambios y las similitudes que persisten actualmente en el país, es un buen ejercicio que permite la exposición “Munich 1962, el contubernio de la concordia”, abierta al público hasta el próximo 31 de agosto, en Casa de América.
Más de 40 fotografías, facsímiles de periódicos y una extensa recopilación de documentos, muchos de ellos material inédito, desclasificado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, nos permiten conocer los pormenores de ese encuentro que transcurrió en el Hotel Regina de Múnich, del 5 al 8 de junio de 1962, donde más de un centenar de representantes de organizaciones políticas de la oposición al régimen franquista (tanto internas como de los exiliados) se reunieron por primera vez, tras la Guerra Civil, para tratar de restablecer la democracia en España.
La exposición también presenta un registro del contexto político y económico que se vivía en ese momento, donde Europa avanzaba hacia la consolidación del mercado común y España, apelaba a la liberalización de la economía, buscando salir de la grave crisis económica que afrontaba, en medio de una fuerte oleada de huelgas mineras, creciente desempleo y la emigración de cientos de trabajadores españoles al exterior.
Finalmente la exposición da cuenta de la repercusión que la reunión de Munich tuvo fuera y dentro de las fronteras españolas, donde muchos de los participantes fueron condenados al exilio y otros detenidos, y presenta el legado que el texto resultante dejó para el proceso de la Transición del país hacia la democracia.
En momentos en que numerosos países atraviesan una aguda situación de crisis económica, en que la indignación de los ciudadanos se incrementa día a día por cada nuevo escándalo de corrupción descubierto, por las duras medidas gubernamentales que recortan derechos y beneficios sociales y por las acciones de la banca, los grandes grupos empresariales y la clase política, que son vistos como coprotagonistas de todos los males; en momentos en que grandes franjas de la población manifiestan un enorme desencanto y hartazgo frente al modelo económico, político y social vigente, surgen preguntas como ¿qué papel han jugado y juegan los ciudadanos en esta compleja situación, bien sea por acción, conformismo u omisión?, ¿en qué medida han permitido, colaborado o incluso se han beneficiado de un sistema que ahora sienten que les da la espalda y no les representa?, ¿qué responsabilidad les cabe a los ciudadanos del común en la búsqueda y construcción de soluciones?, ¿es la relación entre modernización y corrupción inevitable e indisoluble?.
Diferentes investigadores y académicos han intentado arrojar luz sobre este debate desde diferentes perspectivas, pero señalando la responsabilidad colectiva, al igual que el ejercicio de la ética y de la ciudadanía como condiciones para la construcción de sociedades democráticas. Estos son algunos de los más recientes artículos y estudios al respecto:
“La sociología del miedo y la co-responsabilidad del elector en el surgimiento y consolidación de las prácticas corruptas”, de José Antonio Ramírez Lucas, plantea que la mentalidad asentada en los ciudadanos de los países llamados “desarrollados” y de los que han experimentado cambios económicos notables, tiene como características destacadas el individualismo, la competitividad, la cultura del enriquecimiento rápido, y el interés por el bolsillo particular. Ramírez Lucas afirma que esta mentalidad lleva aparejada lo que el sociólogo S. Bauman llama “indiferencia moral”. Una mentalidad producto de la sociedad que afecta no sólo al político, sino también a los ciudadanos de a pie, creando ciudadanos cómodos, alejados del interés por la política en mayúsculas, y sólo interesados en unas elecciones si de ello depende algún tipo de contrapartida económica (un empleo, una ayuda social, etc.), lo que se observa en mayor medida en municipios pequeños, en donde un buen número de ciudadanos pasan a ser cómplices y protectores del corrupto. Documento completo
Marta C. Nussbaum advierte en “La Crisis Silenciosa” que más que más que la crisis económica global, la principal crisis que recorre el mundo y que pasa prácticamente inadvertida, “como un cáncer”, aunque con el tiempo puede ser mucho más perjudicial para el futuro de la democracia es la crisis de la educación para el pensamiento crítico. Esta investigadora advierte que se están produciendo cambios drásticos en aquello que las sociedades democráticas enseñan a sus jóvenes, pero se trata de cambios que aún no se sometieron a un análisis profundo. “Sedientos de dinero, los estados nacionales y sus sistemas de educación están descartando sin advertirlo ciertas aptitudes que son necesarias para mantener viva a la democracia. Si esta tendencia se prolonga, las naciones de todo el mundo en breve producirán generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales con la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una mirada crítica sobre las tradiciones y comprender la importancia de los logros y sufrimientos ajenos. El futuro de la democracia a escala mundial pende de un hilo”. Documento completo
En “Ética pública y corrupción en el inicio de un nuevo milenio”, Manuel Villoria Mendieta señala que en el comienzo del tercer milenio se observa la necesidad de redefinir los papeles del Estado en una economía globalizada, situar el mercado en su auténtica dimensión sistémica y devolverle a la política el papel de vehículo a través del cual los seres humanos organizan su presente y preparan su futuro. “Todas estas revisiones nos llevan a destacar la importancia de los valores y las normas en la construcción de sociedades dignas de ser vividas; en definitiva, nos llevan a plantearnos el problema de la ética pública y la corrupción, su naturaleza, orígenes y efectos”. Documento completo
“La construcción de lo político y la ciudadanía” es un artículo de Mercedes Oraisón que a partir de la investigación ‘Análisis comparativo de las perspectivasético-morales y políticas del ejercicio ciudadano en jóvenes de Colombia, México yArgentina’, pretende comprender y significar algunas construcciones de “lo político” entre los jóvenes universitarios de estos países, así como la manera en que la perspectiva de lo político configura nociones, posicionamientos y prácticas de ciudadanía. Y es que para los autores de la investigación la construcción de ciudadanía se debería sustentar en la creación de nuevas condiciones simbólicas y subjetivas que permitan transitar hacia posicionamientos más críticos y activos, en los que el propio sujeto se sienta capaz de incidir y generar transformaciones en su entorno, por más acotadas que estas fueran y hacia la apertura de instancias institucionalizadas de participación. Documento completo
“Comportamiento ético y acción política”, tesis doctoral de Héctor Manuel Rodríguez Cruz, busca aportar a un “vigoroso que despierte en los ciudadanos la conciencia y el compromiso para participar activamente en la política”. Enfatiza que el debate es necesario, en tanto la suerte y el destino de millones de ciudadanos, su provenir y la calidad de vida están vinculados al quehacer político y el valor de la discusión pública debe ser incorporado a la reflexión acerca de la democracia en sí. Este propósito toma fuerza debido a las reiteradas manifestaciones de un visible desencanto con la política y la democracia, situación que impone el repensarlas y emprender su profilaxis desde la ética, pues entiende que la acción política que no se somete a normas éticas, termina siendo una política sin conciencia y poco trascendente. El autor de la investigación sostiene además que las dificultades del mundo de hoy no se resolverán renunciando a la política, sino con su saneamiento y transformación para modelar y organizar la sociedad democráticamente y enfatiza que para asumir democráticamente los retos del siglo XXI se hace necesario que la gente que tenga poder político también tenga ética. Documento completo
Finalmente en “Modelos de ciudadanía y globalización”, José Antonio Antón Valero, expone la tesis de que los cambios en nuestro mundo global y sus tendencias elitistas y de exclusión, nos plantean resituar conceptualmente el uso de los derechos político-sociales y la participación democrática. En su artículo este autor apuesta por la consideración del espacio escolar como un ámbito de aprendizaje de ciudadanía y valores interculturales. Documento completo