Cuando lo decorativo alimenta la reflexión

Por: Soraya Carvajal B.

Como un cuestionamiento a la inmediatez y la fugacidad prevalente en los tiempos contemporáneos; una reivindicación de la función social y del valor cultural del ornamento e incluso como una forma de resistencia frente a lo global, de esto y mucho más nos habla la exposición “Another approach to non painting”, de Diana Velásquez.

La muestra de la artista colombiana afincada en Madrid, que actualmente se expone en el espacio “Habitar la Línea”, de esta ciudad, está compuesta por una serie de pinturas que mezclan patrones decorativos de distintas procedencias, “es un experimento híbrido y una superficie crossover’’ afirma. 

Los patrones decorativos elegidos para estas pinturas provienen de estampas japonesas, cerámica mexicana o turca, porcelana rusa, prendas latinoamericanas, textiles de la India, estampados africanos, entre otros, como una reflexión que cuestiona lo global. “La obra mezcla mundos y de cierta manera, también expresa una resistencia a lo global, porque las personas que venimos de los márgenes, como algunos de estos patrones, entramos en lo global, pero la unicidad que nos conforma también es válida… y no es válida solo porque estemos en un lugar (España) más global”, asegura.

A diferencia de lo que se pueda creer en un primer momento, las pinturas no están hechas con papel pintado o serigrafía, sino de acrílico sobre algodón, y su elaboración ha implicado mucho tiempo y un trabajo detallado que pasa por crear los patrones, calcarlos a la tela, elegir la paleta, hacer distintas pruebas, decidir cómo encajar y superponer los bastidores, hasta cerrar cada pieza.

“La obra no es pintura como tal, pero es un trabajo hecho desde la pintura, manualmente en contraposición con lo mecánico que normalmente está detrás de los patrones que se imprimen seriados. Estoy hablando del fondo, de la esencia a través de los ornamentos y los patrones son una herramienta”, dice Velásquez.

Another approach to non painting” también reevalúa y revindica el rol de lo decorativo y ornamental, generalmente considerado un arte menor. Por eso en esta muestra los ornamentos son el fondo, lo esencial, pues para esta artista a veces lo que se ve como algo superficial puede comportar una gran profundidad.

 “Mis pinturas redundan en eso, pero también estoy hablando de lo artificioso que resulta vivir en el mundo de hoy, es algo que me cuestiono y que decidí incluir en el proyecto. También está lo problemático que me parece que la gente hoy en día no tiene criterio; tú le preguntas a alguien de dónde saca esa opinión y a lo mejor es porque sus amigos piensan lo mismo, o porque lo ha oído, pero no es porque se haya sentado a investigar o a leer la noticia completa, se leen titulares”, asegura.

La Espera….

La Espera” fue una instalación de Diana Velásquez que hizo parte de la exposición AlNorte 2020 en Gijón y también fue expuesta en el Grand Palais de París, en el invierno pasado. La obra parte de una reflexión acerca de los problemas sociales, políticos, sanitarios, entre otros, pero se centra en cómo la espera y el paso del tiempo, debidos a la pandemia, afectaron especialmente a las personas mayores, a esas a las que no les quedó más remedio que esperar.

Aunque las obras son distintas, entre “Another approach to non painting” y “La Espera” puede encontrarse un hilo conductor común: la reflexión acerca del tiempo. La primera cuestiona la inmediatez y la fugacidad del mismo, mientras reivindica la necesidad de parar para pensar; la segunda obra –a su vez-, nos habla de esa espera impuesta, que más que hacer frente a la pandemia, la negó, provocando consecuencias lamentables entre la población mayor.

La pandemia en clave personal

Para Diana Velásquez, que durante años hizo proyectos sobre la crisis inmobiliaria, los desahucios y otras temáticas sociales, con diferentes reconocimientos y/o exposiciones (XXIV Circuitos de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid, Bienal de Bolivia, Casa de América, entre otros), la pandemia ha sido un período de intenso trabajo, donde ha escrito propuestas, creado proyectos, participado en convocatorias, con y sin éxito, y organizado exposiciones.

“Después del confinamiento, donde poco pude trabajar porque estaba en casa con mis hijos, creo que nunca había tenido tanto trabajo como en esta época: monté la exposición en Gijón, fui seleccionada para el Grand Palais, he estado trabajando en este proyecto y voy a participar en una exposición colectiva en Asturias”, admite con una sonrisa que mezcla algo de apuro, al considerar las difíciles circunstancias que otros han vivido en esta etapa.

Sin embargo, también admite que, pese al buen momento que atraviesa, es consciente de que esta es una situación transitoria y que el camino del arte es una carrera de fondo con altas y bajas. “Esto lo he vivido, he tenido épocas buenas, pero sé que esto va a parar y hasta que vuelva a encenderse la vela. Ahora quisiera pausar un poco, volver a investigar y empezar un proyecto nuevo (…) Lo mío es poder trabajar, poder mostrar las obras, uno tiene que seguir y a ver qué pasa”, puntualiza.

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Las mujeres se sienten impostoras en las disciplinas que valoran la «brillantez»

Unsplash. Christina @ wocintechchat.com

Artículo original publicado en Inglés en Science

Por: Mennatalla Ibrahim / Traducción: Soraya Carvajal B.

Las académicas que creen que la «brillantez» es un requisito para triunfar en su campo son más propensas a dudar de sus capacidades. Es un problema que afecta de forma desproporcionada a las mujeres, especialmente a las de grupos raciales y étnicos poco representados, según un nuevo estudio.

La investigación es la continuación de un hallazgo anterior según el cual en los campos que valoran más la brillantez que el trabajo duro, como las matemáticas y la física, se gradúan menos mujeres con un doctorado. Pero concluyeron que esta creencia en sí misma puede «desalentar la participación entre los miembros de los grupos que actualmente están estereotipados como no poseedores de este tipo de brillantez».

El nuevo estudio amplía ese trabajo examinando si las académicas en campos orientados a la «brillantez» sienten que no pertenecen a ese entorno. A partir de una encuesta realizada a casi 5.000 estudiantes STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) y estudiantes de posgrado en humanidades, postdoctorales, residentes de medicina y miembros del profesorado de nueve universidades estadounidenses, los investigadores encontraron que las mujeres de campos que valoran la brillantez eran más propensas a decir que se sentían como un fraude que sus compañeros hombres. Estos sentimientos fueron más prevalentes entre las mujeres de grupos raciales y étnicos sub-representados que entre las mujeres blancas y asiáticas. Los estudiantes de posgrado y los postdoctorales también afirmaron dudar de sus capacidades más que los miembros del profesorado, especialmente en los campos que valoran la brillantez. (Los encuestados no binarios no se incluyeron en el estudio debido al pequeño tamaño de la muestra).

Los resultados del estudio indican que el problema está profundamente arraigado en el entorno cultural en el que se desenvuelven los académicos, tanto dentro como fuera de la academia, dice Sarah-Jane Leslie, profesora de filosofía de la Universidad de Princeton y coautora de la investigación, que se publicó la semana pasada en el Journal of Educational Psychology. «Es mucho más difícil encontrar ejemplos en la cultura popular de mujeres, sobre todo de color, que, como un Sherlock Holmes o un Dr. House, tengan ese tipo de brillantez innata especial», afirma. «Incluso cuando se muestran mujeres consumadas, como una Hermione Granger, su intelecto suele basarse en el trabajo duro, la dedicación y las largas horas en la biblioteca, en contraposición a una especie de intelecto salvaje, innato y no enseñado».

Rachel Ivie, investigadora principal del Instituto Americano de Física, está de acuerdo y añade que el enfoque del estudio en las interacciones entre los múltiples aspectos de la propia identidad -en este caso, el género, la raza y la etnia- es especialmente importante. «Si queremos entender cómo campos como la física pueden retener a los mejores talentos, tenemos que entender cómo el entorno de la física está afectando a las personas de manera diferente en función de sus estatus interseccionales», dice.

Leslie y sus colegas, entre los que se encuentra Melis Muradoglu, autora principal de este estudio, esperan que los resultados impulsen a los académicos a pedir a las instituciones que se responsabilicen de su cultura laboral. «Muchas de las recomendaciones sobre cómo gestionar el síndrome del impostor/a se centran en lo que el individuo puede hacer, por ejemplo, ‘acepta tu propio éxito’ o quizás ‘exprésale a un mentor o colega cómo te sientes'», dice Muradoglu, candidata a doctora en psicología por la Universidad de Nueva York. El consejo es «bienintencionado y a veces útil, pero la responsabilidad debería recaer en el lugar de trabajo para crear entornos acogedores».

También puede ser el momento de alejarse de términos como «brillantez» y «síndrome del impostor», dice Ebony McGee, profesora asociada de diversidad y educación STEM en la Universidad de Vanderbilt que no participó en este estudio. «La gente siempre quiere decir que todo el mundo tiene el síndrome del impostor y que es normal, pero no es normal cuando te sitúan como un impostor. A menudo, así es como te perciben -no como te percibes a ti mismo- y lo interiorizas».

¿Se mueve la sociedad en la dirección correcta con la tecnología que se apodera del mundo?

Artículo original en inglés-Forbes

Por: Andrea LoubierTraducido por: Soraya Carvajal

A lo largo de los últimos siglos, la sociedad ha sido testigo de los avances tecnológicos que han hecho que la vida cotidiana sea más fácil, más cómoda y, en definitiva, más interesante. En el siglo XXI, sin embargo, la tecnología ha dado un verdadero salto cualitativo: la realidad aumentada, el blockchain, la inteligencia artificial y la impresión 3D son solo algunos ejemplos de los inventos más recientes.

Aunque estamos acostumbrados a los avances de todo tipo, ¿el desarrollo de la tecnología es realmente bueno para la sociedad?

Algunas áreas en las que la tecnología ha cambiado nuestras vidas

Los avances tecnológicos ya han llegado a todos los ámbitos de la vida, y su impacto es especialmente notable en estos segmentos:

Estilo de vida. Desde trabajar de forma remota hasta pedir comida a domicilio o reservar una habitación de hotel en línea, la mayoría de las personas cuentan ahora con Internet como una parte insustituible de sus vidas. Los avances tecnológicos han reconfigurado por completo la rutina diaria del ser humano moderno.

La salud. La telesalud, la atención sanitaria en línea, las imágenes médicas en 3D y los dispositivos inteligentes para llevar puestos que registran la frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno en la sangre son sólo algunos ejemplos de los avances tecnológicos introducidos en la atención sanitaria en las últimas décadas.

Privacidad. En el mundo digital, la privacidad es más importante que nunca. Mientras aumentan los índices de ciberdelincuencia, que además es una innovación tecnológica reciente, avances como la criptografía y los programas antivirus dan un golpe de efecto, salvando la privacidad de los usuarios en línea.

La actitud de los jóvenes. Una gran parte de la generación moderna no puede literalmente imaginar su vida sin la tecnología: utilizan dispositivos inteligentes en casa y en la escuela, buscan en Google todo lo que quieren saber, llevan relojes inteligentes, hacen videollamadas y tienen robots y coches autodirigidos.

Los negocios. Innovaciones como la computación en la nube, el Big Data, la ciencia de los datos y la Inteligencia Artificial/Machine Learning han transformado por completo el panorama empresarial moderno. La pandemia de Covid-19 aceleró las transformaciones digitales, impulsando a la mayoría de las empresas a cambiar al modo remoto.

El comportamiento humano. Con la adopción masiva de dispositivos móviles inteligentes, las personas virtualizaron la mayoría de sus tareas cotidianas. Hay una aplicación móvil dedicada a todo: reservar un viaje, hacer un seguimiento de los hábitos alimenticios y de sueño, o incluso comprobar el aspecto que tendrá uno cuando envejezca.

¿Cómo ha afectado la tecnología a las personas?

Es indiscutible que, gracias a la tecnología, tenemos la oportunidad de vivir una vida que nuestros predecesores ni siquiera podían soñar. Pero, ¿todos los avances tecnológicos aportan algo bueno a nuestras vidas? O, tal vez, el impacto de las innovaciones tecnológicas es bastante ambiguo.

Impacto positivo de la tecnología

En un momento en que todos los ámbitos de la actividad humana se digitalizan rápidamente, es fácil insensibilizarse ante la importancia de las innovaciones y los avances para el progreso general de la sociedad. Pero la tecnología nos ayuda inmensamente, por ejemplo:

Ahora que los procesos agrícolas están mecanizados y automatizados, los agricultores pueden cultivar y recoger más cosechas.

Con los avances en el transporte, las personas pueden recorrer largas distancias con rapidez y comodidad, por aire, tierra o agua.

La comunicación, enriquecida con canales en línea, videollamadas y tecnologías 5G, ha alcanzado nuevas cotas, conectando a personas de todos los rincones del planeta.

La radio, la televisión y los medios electrónicos son medios indispensables de noticias e información para la gente de cualquier país del mundo.

Recientemente, la educación se ha vuelto más accesible para todas las personas, independientemente de su ubicación geográfica, gracias a los modernos avances tecnológicos, como las aulas en línea, los planes de estudio electrónicos y los sistemas digitales de gestión del aprendizaje, entre otros.

Cómo sacar el máximo partido a la tecnología

Para que los avances tecnológicos modernos le den poder, y no le angustien, todo el mundo debería utilizarlos cuando y donde sea necesario.

Por ejemplo, puede utilizar las apps de productividad y seguimiento del tiempo disponibles para teléfonos inteligentes o PC cuando sienta una falta de concentración o de autodisciplina. Del mismo modo, si le preocupa su salud y su estilo de vida, puede elegir entre una amplia gama de dispositivos portátiles y aplicaciones de fitness.

La mayoría de las herramientas digitales pueden descargarse gratuitamente, lo que facilita aún más su uso.

Impacto negativo de la tecnología

En el lado negativo, algunos desarrollos tecnológicos resultan ser una maldición más que una bendición. He aquí algunos ejemplos:

Se ha demostrado que el uso excesivo de gadgets, la falta de comunicación offline y el abuso de las redes sociales causan efectos negativos en la salud mental.

En la comunicación online, las personas suelen estar atadas para expresar señales no verbales, lo que da lugar a malentendidos y ofensas.

Las relaciones de quienes pasan más tiempo comunicándose en línea, en comparación con las que se mantienen fuera de ella, pueden volverse tensas y más frágiles con el tiempo.

Los más jóvenes, más propensos a las adicciones al mundo digital, a veces pierden las habilidades y el deseo de comunicarse con sus compañeros cara a cara, en el mundo real.

Los adictos a los videojuegos no suelen salir de casa durante semanas y llevan un estilo de vida sedentario, que acaba arruinando su salud.

Los adolescentes pasan demasiado tiempo desplazándose por los feeds de Instagram y TikTok, lo que les acarrea graves problemas de salud mental, ya que tienden a compararse con las imágenes perfectas de otros que ven en Internet.

Cómo reducir los efectos negativos de la tecnología

El uso excesivo de la tecnología puede ser más perjudicial que beneficioso, y debemos tenerlo en cuenta antes de precipitarnos a digitalizar nuestras vidas.

Es importante controlar el uso de la tecnología en todos los aspectos de la rutina diaria y, mientras no sea demasiado tarde, limitar el tiempo que se pasa delante de la pantalla del móvil.

Además, es una buena idea utilizar aplicaciones «todo en uno» para gestionar un conjunto de tareas (por ejemplo, tener todas las cuentas de correo electrónico y mensajería integradas en un solo lugar) en lugar de cambiar entre una docena de pequeñas aplicaciones para cada actividad.

Como alternativa frente a jugar a un videojuego o navegar por las redes sociales, busca un libro en papel que te interese y pasa tiempo al aire libre con regularidad. En lugar de ver otro episodio de Netflix frente al televisor, habla con tu familia o dedícate a la jardinería.

Pasar más tiempo al aire libre, sin dispositivos electrónicos, favorece el equilibrio vida-trabajo y, en general, es bueno para un estilo de vida saludable.

Los avances tecnológicos de hoy en día

Aunque sea difícil predecir qué avances traerá la tecnología, algunas innovaciones ya están cambiando nuestras creencias sobre el mundo que nos rodea.

Por ejemplo, la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV). Algo que la gente habría considerado mágico hace apenas unas décadas está ganando popularidad en los negocios, los juegos y la creación de equipos.

Se prevé que los dispositivos portátiles y la informática basada en gestos, otra innovación reciente, sustituyan pronto a las pantallas habituales de los ordenadores y los teléfonos.

Los robots, otra palabra de moda en el mundo empresarial actual, ya han sustituido a los humanos en algunos lugares de trabajo: los brazos robóticos trabajan en las cadenas de montaje o de embalaje. Los coches voladores pronto solucionarán el problema del espacio limitado en tierra y los largos atascos.

Incluso se prevé que los habitantes de la Tierra utilicen las innovaciones tecnológicas para colonizar otros planetas en un futuro próximo. ¡El cielo ya no será el límite!

Conclusión

La tecnología mejora todos los aspectos de la vida humana, haciéndola más fácil y diversa. Aunque los avances tecnológicos se ven generalmente como un cambio positivo, algunas personas los perciben de forma negativa.

El exceso de uso de aplicaciones digitales y dispositivos inteligentes y la exagerada dependencia de las herramientas en línea pueden tener a veces efectos trágicos. Sin embargo, si los avances tecnológicos se utilizan con prudencia, no aportan más que cosas buenas a la sociedad.

Está claro que la tecnología por sí misma no es ni buena ni mala. Lo que importa es la forma y el grado en que la utilizamos.

 

Los 3 elementos de la confianza

Ben Welsh/Getty Images

Tomado de HBR – Artículo original en inglés

Por: Jack Zenger y Joseph Folkman. Traducción: Soraya Carvajal

Como líder, usted quiere que la gente de su organización confíe en usted. Y con razón. En nuestro entrenamiento con líderes, a menudo vemos que la confianza es un indicador principal de si los demás los evalúan positiva o negativamente. Pero crear esa confianza o, lo que es más importante, restablecerla cuando se ha perdido, no siempre es tan sencillo.

Afortunadamente, al examinar los datos de las 360 evaluaciones de 87.000 líderes, pudimos identificar tres grupos clave de elementos que suelen ser la base de la confianza. Buscamos correlaciones entre la calificación de confianza y todos los demás elementos de la evaluación y, tras seleccionar las 15 correlaciones más altas, realizamos un análisis factorial que reveló estos tres elementos. El análisis posterior demostró que la mayor parte de la variabilidad de las calificaciones de confianza podía explicarse por estos tres elementos.

Los tres elementos de la confianza

Al comprender los comportamientos que subyacen a la confianza, los líderes están más capacitados para elevar el nivel de confianza que los demás sienten hacia ellos. Estos son los tres elementos.

Relaciones positivas. La confianza se basa en parte en la medida en que un líder es capaz de crear relaciones positivas con otras personas y grupos. Para infundir confianza, un líder debe

    Estar en contacto con los problemas y preocupaciones de los demás.

    Equilibrar los resultados con la preocupación por los demás.

    Generar cooperación.

    Resolver los conflictos.

    Dar retroalimentación honesta de manera útil.

Buen juicio/experiencia. Otro factor que influye en la confianza de la gente en un líder es la medida en que éste está bien informado y tiene conocimientos. Debe comprender los aspectos técnicos del trabajo y tener una gran experiencia. Esto significa:

    Utilizan un buen criterio a la hora de tomar decisiones.

    Los demás confían en sus ideas y opiniones.

    Otros buscan sus opiniones.

    Sus conocimientos y experiencia contribuyen de forma importante a la obtención de resultados.

    Pueden anticiparse y responder rápidamente a los problemas.

Coherencia. El último elemento de la confianza es la medida en que los líderes cumplen su palabra y hacen lo que dicen que van a hacer. La gente valora mucho a un líder si:

    Es un modelo de conducta y da buen ejemplo.

    Cumplen lo que dicen.

    Respeta los compromisos y cumple las promesas.

    Lleva a cabo sus compromisos.

    Está dispuesto a ir más allá de lo necesario.

Queríamos entender cómo estos tres elementos interactuaban creando la probabilidad de que la gente confiara en un líder. Creamos tres índices para cada elemento y, dado que teníamos un conjunto de datos tan amplio, experimentamos con el impacto del rendimiento en cada una de las dimensiones sobre la puntuación global de la confianza. En nuestro estudio descubrimos que si un líder obtenía una puntuación igual o superior al percentil 60 en los tres factores, su puntuación global de confianza se situaba en el percentil 80.

Comparamos las puntuaciones altas (por encima del percentil 60) y las bajas (por debajo del percentil 40) para examinar el impacto que tienen en los tres elementos que permiten la confianza. Nótese que estos niveles no son extremadamente altos o bajos. Básicamente, son 10 puntos de percentil por encima y por debajo de la norma. Esto es importante porque significa que estar justo por encima de la media en estas habilidades puede tener un profundo efecto positivo y, por el contrario, estar justo por debajo de la media puede destruir la confianza.

También descubrimos que el nivel de confianza está altamente correlacionado con la forma en que la gente califica la eficacia general del liderazgo. El impacto más fuerte se produce en las calificaciones generales de los informes directos y de los compañeros. Las calificaciones del director y las del compromiso no están tan correlacionadas, pero todas las diferencias son estadísticamente significativas.

¿Se necesitan los tres elementos de la confianza?

También queríamos saber si los líderes necesitaban ser hábiles en los tres elementos para generar un alto nivel de confianza y si alguno de ellos tenía el impacto más significativo en la calificación de confianza. Para evaluar esto, creamos un experimento en el que separamos a los líderes en niveles altos y bajos en cada uno de los tres pilares y luego medimos el nivel de confianza.

Intuitivamente pensamos que la coherencia sería el elemento más importante. Decir una cosa y hacer otra parece que sería lo que más dañaría la confianza. Aunque nuestro análisis demostró que la incoherencia tiene un impacto negativo (la confianza bajó 17 puntos), fueron las relaciones las que tuvieron el impacto más sustancial. Cuando las relaciones eran escasas y tanto el juicio como la coherencia eran altos, la confianza bajaba 33 puntos. Esto puede deberse a que muchos líderes se consideran ocasionalmente incoherentes. Todos tenemos la intención de hacer cosas que no se hacen, pero una vez que una relación está dañada o si nunca se formó en primer lugar, es difícil que la gente confíe.

Lo normal no era suficientemente bueno

Amanda Northrop/Vox

Tomado de Vox. Artículo original en inglés

Autor Sigal Samuel. Traducción: Soraya Carvajal

Muchos de nosotros nos resistimos a volver a la vida anterior a la pandemia, y con razón.

Con Estados Unidos vacunando a la gente a buen ritmo, empieza a parecer que podríamos volver pronto a la vida normal. Y, por supuesto, todos queremos que se ponga fin a la pandemia que se ha cobrado tantas vidas.

Pero muchos de nosotros también nos sentimos ansiosos por volver a la normalidad, habiéndonos dado cuenta de que nuestras vidas anteriores a la pandemia contenían mucho de lo que es mejor prescindir.

Cuando pregunté a los lectores de Vox si estaban nerviosos por la vuelta a la normalidad, casi 100 personas respondieron con un rotundo «sí». Les preocupa la incomodidad de reaclimatarse a la vida social. Les preocupa volver a los desplazamientos y al trabajo de oficina, que aumentan su estrés y merman su calidad de vida. Y les preocupa volver a una nueva normalidad que se parece mucho a la antigua normalidad, cuyos defectos la pandemia puso de manifiesto.

Al leer las respuestas, me di cuenta de que en realidad hay dos tipos de preocupación. Una es la ansiedad que sentimos por hacer cualquier cosa que no hayamos tenido que hacer en un tiempo. Por ejemplo, a los que hemos tenido el lujo de trabajar desde casa nos puede poner nerviosos volver a desplazarnos en un vagón de metro abarrotado o a mantener una pequeña charla en la cafetería.

Es muy normal sentir este tipo de ansiedad en estos momentos. La presidenta del Barnard College, Sian Beilock, una científica cognitiva que se gana la vida investigando la ansiedad, me dijo que ella misma lo está sintiendo: «Cuando no has practicado en un tiempo, cualquier cosa puede resultar más difícil o menos fluida».

Pero aquí hay una segunda categoría de preocupación. Y se podría decir que vale la pena cultivarla: la preocupación por volver a una normalidad global a la que preferiríamos no volver. La pandemia abrió el debate público en torno a cuestiones que normalmente se eludían -los problemas de salud mental, por ejemplo- o se aceptaban con poca resistencia, como la rigidez de la jornada laboral moderna. ¿Significará la vuelta a la vida normal barrer de nuevo estas duras conversaciones bajo la alfombra?

Martin Luther King Jr. dijo una vez: «Hay algunas cosas dentro de nuestro orden social a las que me siento orgulloso de estar inadaptado y a las que os pido que estéis inadaptados». Las personas a las que escuché expresaron la preocupación de que el mundo se reajustara rápidamente a una normalidad injusta.

Cómo falla la sociedad en materia de discapacidad y salud mental

La abogada de inmigración estadounidense Yasmin Voglewede tiene una discapacidad física. En un trabajo anterior, pidió a su jefe que le permitiera hacer parte de su trabajo desde casa, ya que le resultaba difícil desplazarse.

«Creía que era un ajuste razonable, pero mi jefe nunca lo creyó y nunca lo permitió», me dijo. Se marchó y montó su propio negocio para tener las facilidades que necesitaba. Pero no todo el mundo puede hacerlo. La pandemia ha dado a muchos empleados una idea de lo factible que es el trabajo a distancia para una serie de empleos, una opción que puede desaparecer pronto para muchos cuando la pandemia retroceda.

«Ahora bien, si todo vuelve a la normalidad, ¿en qué situación quedaría la gente como yo, que tiene discapacidades y quiere seguir trabajando, pero que quizá ya no tenga esa opción si no se permite el trabajo desde casa?».

Voglewede añadió que el confinamiento le abrió muchas puertas en lo profesional porque todas las conferencias y seminarios web se trasladaron a Internet. Teme que volver a la normalidad signifique que se le cierren de nuevo esas oportunidades.

Su punto de vista subraya los problemas de accesibilidad que siguen obstaculizando las perspectivas de las personas con discapacidad tres décadas después de la aprobación de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades, y pone de manifiesto lo injusta que era una faceta de la vida estadounidense en tiempos normales.

Nuestra forma de hablar y pensar sobre la salud mental es otra de las principales preocupaciones. Varias personas me dijeron que sentían que la pandemia les había dejado con TEPT, mientras que otras dijeron que había exacerbado condiciones preexistentes como la depresión. Pero un trasfondo de las respuestas fue la idea de que la pandemia fue un acontecimiento sísmico que hizo socialmente permisible poner en primer plano la salud mental y el autocuidado, algo que no era necesariamente cierto antes de que apareciera el Covid-19.

Como me dijo la estudiante de la Universidad de San Diego Lily Yates, «creo que el aumento de la disposición de la gente a cuidar intencionadamente más de su salud mental durante la pandemia revela el problema de lo tabú que es en tiempos «normales». No deberíamos tener que citar una pandemia mundial para dedicarnos más tiempo a nosotros mismos y establecer los límites necesarios en el trabajo y la escuela. La idea de que todo el mundo está «bien» en todo momento -y que debemos fingir que lo estamos si no lo estamos- se ha roto, y debería seguir siendo así»

Una cultura laboral opresiva y la presión sobre la carrera profesional

Si hay un mensaje que se desprende claramente de las respuestas de los lectores, es éste: Mucha gente está realmente harta de estar en la oficina de 9 a 5. La pandemia ha demostrado que el trabajo a distancia es totalmente factible para muchos trabajos, validando las sospechas de la gente de que nuestro modelo estándar de trabajo de oficina es arbitrario, innecesariamente agotador y, en última instancia, explotador, obligando a veces a la gente a elegir entre su bienestar y su carrera.

«No quiero volver a la oficina», me escribió un profesional de los medios de comunicación, que pidió ser identificado sólo por su nombre de pila, Brandon. «Fue una gran pérdida de tiempo, dinero y energía. Los desplazamientos, las charlas, las estúpidas interacciones sociales forzadas, la idea de que la gente debe colaborar y quedarse a trabajar hasta tarde. Una estafa cultural».

Le encanta que trabajar a distancia le haya dado más tiempo y energía para disfrutar de proyectos personales como pintar y hacer música. «No quiero volver a la forma en que la sociedad era antes», insiste.

Muchas personas también se están dando cuenta de que la intensa presión profesional que sentían antes de la pandemia oscurecía sus verdaderas prioridades en la vida.

«Perdí mi trabajo durante la pandemia», me dijo Whitney Delgado. Había estado trabajando en informática para un estadio en Estados Unidos, pero la despidieron cuando se cerraron los eventos deportivos. Sorprendentemente, una vez que se distanció un poco del trabajo, se dio cuenta de lo quemada y miserable que había estado allí. No es sólo que fuera difícil ser una mujer latina en una industria dominada por los hombres. Es que trabajaba muchísimas horas para jefes que parecían pensar que debía estar siempre de guardia.

La pandemia la llevó a reevaluar lo que es realmente importante en su vida: no la productividad constante, sino la familia y la comunidad. En lugar de dedicar tantas horas a ese trabajo, me dijo: «Ojalá hubiera pasado más tiempo con mi abuelo, que murió el año pasado».

Yates, la estudiante universitaria, siente la presión de nuestra sociedad obsesionada por los logros incluso a su corta edad. «La pandemia no ha hecho más que poner al descubierto la completa adoración del trabajo y la productividad inherente a los sistemas que me rodean. Mi universidad se negó a ampliar las opciones de calificación de aprobado-desaprobado después del primer semestre de la pandemia, y no dio ninguna orientación general a los profesores para ayudar a los estudiantes durante (para muchos de nosotros) el período más traumático de nuestras vidas», dijo.

«Después de muchas conversaciones con mis compañeros y colegas, nos hemos dado cuenta de que se ha priorizado sistemáticamente la productividad sobre nuestra salud mental, seguridad y bienestar», añadió. «Mis sentimientos de traición por parte de los sistemas que supuestamente estaban establecidos para protegerme me acompañarán durante mucho tiempo».

¿Hasta qué punto podemos rediseñar nuestra vida?

Para los privilegiados que hay entre nosotros, ahora es un buen momento para establecer intencionadamente reglas sobre lo que vamos a hacer o no después de la pandemia.

Beilock, el científico cognitivo, recomienda hacerse algunas preguntas. «Empieza por preguntarte qué te hace feliz. ¿Cuáles son las actividades que quieres recuperar? ¿Qué tiene sentido? ¿Y qué no lo es? ¿Cuáles son los límites que quieres tener en términos de trabajo, familia, otras obligaciones?».

Sugiere que escribas una cuadrícula en la que, en un eje, apuntes todas las actividades que haces normalmente y, en el otro, indiques el grado en que debes hacerlas (tres es «debo hacerlo absolutamente», dos es «siento que debo hacerlo», uno es «no necesito hacerlo»). Para cualquier actividad que no sea absolutamente necesaria, pregunta si disminuye tu bienestar. Si lo hace, mira si puedes descartarla.

Sin embargo, este enfoque individualista sólo puede llegar hasta cierto punto. Muchas de las cosas a las que no queremos volver no pueden desecharse por pura fuerza de voluntad (a menos que, tal vez, seas independientemente rico). Esto es cierto en el caso de las cosas mencionadas anteriormente, y es indudablemente cierto en el caso de amplios problemas sociales como la falta de bajas por enfermedad, permisos familiares y atención sanitaria.

Para que se produzca un cambio social, es necesario que arraigue algo más profundo. Eso empieza por reconocer que la «normalidad» a la que estamos volviendo puede no ser tan normal en absoluto. Requiere que nos preguntemos qué podemos hacer para cambiar los sistemas nocivos puestos de manifiesto por la pandemia.

Si no lo hacemos, habremos desperdiciado una enorme oportunidad de reinicio.

«Durante la pandemia, parecía que la gente se daba cuenta de la importancia de la comunidad y la ayuda mutua», dijo Delgado. «Pero cuando las cosas vuelvan a abrirse, me temo que nos olvidaremos de eso, y volverá a estar cada uno por su lado».

Asumiendo el reto de la moda sostenible

Con una apuesta decidida por la creación, el reciclaje y la sostenibilidad surgió Dot Station Design, una iniciativa con la Roser Giralt y Lorena Heras, dos emprendedoras de El Boalo (sierra de Madrid) buscan ofrecer alternativas de moda ética, frente al modelo imperante en la industria textil actual.

Aunque su idea inicial era producir una línea de ropa atemporal, fresca, cómoda y colorida que las identificara como diseñadoras, en el proceso de creación de su marca se enfrentaron al cuestionamiento de si querían crear ropa volviéndose, a su vez, consumistas de una industria altamente contaminante y donde mucha de la ropa en desuso no se recicla, sino que termina siendo enterrada.

Somos una marca slow, queremos ser una marca ética, somos conscientes de que la industria textil de las rebajas y del fast fashion no es buena ni sostenible y esa reflexión nos llevó a apostar por recuperar, reparar, reciclar y utilizar el material que se desecha, como materia prima para nuestras creaciones”, afirma Roser Giralt.

Por eso hicieron un llamado para la donación de material, que contó con muy buena respuesta por parte de la comunidad local, recibiendo telas, prendas y tejidos en desuso, que una vez seleccionado, lavado y recuperado, les permite trabajar sus creaciones.

Nuestro eslogan es “repara tu ropa, salva el planeta”, porque queremos hacer ropa nueva, pero también queremos reparar y salvar esas prendas que no están siendo útiles, afirma Giralt.

Pero los objetivos de Dot Station Design van más allá de producir una línea de ropa y sus gestoras apuntan a un proyecto que gira entorno a la sostenibilidad. Así, entre sus frentes de trabajo están:

  1. El servicio de reparación de ropa, para darle una segunda oportunidad a las prendas, reduciendo residuos y el consumo innecesario.
  2. Un taller creativo de reciclaje textil, en el que se recuperan tejidos y materiales en desuso para crear nuevas prendas y objetos útiles.
  3. El rincón de costura que busca trasladar una pequeña esencia de la caravana, sede de trabajo de la marca, a rincones municipales o de colegios, creando en ellos un espacio de reparación de ropa, con los materiales y herramientas necesarios trabajar de manera autónoma.
  4. Realizar coloquios en municipios, centros educativos e instituciones, para informar, generar reflexión y crear conciencia sobre la industria de la moda y promover cambios respecto al consumo.
  5. Decoradots busca consolidarse como parte del programa cultural de pueblos, municipios y barrios, para crear una decoración permanente para fiestas, eventos y celebraciones locales, evitando el uso del plástico o de materiales de usar y tirar, optando en cambio por decoraciones que se puedan utilizar durante todo el año. Esta actividad también pretende crear comunidad y promover relaciones interculturales e intergeneracionales.

Retos y dificultades

Durante estos dos años de trabajo Giralt y Heras han enfrentado las dificultades que habitualmente encuentran los pequeños emprendedores, como la falta de financiación o la falta de condiciones favorables por parte de los proveedores, lo que les ha supuesto tener que comprar los materiales a precios de minorista, al no poder adquirir los grandes volúmenes exigidos para optar a rebajas o descuentos.

Sin embargo, también han contado con la solidaridad y apoyo de familiares, amigos y de la comunidad que con sus donaciones de ropa o demandando servicios de reparación de prendas les han proveído ingresos. “Hemos hecho una gran inversión personal en cuanto al tiempo y la dedicación al proyecto, y gracias a los pequeños empujones de la gente que ha donado material, que ha contratado nuestros servicios o que ha comprado nuestros productos, ahora tenemos prendas, materiales en stock y hemos conseguido transformar la caravana en el espacio que soñábamos”, asegura Roser Giralt.

La aparición del Covid19 también ha sido un escollo para estas emprendedoras, que se han visto obligadas a modificar su plan de trabajo. “La idea del 2020 era comenzar a rodar con la caravana para ofrecer los talleres de reciclaje textil en colegios y municipios, pero el Covid apareció en marzo y nos tocó asumir la nueva realidad. Hubo momentos en que nos sentimos frustradas, pero hemos sabido buscar la cara positiva a esta situación. Hemos aprovechado el tiempo para terminar la recuperación de la caravana, diseñar nuevas prendas, pensar nuevas opciones para el proyecto y nos hemos adaptado para ofrecer mascarillas, cumpliendo los requerimientos exigidos por sanidad”, señaló Lorena Heras.

Satisfacciones

A pesar de las dificultades que implica crear una empresa desde cero, con esfuerzo, sin ayudas institucionales, sin límite de horarios y viendo como el creciente ritmo de trabajo ha entrado en contradicción con su idea de generar un proyecto que les permita conciliar, las dos emprendedoras se muestran satisfechas con sus logros.

“Ha habido momentos muy difíciles porque no hay horarios, porque nuestros hijos nos ven delante de una maquina muchas horas y hemos emprendido este proyecto, entre otras cosas, para tener una buena conciliación de la vida profesional y familiar y al final te enfrentas a que esto requiere mucha dedicación, tiempo y compromiso (…) pero cuando ves que el esfuerzo se convierte en lo que ahora tenemos, es muy satisfactorio. Además, ves que la gente de tu alrededor te ayuda con sus pequeñas aportaciones y te das cuenta de la importancia de la red local”, afirma Giralt.

Lorena Heras, por su parte, asegura que, aunque el día a día puede ser duro, echando la vista atrás pueden ver que el esfuerzo ha merecido la pena, y para ella “trabajar en equipo también implica apoyarnos cuando la otra está baja de ánimo, abrazarnos cuando estamos contentas por las cosas que vamos consiguiendo y no sentirte sola porque vas de la mano con alguien que está a tu lado”.

Actualmente estas emprendedoras están llegando a acuerdos con proveedores que les ofrecen mejores precios y condiciones, forman parte del Comité de sostenibilidad y medioambiente de la Red de Mujeres Emprendedoras, REM; buscan formar parte de la Asociación de moda sostenible de Madrid y están consolidando alianzas con otras marcas y asociaciones que apuestan por la moda sostenible, mientras siguen convencidas de seguir buscando sus sueños y de que “cuando las fuerzas se unen se consiguen cosas mucho más potentes”.

9 Razones por las que desintoxicarse de las redes sociales

Imagen tomada de Pxfuel

Por: Holly Chavez (Artículo original en inglés)

El número de usuarios de las redes sociales sigue creciendo. De hecho, la persona promedio pasa por lo menos 1 hora y 40 minutos al día mirando sus aplicaciones y redes sociales favoritas [1].

Sin embargo, esto no significa que pasar tanto tiempo en las redes sea bueno para ti. Aunque tu trabajo puede requerir que permanezcas socialmente en línea durante horas, también puede ser útil desintoxicarse durante el fin de semana o durante las vacaciones.

Aquí hay 9 beneficios de tomar un descanso de los medios sociales:

1. Romper el ciclo de comparación social

Los científicos han descubierto que la mayoría de las personas que usan las redes sociales terminan comparando sus vidas con las de todos sus conocidos. El problema es que esto puede tener un serio impacto en su autoestima.

Por ejemplo, si todas las personas que conoces se casan y tienen bebés, pero tú sigues soltero/a, puedes terminar sintiéndote aislado/a y solo/a. Esto puede incluso llevar a algunas personas a una grave depresión. [2] Rompe este ciclo insalubre tomando un descanso de las redes para que puedas volver a conectarte con todas las cosas extraordinarias de tu vida.

2. Protege tu privacidad

Las redes sociales son una forma conveniente de mantenerse el contacto y compartir fotos, pero también requieren que renuncies a mucha de tu privacidad.

Por ejemplo, ReputationDefender informó recientemente que la última actualización de la política de privacidad de WhatsApp permite que la aplicación de mensajería comparta datos con Facebook [3].

Por lo tanto, si no quieres que Facebook tenga acceso a tu número de teléfono, asegúrate de que no tienes ambas aplicaciones instaladas en tu teléfono. Mejor aún, puedes hacer una desintoxicación de los medios sociales que incluya el borrado de tus aplicaciones y cuentas para proporcionarte la mejor protección posible en cuanto a privacidad.

3. Dejarás de sentirte tan competitivo

Incluso si no eres consciente de ello, las redes sociales sacan a relucir tu lado competitivo. Esto se debe a que la principal base de sitios como Facebook es atraer la atención a tus publicaciones. Cada reacción y comentario es una medida de cuán popular es un post en particular, lo que puede hacer que te esfuerces por superar a otros, e incluso a ti mismo.

Este tipo de competitividad no es saludable, y puede causar ansiedad y depresión.

4. Mejora tu estado de ánimo general

Los estudios han descubierto que cuanto más tiempo pases en una red social, más probable es que desarrolles depresión [4]. Además, la cantidad de tiempo que pasas en estos sitios está directamente relacionada con si te sientes estresado o feliz.

En otras palabras, si te has sentido muy ansioso, estresado o deprimido, este es un buen momento para hacer una desintoxicación de los medios sociales. Puede sentirse raro al principio, pero tu estado de ánimo general debería comenzar a mejorar a medida que te alejas de Facebook, Twitter y otros sitios similares.

Imagen tomada de Pxfuel

5. Conquista tu miedo a la pérdida

Computer World ha señalado que las redes sociales están diseñadas para ser tan adictivos como la cocaína. [5] Esto no es solo una hipérbole; cuando dejas de usar las redes sociales por primera vez, puedes esperar sentir síntomas de abstinencia. Los científicos dicen que esto se debe al miedo naturalmente arraigado de la pérdida. Después de todo, podrías perderte algo entretenido o importante si te alejas de tu portátil o smartphone.

El número de notificación hace que sea aún más difícil mantenerse alejado. Pero aquellos que se vuelven adictos a las redes pueden terminar destruyendo sus relaciones personales y profesionales.

Puedes minimizar este efecto después de la desintoxicación programando una visita al día a tus redes sociales favoritas. Cuando esa visita termine, no mires estos sitios en el resto del día.

6. Reconectar con el mundo real

¿Te conectas bien con otros en línea, pero nunca te encuentras conectando en persona? Esto puede ser ideal para los introvertidos, pero todos necesitamos algún contacto humano en persona.

Tristemente, la gente que pasa mucho tiempo en las redes sociales reportan sentirse solos y aislados en la vida real. También es más probable que sufran de un sistema inmunológico debilitado.

La buena noticia es que, aunque seas introvertido/a y te sientas incómodo/a con mucha interacción en persona, puedes mejorar tu estado de ánimo simplemente saliendo en público. Visita tu parque o restaurante favorito si prefiere estar solo. También puedes ir al cine o a un concierto (teniendo en cuenta las medidas y recomendaciones de seguridad, debido a la pandemia de Covid19)

Si quieres hacer nuevos amigos, considera la posibilidad de usar un servicio como MeetUp para encontrar personas con ideas afines (y programar actividades).

7. Empieza a vivir el momento

¿Publicas todo lo que haces en Facebook mientras cada actividad o evento de la vida está sucediendo? Incluso ha habido casos de personas que actualizan sus cuentas de Facebook y Twitter desde el altar inmediatamente después de casarse. [6]

Esta es una forma viable de documentar tu vida, pero también puede convertirse en una carga que te saca del momento presente. Si estás viviendo todo a través de la lente de las redes sociales en lugar de interactuar directamente, tus experiencias serán de menor calidad y se volverán menos memorables.

8. Deja de obsesionarte con el pasado

¿Pasas mucho tiempo mirando viejos tweets o acechando a tu ex en Facebook? Esto puede mantenerte atrapado/a en un ambiente negativo, y hace mucho más difícil recuperarse de una ruptura.

Dejar atrás los medios sociales por un tiempo puede darte el espacio que necesitas para dejar de obsesionarte y seguir adelante con tu vida. Asegúrate de que cuando vuelvas a tus perfiles sociales, des un paso más para bloquear a tus ex o a cualquier otra persona que te duela ver en línea. También puedes modificar tus recuerdos de Facebook para eliminar ciertos elementos para que dejes de recordarlos.

9. Gana mucho tiempo libre

¿Sientes que nunca tienes suficiente tiempo para hacer ejercicio, leer o limpiar tu casa? Poner las redes sociales en pausa te ayudará a recuperar casi 2 horas diarias, durante las cuales podrás dedicar tu energía a mejorar tu vida.

Caminar durante 30 minutos al día ofrece enormes beneficios para la salud física y mental, es mejor y más útil que estar desplazándote a través de tu feed de noticias de Facebook [7]. También te sentirás menos estresado/a si te tomas un tiempo para poner tu casa en orden.

Reflexión final

Para muchos de nosotros, las redes sociales son una gran parte de nuestras vidas. Pero a pesar de los beneficios que obtenemos de ellas, también hay desventajas en su uso, especialmente si pasamos demasiado tiempo conectados.

Si te resulta difícil desconectarte completamente, considera visitar uno de los muchos sitios web que ofrecen beneficios educativos respecto a los medios sociales. También ten en cuenta que tomar un curso gratuito, leer o escuchar podcasts sobre un tema de interés es definitivamente una mejor manera de pasar el tiempo, y puede enriquecer tu vida personal y profesional.

Traducción y adaptación: Soraya Carvajal B.

Referencias:

[1]^The Telegraph: Is your daily social media usage higher than average?
[2]^Forbes: New Study Links Facebook To Depression: But Now We Actually Understand Why.
[3]^Reputation Defender: How social engineers find your personal information
[4]^Cosmopolitan: Why Social Media Is Making You Miserable
[5]^Computer World: Social media addiction is a bigger problem than you think
[6]^Gizmodo: Husband and Wife Update Facebook and Twitter at the Altar
[7]^The Washington Post: The many benefits of walking 30 minutes a day

El coche autónomo ¿el siguiente objeto de consumo y deseo?

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Foto: Matheus Bertelli. Pexels

Cuando el primer iPhone llego al mercado, A finales de Junio de 2007, el fabricante dominante era Nokia (con ingeniería y fabricación en Europa). Y aunque los ajustes económicos de la marca finlandesa fueron inmediatos (cierre de fábricas, reducción de puestos de trabajo y traslado de la producción a lugares menos costosos), los resultados de ventas marcaron un punto de inflexión y tambalearon sus sólidos cimientos.

Los expertos no se ponen de acuerdo acerca de la clave del éxito de iPhone, si la pantalla táctil, integrar las funcionalidades multimedia con la conectividad, el diseño, la interfaz gráfica o el marketing, entre otros aspectos.

Una conectividad móvil, presente desde antes del lanzamiento del dispositivo al mercado, pero infrautilizada, fue aprovechada por Apple al punto de que se vio saturada por el éxito de ventas del novedoso móvil, lo que llevó a las operadoras de telecomunicaciones a negociar con la firma para evitar una caída de la infraestructura, ralentizando las ventas del iPhone. Sin embargo, el equilibrio de poder con los operadores de red había cambiado y el modelo de negocio también.

Google anunció entonces su alternativa, Android, con grandes similitudes, pero también, con diferencias clave, siendo la principal, las fuentes de beneficio, centradas en primer término en una publicidad más personalizada y, en segundo lugar, en los datos asociados a cada uno de los usuarios. Así, mientras que Apple se centró en el beneficio por terminal móvil y negoció un porcentaje de los ingresos con las operadoras de telecomunicaciones, Google se centró en la publicidad y en el ecosistema de fabricantes.

Con la excepción de su línea de dispositivos, Pixel, minoritaria en porcentaje de ventas, los terminales móviles -el hardware- de Google, son vendidos por un ecosistema de fabricantes que, al compartir gran parte del software -el sistema operativo Android, con diferentes grados de personalización-, enfrentan grandes dificultades para diferenciarse, generando una competencia feroz respecto al hardware, y que se evidencia en los esfuerzos de renovación constante de cámaras, pantallas, etc.

Las consecuencias de todo esto han sido los reducidos márgenes de beneficio para los fabricantes[1] de terminales y la dispersión de versiones de Android, con todo lo que esto supone desde el punto de vista de seguridad y obsolescencia programada, aspectos que terminan perjudicado al usuario final.

Así, es práctica habitual que el último gran fallo de seguridad, sólo se corrija en la última versión[2] de Android y que, con pocas excepciones, los fabricantes sólo proporcionen los parches de seguridad para dos versiones o “familias Android”, lo que suele ser equivalente a dos años, dejando agujeros de seguridad en las otras versiones e incluso forzando los cambios de terminal.

Añadamos que, aunque gran parte de los esfuerzos del desarrollo del software se han venido centrando en la funcionalidad (la principal percepción del usuario), en los últimos años grandes compañías tecnológicas se han visto obligadas a cambiar de estrategia[3] centrándose en mejorar aspectos como la estabilidad y la seguridad de los terminales móviles.

Ante los diferentes problemas de seguridad que viene afrontando Android, comienzan a surgir voces que apuntan a que Google podría deshacer parte del camino andado. Es decir, partiendo de que Android es una personalización de sistema operativo Linux, el nuevo enfoque buscaría emplear directamente el núcleo de Linux, sin modificación, lo que liberaría a Google de la responsabilidad del desarrollo de gran parte de los parches de seguridad.

Sin embargo, hoy es claro que Google se ha convertido en una multinacional hegemónica en un producto de deseo como el teléfono inteligente.

Y ahora, el coche autónomo

Manteniendo la lupa en Europa, y pasando de los teléfonos a los vehículos, así como los terminales móviles dieron el salto a “inteligentes”, los coches están en proceso de dar el salto a “autónomos”. Haciendo un símil, en el papel de Nokia, estarían los grandes fabricantes de automóviles europeos actuales, en el de Apple estaría Tesla y en el de Google ¡nuevamente Google!

De momento todo indica que Google reproducirá su estrategia, en versión aumentada y corregida, con el vehículo autónomo. Métricas como el menor número de fallos de software por km recorrido, dan una idea de su ventaja actual en cuanto a desarrollo del coche autónomo respecto a los fabricantes tradicionales.

Esto cobra más vigencia al tener en cuenta los problemas detectados en el software de los coches que ruedan por nuestras calles, entre los que están los problemas en el sistemas de frenado automático, defectos en el sistema de control de crucero, fallos en el software de limitación de velocidad, en los airbags, etc., muchos de ellos defectos de software críticos y persistentes en la industria automotriz actual.

¿Reaccionará la potente industria automovilística europea a tiempo? Las declaraciones del CEO de VW hablan de un cara o cruz, con un 50% de posibilidades de éxito en 10 años.

Si Google posiciona su solución para coche autónomo como la dominante, el fenómeno vivido con Android podría volver a repetirse y no sería descartable un escenario donde los vehículos fabricados por las empresas europeas serían meramente un armazón en el que Google instalaría su software.

Pero si Finlandia ha conseguido sobreponerse al desplome de Nokia  cabe preguntarse si ¿podrá hacerlo Europa si la industria automotriz, uno de sus sectores estratégicos, pasa a ser intrascendente y, tal como ocurre actualmente con los móviles, la fabricación de automóviles sale de esta región hacia países con menores costes de producción?

Ante un escenario que hoy se consideraría improbable, pero que no es descartable ¿sería viable emprender vías de colaboración, estilo Airbus, en la industria automovilística europea?

Es claro que ninguno de los grandes fabricantes de aviones o actuales miembros del consorcio (Aérospatiale, Matra, Daimler-Benz’s aerospace interests, MTU München, Dornier Flugzeugwerke, Messerschmitt-Bölkow-Blohm, Construcciones Aeronáuticas SA, entre otros) hubiese podido afrontar las inversiones en I+D necesarias para ser una alternativa viable ante Boeing. Hoy Airbus es objeto de la ira del mandatario norteamericano, y ¿quién puede negar que principalmente por su éxito?

Pero además, si actualmente los vehículos que se venden en la Unión Europea deben cumplir las normativas anticontaminación Euro 6 ¿no sería asumible contar con normativas, estrictas y comunes, que garanticen la privacidad y seguridad de la información -de los datos-, extraídos de los coches autónomos que se distribuirán en territorio comunitario, antes de que estos rueden por las calles, y no esperar para reaccionar ante hechos consumados?. ¿Será posible que Europa se ponga de acuerdo respecto al vehículo autónomo, y plantear alternativas propias, como se ha hecho contra la adquisición de industrias estratégicas europeas[4]?.

El reto del 5G

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Un factor central, y también nexo entre los teléfonos inteligentes y los automóviles autónomos, es la infraestructura 5G, la quinta generación de las tecnologías y estándares de comunicación inalámbrica, ahora caballo de batalla entre Washington y Beijing. El nivel de desarrollo alcanzado por China va muy por delante de los desarrolladores de otras regiones, quienes, conscientes del poder económico y geoestratégico que esta tecnología implica, buscan retrasar la implantación de esta nueva red, mientras soluciones alternativas no estén listas.

Una diferencia fundamental del 5G, respecto a las infraestructuras anteriores, es su capacidad de recolección de datos del usuario final. El análisis avanzando de esos datos comportará nuevos modelos de negocio, innovación tecnológica y la transformación de toda industria que dependa de los servicios de telecomunicaciones y de las tecnologías de la información.

El 5G permitirá además que la obtención de datos se haga desde la misma infraestructura de red inteligente -la puerta de entrada de los datos- y con capacidad para obtener muchos más metadatos y no simplemente desde el dispositivo final. Por eso, actualmente un actor clave en el entorno 5G es Huawei, que, al proveer infraestructura de red a las operadoras y dispositivos a los usuarios, tiene un dominio más completo de este nuevo entorno.

La quinta generación de comunicaciones inalámbricas, 5G, también mejorará considerablemente la latencia, es decir, el tiempo que tarda en transferirse un paquete de datos dentro de la red o el tiempo que dura en consumarse una acción desde que se inicia, lo que nos permitirá interacciones casi instantáneas, conectarnos y compartir información prácticamente en tiempo real, aumentar la velocidad de las descargas, entre otros aspectos.

Desde el paradigma del Internet de las Cosas IoT la infraestructura 5G hará posible la interconexión de todos los dispositivos conectados, siendo los teléfonos inteligentes y los coches autónomos dos de las principales familias de dispositivos. Así, por su mayor velocidad de recolección y procesamiento de datos, mayor velocidad de respuesta y mayor precisión espacial (que redundarán en seguridad para los ocupantes y transeúntes), la tecnología 5G es vital para que los vehículos autónomos sean una realidad cotidiana.

En este escenario de revolución tecnológica donde cuatro actores -empresas de infraestructura, operadoras de telecomunicaciones, grandes empresas tecnológicas y fabricantes de dispositivos- juegan sus bazas, la balanza de “obtención de valor” tenderá a equilibrarse pues las redes y los operadores también entrarán a capitalizar el jugoso negocio detrás de todos los dispositivos: la obtención de datos de los usuarios.

Ante este interesante y novedoso panorama que definirá la tecnología y geopolítica venideras surgen preguntas, aún sin respuesta, como ¿qué papel jugará Europa en materia de innovación, para no quedar a expensas de lo que suceda en otras regiones del mundo? Y ¿qué medidas se implementarán en Europa para proteger a los usuarios –ciudadanos-, quienes son el origen de todo el modelo de negocio, gracias a sus valiosos datos?

Así las cosas, las instituciones europeas tienen delante un desafío primordial a fin de crear vías de colaboración y normativas que permitan afrontar este reto de manera conjunta, como correspondería a una verdadera “comunidad” europea.

[1] https://theoverspill.blog/2015/02/09/android-oem-profitability-and-the-most-surprising-number-from-q4s-smartphone-market/

https://www.extremetech.com/computing/211972-htc-declared-effectively-worthless-lgs-profit-margins-fall-to-a-penny-a-phone

[2] https://www.redeszone.net/2018/08/30/sistema-operativo-android-filtra-informacion-los-dispositivos/

https://noticiasseguridad.com/vulnerabilidades/nueva-vulnerabilidad-nfc-afecta-a-android-7-8-y-9-google-no-corregira-esta-falla/

[3] https://www.theregister.co.uk/2018/06/04/apples_biggest_problem_complacency/

https://www.axios.com/scoop-apple-delays-ios-features-to-focus-on-reliability-performance-1517278421-d7722a3b-402e-4804-8f24-719154bf2a8e.html

https://www.zdnet.com/article/microsoft-needs-to-refocus-on-windows-10-fundamentals-not-just-new-features/

[4] https://www.esglobal.org/las-grandes-potencias-europeas-intentan-defender-empresas-china/

https://www.elconfidencial.com/economia/2017-07-14/alemania-china-comercio-g20-obama-sectores-estrategicos-robots-tecnologia-libre-comercio-globalizacion-proteccionismo_1414254/

https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2019-01-10/europa-teme-que-la-avalancha-inversora-de-china-drene-su-ventaja-competitiva_1748866/

https://www.eldiario.es/economia/China-compras-industria-barreras-Merkel_0_887862096.html

https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2019-08-12/china-europea-inversiones-francia-alemania-espana_2129831/

«Leer te puede ayudar a ser feliz»

Confiesa que siempre le ha gustado leer, pero que a la biblioteca pública de Manzanares el Real llegó casi que por casualidad, cuando valorando una opción laboral decidió participar en la convocatoria que abrió el ayuntamiento y aprobó la oposición. “Si me dicen un año antes de que saliera la oposición que si quería ser bibliotecaria habría dicho que no, menos siendo de ciencias y no de letras, pero son esas casualidades de la vida en que tú no eliges, sino que las circunstancias te eligen a ti”.

Durante 33 años Mercedes López Martínez ha sido la responsable de la Biblioteca Pública Marqués de Santillana, un espacio que le ha permitido descubrir y fortalecer su pasión por los libros, desplegar su vocación de servicio, generar opciones culturales, ver crecer a las distintas generaciones del municipio, contribuir en la construcción de comunidad, hacer amigos y sentirse privilegiada por disfrutar tanto de su trabajo.

Durante sus más de tres décadas de trabajo “Merche”, como la conoce la mayoría de la gente, ha sido testigo de la transformación que han sufrido las bibliotecas, pasando de ser ese espacio silencioso para ir a estudiar, a un punto de encuentro, unión y participación de la comunidad, donde se hacen diversas actividades culturales.

Se siente especialmente satisfecha con las jornadas semanales de cuenta-cuentos y los festivales que vienen realizando desde 2009 con gran aceptación; y aunque asegura que por su timidez remanente lo pasa mal cuando tiene que hablar ante mucha gente, reconoce que es grato ver como cada viernes, al terminar la jornada, padres, madres y niños se quedan en el centro para conversar, comentar la crianza o compartir su amistad, reafirmando a la biblioteca como ese lugar de nexo colectivo.

Cree que los buenos lectores terminan siendo buenos usuarios de la biblioteca y que a quienes no les gusta leer es porque, en realidad, no han encontrado la lectura adecuada, “ese libro que te atrape, esa historia donde te puedas sentir partícipe o representado”.

Siendo testigo de que “hay niños que básicamente vienen a la biblioteca para conectarse a la red wifi y hablar por WhatsApp con el amigo que tienen al lado”, considera importante seguir fomentando la lectura entre los públicos jóvenes, “no por obligación, sino ofreciéndoles otras alternativas de conocimiento y diversión”.

Por eso, aconseja a madres y padres que se impliquen desde temprano, porque “está demostrado que, si ellos mismos les leen libros desde pequeños, los niños seguirán demandando lectura a medida que crezcan, aunque puedan tener momentos en su trayectoria vital donde lean menos”.

Asegura que en términos de lectura “no le hace ascos a nada”, aunque prefiere la novela histórica costumbrista que da cuenta de cómo vivía la gente, su día a día y su trabajo. Pero también disfruta de la novela policíaca por ser entretenida y fácil de leer.

A lo largo de los años ha aprendido que, para el público adulto, la lectura es una forma valiosa de esparcimiento, que puede ayudarles a olvidarse por un rato de sus problemas o incluso de pequeñas depresiones. Por eso, su recomendación para quienes leen por elección es que, si un libro no les termina de llenar, les aburre o consideran que es una pérdida de tiempo, lo dejen de lado, sin sentimientos de culpa, pues “se debería leer por placer, para pasar buenos momentos y estar a gusto”.

Futuro

Consciente de la necesidad de contar con mayor presupuesto y espacio, Merche y la ciudadanía de Manzanares el Real están a la expectativa de que se concrete el proyecto de ampliación de la biblioteca en un nuevo edificio, de más de mil metros cuadrados, que permitirá adquirir más ejemplares para el centro, así como destinar un área a la zona infantil y otra a la de adultos, ofrecer un mejor servicio y hacer más actividades.

Aunque con la implementación de eBiblio, servicio regional de préstamo de libros electrónicos, a través de Internet, Merche llegó a pensar que la afluencia de público podría disminuir, no sucedió así, por el contrario, en los últimos años la demanda de ejemplares, por parte de los habitantes de este pequeño municipio de la Sierra de Madrid, ha seguido creciendo, llegando a los 11.805 préstamos en 2017; 14.140 préstamos en 2018 y con visos de superar esta cifra en el presente año. “Quizás también sea un asunto generacional, los jóvenes son más usuarios de e-readers, pero a la gente mayor le sigue gustando el papel”.

Reconoce que la tecnología puede ser un buen complemento y apoyo al bibliotecario/a, en la medida en que los préstamos y devoluciones automáticos, les dejarían más tiempo libre para las tareas de catalogación, adquisición, etc. Sin embargo, también considera que la figura del bibliotecario/a no debería desaparecer en el futuro, pues su rol es importante por la labor de asesoría y la relación humana con los usuarios.

“Hay gente que me pregunta ¿qué libro me recomiendas? Y a través de sus preferencias los vas conociendo, pero también a veces haces un poco de guía, consejera o incluso de psicóloga, porque hay personas que están buscando con quien hablar, que te cuentan incluso problemas personales o se desahogan y si tú los escuchas -aunque no puedas hacer mucho más- o les recomiendas una lectura apropiada se van muy contentos “

Abierta respecto a los nuevos aprendizajes y desafíos que implicará la integración de la Biblioteca Marqués de Santillana en el sistema de Carné único de la Comunidad de Madrid, en 2020, Mercedes López Martínez sigue desempeñando su trabajo con alegría e ilusión, destacando que Manzanares el Real no es un caso aislado pues “en la mayoría de los pueblos pequeños los bibliotecarios hacen una labor impresionante con pocos recursos”.

Finalmente, señala con convicción que su profesión es muy enriquecedora porque “es muy variada, trabajas con libros, estás en relación directa con la gente, hay diversidad de tareas y brindas un servicio público. Pero, además, la lectura a mí me aporta tanto, que no puedo más que animar a los demás para que lean, porque leer te puede ayudar a ser feliz”.

Escribir dando valor a las voces secundarias

Piensa cuidadosamente las preguntas y, antes de responder, pide aclaración en caso de no haber entendido el sentido exacto de las mismas. A través de sus palabras transmite una lectura crítica del mundo que la rodea, dominio de su oficio y una profunda experiencia vital. Svetlana Alexiévich, escritora bielorrusa y Premio Nobel de Literatura 2015, estuvo en un evento público en Madrid.

Durante la charla, realizada en la Fundación Telefónica, la autora de “Voces de Chernóbil” reflexionó acerca del periodismo y la escritura, la tecnología y su incidencia; su país, la política, la democracia y el papel de la mujer en el proceso histórico, entre otros temas.

Pausada, firme, tranquila e incluso con un aire tímido (o por lo menos, dejando la sensación de no darse a sí misma demasiada importancia), Alexiévich reivindicó como claves de su trabajo y producción literaria, la importancia de escuchar con interés genuino las voces de los personajes secundarios, de los testigos de conflictos, guerras y/o tragedias que tienen la capacidad de verbalizar lo vivido en primera persona, lejos de ideologías o de la fantasía, teniendo siempre presente el vínculo, la conexión humana entre entrevistado y entrevistador.