
Por: Soraya Carvajal B.
“España está bien, vamos bien en el tema digital, pero podríamos estar mejor, especialmente en cuanto a la educación, porque es fundamental que las nuevas generaciones sepan moverse con competencias digitales, en Big Data, Cloud e inteligencia artificial”, afirmó César Alierta, presidente de la Fundación Telefónica, durante la presentación del informe ‘Sociedad Digital en España 2017’, que se realizó hoy en Madrid.
Alierta remarcó este aspecto al señalar que en España “hacen falta 2,5 millones de chicos y chicas de aquí a 2020 que estudien para ser expertos en digitalización y hacer frente a la gran demanda en el sector” y por eso resaltó que la educación debe ser una prioridad para los gobiernos, los cuales deben adaptarla a los tiempos y necesidades actuales, pues en su opinión, “en nuestro país se sigue enseñando lo que era válido en 1980 y eso no puede ser. Los que mandan no son conscientes del problema de la falta de formación, y eso es preocupante”.
Esta afirmación cobra mayor relevancia al tener en cuenta que, según un estudio de LinkedIn, “de las 10 habilidades profesionales más demandadas en el año 2017 en esa red en España, 9 estában relacionadas con las competencias digitales”, afirmó José María Sanz-Magallón, director general de Fundación Telefónica.
Entre las habilidades profesionales señaladas están: Cloud computing y distributed computing, análisis estadístico y recopilación de datos, arquitectura web y desarrollo de infraestructura, software QA y user testing, diseño de interfaz de usuario, SEO/SEM, ingeniería y almacenamiento de datos, middleware y software de integración y software de integración de sistemas.
El Informe Sociedad Digital en España 2017 sostiene además, que la sociedad española ya es digital gracias a la cobertura y a los servicios de la banda ancha de acceso móvil; al liderazgo en el despliegue de la fibra óptica hasta el hogar, con más clientes que Alemania, Reino Unido, Francia e Italia juntos, consolidándose como la tercera red de acceso mediante fibra más extensa de los países de la OCDE; y a que el país tiene una generación que prácticamente es “mobile first ó mobile only”, pues el 50% de los jóvenes españoles consumen entre el 90% y el 100% de su tiempo en red en una pantalla móvil y el 86% ya utiliza un smartphone y lo usa como dispositivo de referencia.
Pero, paradójicamente, sólo el 31% de los españoles cuenta con competencias digitales avanzadas y tan sólo el 23% tiene habilidades digitales básicas. Es decir, prácticamente la mitad de la población no tiene las competencias digitales necesarias para afrontar adecuadamente la transformación digital.
Así, España se sitúa en el puesto 17 de los 28 países de que integran la Unión Europea, en el indicador de Capital Humano incluido en el DESI, una situación de desventaja.
Por todo esto, y teniendo en cuenta que las habilidades más demandadas en el futuro estarán relacionadas con las TIC y el análisis de datos, el Informe señala que la digitalización requiere la urgente adaptación de las enseñanzas y los conocimientos de los estudiantes a este nuevo paradigma.
En contraste, al poner el foco en los aspectos positivos encontramos que la digitalización está siendo una herramienta esencial para que la mejora educativa pueda producirse y sea capaz de llegar a todos los ámbitos, incluso a los más vulnerables.
En este sentido, Sanz-Magallón señaló que, según el Informe sdiE[1], en España el 68% de los internautas han utilizado internet como herramienta para mejorar su formación y está aumentando la visualización de vídeos de formación. Asimismo, 7 de cada 10 usuarios considera que ha mejorado su formación gracias a internet y casi el 80% de los adolescentes que accede a vídeos formativos lo hace para complementar su formación reglada.
Y es que, aunque los vídeos de aprendizaje que más interés siguen despertando están relacionados con aficiones, esta es una tendencia que va decayendo, mientras que la visualización de vídeos de formación reglada aumenta y en 2017 un 54,3% de los internautas accedieron a ellos, 10 puntos más que en 2016.
Este crecimiento se dio en un 30% entre los jóvenes de 14 a 19 años y en un 69.2% entre los usuarios de 25 a 34 años. El estudio estableció además que los hombres acceden más que las mujeres a vídeos relacionados con el trabajo y la formación reglada y que 8 de cada 10 usuarios recurre al vídeo con fines formativos, un proceso -el formativo- que se alarga cada vez más, pues el mercado de trabajo exige a los jóvenes seguir aprendiendo.