Las académicas que creen que la «brillantez» es un requisito para triunfar en su campo son más propensas a dudar de sus capacidades. Es un problema que afecta de forma desproporcionada a las mujeres, especialmente a las de grupos raciales y étnicos poco representados, según un nuevo estudio.
El nuevo estudio amplía ese trabajo examinando si las académicas en campos orientados a la «brillantez» sienten que no pertenecen a ese entorno. A partir de una encuesta realizada a casi 5.000 estudiantes STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) y estudiantes de posgrado en humanidades, postdoctorales, residentes de medicina y miembros del profesorado de nueve universidades estadounidenses, los investigadores encontraron que las mujeres de campos que valoran la brillantez eran más propensas a decir que se sentían como un fraude que sus compañeros hombres. Estos sentimientos fueron más prevalentes entre las mujeres de grupos raciales y étnicos sub-representados que entre las mujeres blancas y asiáticas. Los estudiantes de posgrado y los postdoctorales también afirmaron dudar de sus capacidades más que los miembros del profesorado, especialmente en los campos que valoran la brillantez. (Los encuestados no binarios no se incluyeron en el estudio debido al pequeño tamaño de la muestra).
Los resultados del estudio indican que el problema está profundamente arraigado en el entorno cultural en el que se desenvuelven los académicos, tanto dentro como fuera de la academia, dice Sarah-Jane Leslie, profesora de filosofía de la Universidad de Princeton y coautora de la investigación, que se publicó la semana pasada en el Journal of Educational Psychology. «Es mucho más difícil encontrar ejemplos en la cultura popular de mujeres, sobre todo de color, que, como un Sherlock Holmes o un Dr. House, tengan ese tipo de brillantez innata especial», afirma. «Incluso cuando se muestran mujeres consumadas, como una Hermione Granger, su intelecto suele basarse en el trabajo duro, la dedicación y las largas horas en la biblioteca, en contraposición a una especie de intelecto salvaje, innato y no enseñado».
Rachel Ivie, investigadora principal del Instituto Americano de Física, está de acuerdo y añade que el enfoque del estudio en las interacciones entre los múltiples aspectos de la propia identidad -en este caso, el género, la raza y la etnia- es especialmente importante. «Si queremos entender cómo campos como la física pueden retener a los mejores talentos, tenemos que entender cómo el entorno de la física está afectando a las personas de manera diferente en función de sus estatus interseccionales», dice.
Leslie y sus colegas, entre los que se encuentra Melis Muradoglu, autora principal de este estudio, esperan que los resultados impulsen a los académicos a pedir a las instituciones que se responsabilicen de su cultura laboral. «Muchas de las recomendaciones sobre cómo gestionar el síndrome del impostor/a se centran en lo que el individuo puede hacer, por ejemplo, ‘acepta tu propio éxito’ o quizás ‘exprésale a un mentor o colega cómo te sientes'», dice Muradoglu, candidata a doctora en psicología por la Universidad de Nueva York. El consejo es «bienintencionado y a veces útil, pero la responsabilidad debería recaer en el lugar de trabajo para crear entornos acogedores».
También puede ser el momento de alejarse de términos como «brillantez» y «síndrome del impostor», dice Ebony McGee, profesora asociada de diversidad y educación STEM en la Universidad de Vanderbilt que no participó en este estudio. «La gente siempre quiere decir que todo el mundo tiene el síndrome del impostor y que es normal, pero no es normal cuando te sitúan como un impostor. A menudo, así es como te perciben -no como te percibes a ti mismo- y lo interiorizas».
Hermanas Janet Wojcicki, profesora de la UCSF, Susan Wojcicki, CEO de YouTube, y Anne Wojcicki, co-fundadora y CEO de 23andMe. Foto: Cody Pickens para TIME
Después de dar a luz a mi primera hija, Susan, la enfermera la envolvió en una manta rosa y le puso un sombrerito amarillo en la cabeza. Stan, mi marido, se sentó a mi lado. Ambos estábamos exhaustos pero eufóricos, y en ese momento todo estaba claro: amé a mi hija desde el momento en que la ví, y sentí un deseo primordial de protegerla, de darle la mejor vida posible, de hacer lo que fuera necesario para ayudarla a triunfar.
Pero pronto las preguntas y dudas comenzaron a surgir. Todos queremos niños y niñas que sean felices, empoderados y apasionados. Eso fue lo que sentí en el momento en que nació Susan, y más tarde cuando dimos la bienvenida a nuestras otras dos hijas, Janet y Anne. Es este mismo deseo el que une a personas de todos los países y culturas. Lo que todos quieren saber es cómo ayudar a nuestros hijos e hijas a vivir una buena vida, a ser felices y exitosos, y a utilizar sus talentos para hacer del mundo un lugar mejor.
Nadie parece tener una respuesta definitiva. Los expertos en crianza de los hijos e hijas se centran en aspectos importantes de la crianza de los niños/as como dormir, comer, establecer lazos afectivos o disciplinar, pero los consejos que ofrecen son en su mayoría limitados y prescriptivos. Lo que realmente necesitamos no es sólo información limitada sobre el cuidado y la alimentación de los niños/as, por muy importante que sea. Lo que más necesitamos saber es cómo darles a nuestros hijos e hijas los valores y habilidades para tener éxito como adultos.
También tenemos que enfrentarnos a los enormes cambios culturales que han tenido lugar en los últimos años, especialmente los cambios tecnológicos y la forma en que esos cambios afectan a nuestra crianza de los hijos e hijas. ¿Cómo tendrán éxito nuestros hijos e hijas en la era de los robots y la inteligencia artificial? ¿Cómo prosperarán en la revolución tecnológica? Estas ansiedades son familiares para los padres/madres de todo el mundo.
Como madre joven, tomé la poca orientación y consejo que pude encontrar, pero en su mayor parte decidí confiar en mí misma. Puede haber sido mi formación como periodista de investigación o mi desconfianza en la autoridad, que venía de mi infancia, pero estaba decidida a descubrir la verdad por mi cuenta. Tenía mis propias ideas sobre lo que las niñas necesitaban, y me aferré a ellas, sin importar lo que pensaran los demás. El resultado fue -a los ojos de mucha gente- idiosincrásico en el mejor de los casos, o simplemente extraño. Hablé con mis hijas como si fueran adultas desde el primer día. La mayoría de las madres recurren naturalmente al lenguaje de los bebés – una voz más aguda, palabras más simples. Yo no. Yo confiaba en ellas y ellas confiaban en mí.
Nunca las puse en peligro, pero tampoco me interpuse en el camino para que experimentaran la vida o tomaran riesgos calculados. Cuando vivíamos en Ginebra, envié a Susan y Janet a la tienda de al lado a comprar pan, por su cuenta, cuando tenían cinco y cuatro años. Respeté su individualidad desde el principio. Mi teoría era que los años más importantes eran de cero a cinco y que iba a enseñarles todo lo que pudiera desde el principio. Lo que quería más que nada era convertirlas primero en niñas independientes y luego en adultas empoderadas e independientes. Pensé que si podían pensar por sí mismas y tomar decisiones acertadas, podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara. En ese momento no tenía idea de que la investigación validaría las decisiones que había tomado. Estaba siguiendo mis instintos y mis valores, y lo que ví funcionó en el aula como profesora.
Es bastante extraño ser una madre «famosa» y que tu familia aparezca en la portada de las revistas. Ciertamente no me atribuyo todo el mérito de sus éxitos como adultas, pero las tres han resultado ser gente competente, afectuosa y capaz. Susan es la directora ejecutiva de YouTube, Janet es profesora de pediatría en la Universidad de California-San Francisco, y Anne es la cofundadora y directora ejecutiva de 23andMe. Llegaron a la cima de las profesiones ultracompetitivas, dominadas por los hombres, y lo hicieron siguiendo sus pasiones y pensando por sí mismas. Ver a mis hijas navegar por el mundo con valentía e integridad ha sido una de las mayores recompensas de mi vida. Estoy especialmente impresionada por la forma en que compiten y cooperan, centrándose no en ser la única mujer en la sala, sino en encontrar soluciones a los problemas a los que nos enfrentamos.
Los padres/madres constantemente me piden consejo – vale, a veces ruegan por las estrategias que usé con mis hijas para aplicarlas a su propia crianza. Los maestros y maestras hacen lo mismo, preguntándose cómo escapé de ser una educadora disciplinaria y en su lugar encontré una manera de guiar a los estudiantes que están genuinamente apasionados por el trabajo que están haciendo. Sin intención de hacerlo, me di cuenta de que había comenzado un debate sobre cómo deberíamos criar a nuestros hijos/as y cómo hacer que la educación fuera relevante y útil. Lo que estoy ofreciendo, y lo que ha tocado la fibra sensible de tantas personas en todo el mundo, es un antídoto para nuestros problemas de crianza y enseñanza, una manera de luchar contra la ansiedad, los problemas de disciplina, las luchas de poder, la presión de grupo y el miedo a la tecnología que nublan nuestro juicio y dañan a nuestros hijos/as.
A través de mis décadas de experiencia como madre, abuela y educadora, he identificado cinco valores fundamentales que nos ayudan a todos a ser personas capaces y exitosas. Para que sea fácil de recordar en todos los ámbitos de la vida, llamo a estos valores «TRICK»:
CONFIANZA, RESPETO, INDEPENDENCIA, COLABORACIÓN Y AMABILIDAD
CONFIANZA
Estamos en una crisis de confianza en todo el mundo. Los padres/madres tienen miedo, y eso hace que nuestros hijos e hijas tengan miedo – de ser quienes son, de asumir riesgos, de oponerse a la injusticia. La confianza tiene que empezar con nosotros. Cuando tenemos confianza en las decisiones que tomamos como padres/madres, podemos confiar en que nuestros hijos e hijas tomarán medidas importantes y necesarias hacia el empoderamiento y la independencia.
RESPETO
El respeto más fundamental que podemos mostrar a nuestros hijos e hijas es hacia su autonomía e individualidad. Cada niño/niña tiene un don, y es un don para el mundo, y es nuestra responsabilidad como padres/madres nutrir ese don, sea cual sea. Esto es exactamente lo opuesto a decirles a los niños/as quiénes deben ser, qué profesión deben seguir, cómo debe ser su vida: es apoyarlos a medida que identifican y persiguen sus propias metas.
INDEPENDENCIA
La independencia se basa en una base sólida de confianza y respeto. Los niños y niñas que aprenden autocontrol y responsabilidad a una edad temprana están mucho mejor equipados para enfrentar los desafíos de la edad adulta, y también tienen las habilidades para innovar y pensar de manera creativa. Los niños y niñas verdaderamente independientes son capaces de enfrentar la adversidad, los reveses y el aburrimiento, todos aspectos inevitables de la vida. Se sienten en control incluso cuando las cosas a su alrededor son caóticas..
COLABORACIÓN
Colaboración significa trabajar juntos como familia, en el aula o en el lugar de trabajo. Para los padres/madres, significa animar a los niños a contribuir a las discusiones, a las decisiones e incluso a la disciplina. En el siglo XX, cuando seguir las reglas era una de las habilidades más importantes, los padres/madres tenían el control total. En el siglo XXI, los dictados ya no funcionan. No deberíamos decirles a nuestros hijos/as qué hacer, sino pedirles sus ideas y trabajar juntos para encontrar soluciones.
BONDAD
Es extraño pero cierto que tendemos a tratar a aquellos que están más cerca de nosotros sin la amabilidad y consideración que extendemos a los extraños. Los padres/madres aman a sus hijos, pero están tan familiarizados con ellos que a menudo dan por sentada la bondad básica. Y no siempre modelan la bondad como un comportamiento para el mundo en su conjunto. La verdadera bondad implica gratitud y perdón, servicio hacia los demás y una conciencia del mundo fuera de ti mismo. Es importante mostrarles a nuestros hijos e hijas que lo más emocionante y gratificante que usted puede hacer es mejorar la vida de otra persona.
El objetivo final de TRICK es crear personas responsables en un mundo auto-responsable. Esto es lo que estamos haciendo como padres/madres, maestros/as y empleadores, no sólo criando niños y niñas o administrando aulas y salas de juntas, sino construyendo los cimientos del futuro de la humanidad. Estamos evolucionando la conciencia humana, y lo estamos haciendo más rápido que nunca. Usted es el padre/madre que su hijo o hija necesita, y con su confianza y respeto, su hijo/a se convertirá exactamente en la persona que está destinada a ser.
La inteligencia artificial, IA, está generando una transformación en los diferentes sectores productivos y en el mundo de los negocios, solo comparable con los cambios que trajo en su momento la Revolución Industrial. El énfasis de estas tecnologías aplicadas al mundo empresarial, está puesto en mejorar la oferta de productos y servicios, optimizar la productividad de las compañías y generar nuevas oportunidades de crecimiento, pero sin duda reinventará la forma en que las compañías se desarrollarán y competirán.
Entre las aplicaciones de la IA que se van generalizando están los chatbots, los motores de búsqueda, los sistemas de predicción de compras, los sistemas de generación de noticias, los exámenes médicos a distancia, el reconocimiento facial biométrico, la robótica, entre otros.
Algunos ejemplos de la AI en los diferentes sectores productivos:
Asistencia sanitaria: Las empresas están aplicando el aprendizaje automático con el propósito de mejorar la atención a los pacientes, los diagnósticos médicos, realizándolos en el menor tiempo, al igual que reducir los costes de los servicios.
Actualmente, una de las tecnologías sanitarias más conocidas es IBM Watson. Este sistema entiende el lenguaje natural y es capaz de responder a las preguntas que se le formulan, extrae datos de los pacientes y de otras fuentes de datos disponibles para formar hipótesis que posteriormente presenta con un esquema de puntuación de confianza.
La división DeepMind de Google usa la inteligencia artificial para ayudar a los médicos a analizar muestras detejido, determinando la probabilidad de que otros tipos de cáncer de mama se extiendany determinando los mejores tratamientos de radioterapia.
La unidad de ciencias de la vida de Alphabet (Google) trabaja con el SmartWatch para identificar patrones en la progresión de la enfermedad de Parkinson
La startup Insilico Medicine utiliza el Deep Learning para acortar las pruebas de medicamentos para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el cáncer y las enfermedades relacionadas con la edad, mientras que la startup FDNA utiliza la tecnología de reconocimiento facial para comparar con una base de datos asociada a más de 8.000 enfermedades raras y trastornos genéticos para el intercambio de datos y puntos de vista con los centros médicos en 129 países a través de su aplicación Face2Gene.
En los Negocios:
Los chatbots son sistemas de atención al cliente automatizados que incorporan software de inteligencia artificial. También llamados asistentes personales virtuales (Siri, Alexa, Cortana, Google Now, Bixby, etc…), funcionan en dispositivos, en diversas plataformas y se han incorporado en los sitios web para ofrecer asistencia o servicios inmediatos a los clientes/usuarios, respondiendo a preguntas, brindando información, apoyando procesos de facturación, ayudando a programar citas de seguimiento, entre otros aspectos.
En las Finanzas: Actualmente la IA está presente en aplicaciones que pueden recopilar datos personales y proporcionar asesoramiento financiero, herramientas para hacer la banca móvil más asequible, alertar de los próximos pagos, asesorar en tiempo real a la hora de comprar y contribuir a realizar compras inteligentes.
Así mismo, ya están disponibles herramientas de análisis predictivo y toma de decisiones automatizadas para construir modelos de riesgo de crédito, conceder préstamos o detectar el fraude; agentes de seguros virtuales, sistemas de inteligencia artificial que realizan predicciones sobre el mercado e incluso aplicaciones dirigidas a corredores de bolsa y administradores de fondos de cobertura, entre otros ejemplos.
En la educación: La IA hoy está presente en la realidad virtual, la robótica educativa, los sistemas de tutoría inteligente, los sistemas de aprendizaje online, la analítica del aprendizaje, etc., de esta manera, paulatinamente está cambiando dónde, cómo y con quién se realizan los procesos de aprendizaje.
En el ámbito Jurídico: Laautomatización del proceso de búsqueda, recopilación, procesamiento de la información y revisión documental, que permite un mejor uso del tiempo, están contribuyendo a la eficiencia del sector jurídico. Así mismo, el Blockchain, el Project Management, los sistemas de administración de decisiones, el análisis biométrico, el Machine learning, el Deep learning, entre otras tecnologías, serán decisivas para la generación y edición de documentos jurídicos, la identificación digital, la lucha contra el fraude o para la detección y reconocimiento de los patrones en las resoluciones judiciales.
En la fabricación: La incorporación de la inteligencia artificial a través de la robótica, el Big Data y la Internet de las Cosas, está revolucionando el sector industrial. Así, el nuevo entorno productivo y empresarial está siendo marcado por la digitalización de la cadena de valor, los nuevos métodos de procesamiento de datos, la utilización de sensores, el uso del software inteligente y el control de los procesos en tiempo real.
Estas tecnologías ayudarán a reducir costes, mejorar la productividad y generar nuevas oportunidades de crecimiento en las compañías, impulsando aquellos puestos de trabajo altamente cualificados, al igual que los más creativos, mientras que las tareas repetitivas y rutinarias quedarán a cargo de las máquinas.
Ángela Fonseca Galvis durante su exposición en el seminario sobre Colombia.
Por: Soraya Carvajal B.
La profesora e investigadora Ángela Fonseca Galvis reseñó los principales avances sociales vividos en Colombia en los últimos años, un país que pese al conflicto armado registra indicadores favorables en ciertas áreas, pero donde aún falta una fuerte apuesta para derrotar la desigualdad.
Fonseca señaló que actualmente más del 97% de la población colombiana tiene cobertura del régimen de salud, ha mejorado los resultados en vacunación y disminuido la mortalidad infantil. El número de niños con educación preescolar aumentó en un 72% en los últimos años, la pobreza cayó del 49,7% en 2002 al 30.6% en cifras de 2013, la clase media aumentó al 27.2% en 2012 y según el coeficiente GINI la desigualdad pasó del 0.57 en 2002 al 0.54 en 2012, aunque el país sigue siendo uno de los más desiguales del mundo.
Autora: Angela Fonseca
Entre los factores que inciden en la evolución de la pobreza y la desigualdad en Colombia, la investigadora señaló que las transferencias (recursos que la Nación gira a las regiones) han contribuido a la reducción de la pobreza, pero el sistema de impuestos no es progresivo, falta educación de mayor calidad para todos y la cobertura pensional es escasa.
Fonseca explicó que los factores que restan eficiencia al sistema de seguridad social colombiano son la baja cobertura, la alta informalidad laboral y la evasión contributiva. Además la población de las zonas rurales tiene menor acceso a este tipo de programas y aunque la cobertura en salud ha crecido, los resultados en cuanto a calidad no son suficientes.
Sobre el sistema de pensiones la académica dijo que sólo el 30% de los trabajadores colombianos están afiliados al sistema de pensiones que cubre a un 60% de la población activa de altos ingresos y sólo al 20% de la población activa de bajos ingresos. Fonseca destacó que actualmente cerca del 80% de los afiliados al sistema de pensiones percibe entre 1 y 2 salarios mínimos mensuales y que éste sistema no es redistributivo ni progresivo, porque mucha gente de clase baja nunca logra pensionarse pues la inestabilidad laboral y los períodos de carencia se lo impiden. “Esto se traduce en que los menos favorecidos terminen entonces subsidiando a las clases altas (…) Además, la informalidad en el empleo se acerca al 50% de los trabajadores”.
Autora: Angela Fonseca
Fonseca afirmó también que, aunque el país ha tenido avances en cuanto a crecimiento e inversión, el gasto social -cercano al 15% del PIB- aún es muy bajo. Además, Colombia aún padece la mala calidad de sus instituciones, muchas de ellas marcadas por la debilidad y las prácticas corruptas, y el estado está muy centralizado.
“Colombia tiene cerca del 38% de población vulnerable, es uno de los países más desiguales de la región y del mundo, donde el quintil más rico de población sigue poseyendo casi el 60% de la economía (…) Los programas de transferencia social como “Familias en acción” o los dirigidos a los adultos mayores han ayudado a mitigar la pobreza, pero en el país hay mucha fragmentación y superposición de programas, la cobertura neta en educación no ha mejorado significativamente en la última década y el desempleo, especialmente entre los jóvenes de 14 a 28 años, es muy alto”.
Al avistar el posible final de un conflicto armado que ha dejado casi 6 millones de desplazados internos desde los años 80, la investigadora afirmó que el potencial acuerdo de paz del Gobierno, con las FARC y el ELN, significará un aumento del PIB, la desconcentración de la propiedad, un menor gasto en defensa y la posibilidad de un mayor gasto social.
Finalmente Fonseca señaló que entre los retos del post-conflicto estarían la recuperación socioeconómica de la población desplazada, pues el 63% está en situación de pobreza y el 33% de pobreza extrema; la reinserción de los excombatientes a la sociedad y al mercado laboral; la reparación para las víctimas, fortalecer el estado y aumentar su presencia en todo el territorio y fortalecer las instituciones.
Entender que el conocimiento se crea y re-crea mediante el lenguaje y que el discurso de los maestros en el aula puede construir aprendizajes, pensamiento crítico y ciudadanía, fue el centro de la ponencia “Las características del discurso del maestro en el aula”, presentada por la investigadora Diana Chamorro Miranda, en el marco del III Congreso Internacional de Etnografía y Educación, CIEYE, organizado por el CSIC y diversas universidades de Madrid.
Chamorro Miranda, Doctora en investigación, diagnóstico y evaluación para la intervención educativa, señaló que su investigación parte de varios trabajos de investigación dirigidos en el marco de la Maestría de Educación en la Universidad del Norte (Barranquilla-Colombia). Estos trabajos de investigación se centraron en establecer cuáles son las características del discurso del maestro que puedan guardar relación con el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes y sus niveles de pensamiento, en la enseñanza primaria, secundaria y universitaria.
En los análisis realizados la investigadora encontró que, en buena medida, siguen primando en el aula unos patrones de interacción en los que el profesor pregunta, el alumno responde y el profesor hace una evaluación positiva o negativa de lo que dice el estudiante. Esta tendencia es especialmente marcada en la educación primaria.
Diana Chamorro Miranda, doctora en Educación por la UCM y profesora de la Universidad del Norte (Colombia)
Chamorro Miranda señala que ya en 1975 los investigadores Sinclair y Clouthard, que analizaron el discurso en el aula, encontraron que en ésta se produce una interacción caracterizada por unos intercambios en el discurso, caracterizados en el modelo IRE (inicio, respuesta, evaluación). En este modelo en el inicio el profesor presenta la información y promueve la participación del estudiante; la respuesta es dada por el estudiante y está determinada por el inicio y la evaluación surge como una reacción del maestro a la respuesta dada por el estudiante.
Este modelo fue revisado y replanteado en 1992 por Clouthard y Brazil, que formularon el modelo EIA, una nueva modalidad de intercambio con tres movimientos: eliciting, informing y acknowledging. Así, en el eliciting, el profesor comienza su discurso con un caso, una situación provocadora, con explicaciones, no con una pregunta. ; el informing, es el momento en que se aporta información y lo puede hacer tanto el profesor como el propio estudiante y la evaluación puede ir acompañada de una retroalimentación, pero en la respuesta que el profesor le da al estudiante, validando su participación, puede retarlo a seguir cuestionando e indagando sobre su propia respuesta.
Chamorro Miranda destaca que la importancia del eliciting está en que implica contextualizaciones, “el profesor puede partir de experiencias personales o de experiencias vividas por los estudiantes, traer a colación un caso, explicarlo, explicar cómo ha actuado él. Aquí lo importante es que hay agentes, personas, el docente se identifica como quien vivió la situación e incluso les presenta a los estudiantes situaciones futuras a las que podrían enfrentarse”.
“Este patrón lo identificamos sobre todo en la universidad y, ocasionalmente, en algunos contextos de educación media y considero importante rescatarlo porque se aleja de la enseñanza tradicional, del IRE y nos lleva hacia las metodologías no tradicionales (…) Cuando identificamos este modelo en contextos de educación secundaria encontramos que el profesor contextualiza acudiendo a una vivencia personal de los estudiantes para que ellos comprendan mejor los conceptos, entonces los acerca a situaciones que los estudiantes han vivido”.
Chamorro Miranda afirma que los investigadores Giordan y De Vecchi incidieron en la utilidad de la contextualización para acercar a los estudiantes a la comprensión de los fenómenos sociales y naturales, creando la posibilidad de captar las similitudes y diferencias entre los conceptos y las proposiciones relacionadas, traduciendo esto en un marco de referencia personal, de manera que el estudiante reorganiza los saberes y los moviliza hacia una práctica donde puede comprobar su aplicabilidad.
“Cuando se logra acercar al estudiante a situaciones vividas es más factible que aprenda los conceptos, pero en los trabajos de investigación identificamos que en muchas ocasiones, en el discurso del maestro intervienen factores que hacen que esas contextualizaciones no sean bien logradas” y es que para esta investigadora “cuando el profesor trata de explicar un evento simplificándolo, omitiendo información relevante, causas, circunstancias, condiciones y efectos, omitiendo la agencialidad humana, se construye una relación con el estudiante en la que éste es subvalorado , pues el docente no considera importante que el estudiante no pueda acceder a la información necesaria que le permita comprender los eventos, sociales o naturales estudiados”.
“Nosotros hemos encontrado que una de las características de los libros del texto es que no hay presencia humana y si a eso se le agrega que en el discurso del profesor tampoco está presente esa agencialidad humana, pues no nos extrañe que, por ejemplo, ante la firma de un tratado de paz, los estudiantes piensen que ‘se reunieron, llegaron a un acuerdo y todos quedaron bien’, sin tener claro ¿quiénes se reunieron?, ¿por qué?, ¿en qué condiciones?. A los estudiantes se les están presentando los hechos históricos, los eventos sociales e incluso los naturales, como si se produjeran por sí solos, por generación espontánea. Todo ‘apareció’, ‘se dijo’, ‘se creó’, porque sí”, sostuvo la investigadora.
Chamorro Miranda asegura que en los distintos análisis “encontramos que a los estudiantes se les sigue preguntando por datos (una fecha, un nombre) que no requieren ningún proceso de elaboración cognitiva elevado, llevando a los estudiantes a que solamente acudan a la memoria y construyendo así el rol de un estudiante que no tiene que pensar y de un docente que lo sabe todo, esto se puede leer también en términos de relaciones de poder como que hay un profesor que tiene la autoridad en clase y un estudiante que sigue subordinado, cosa que extraña en tiempos en que estamos hablando de una educación emancipadora, de desarrollo del pensamiento crítico y de construir ciudadanía desde las aulas de clase”,
Por esto la investigadora hace un llamado para “mirar muy bien cómo se presenta la información en los textos escritos, pero también en el discurso del maestro en el aula, en la forma como él o ella hablan, en la forma como explican y contextualizan, en las estrategias discursivas que escogen, pues el no mencionar agentes, condiciones y efectos, el iniciar las clases con extensas disertaciones o la constante formulación de preguntas retóricas, tiene consecuencias a nivel del aprendizaje y de la formación de las personas, porque dejan poco margen a la reflexión, la crítica y la participación activa de los estudiantes, repercutiendo en la formación de una ciudadanía no responsable”.
“Cuando les dices a los estudiantes de dónde salen las cosas, cuáles son los procesos que hay detrás de los hechos, qué agentes han intervenido, cuando contextualizas, cuando no simplificas los hechos a través de metáforas gramaticales o léxicas que omiten información, compactan los procesos, esconden la agencialidad y muchas veces no son entendidas por los estudiantes; cuando el maestro es consciente de que hay unas formas discursivas, unas formas de decir que pueden obstaculizar el aprendizaje, cuando el profesor se constituye en un mediador del lenguaje científico o del discurso de lo social en el aula, está contribuyendo a construir ciudadanos más participativos, analíticos, críticos, comprometidos y conscientes”, concluyó la investigadora.